No se sabe cómo, pero una buseta los trajo desde el municipio de Codazzi (Cesar) entre adultos y niños, dejándolos a su suerte en las calles de Barrancabermeja. Son indígenas de la etnia Yukpa y su situación en el puerto petrolero es de desplazamiento. Como suele ocurrir, solo uno de ellos habla español y proceden de la Sierra del Perijá, zona limítrofe entre Colombia y Venezuela.
Las primeras versiones que entrega el miembro de esta tribu que habla español da cuenta de un desplazamiento que en marzo pasado hubo en su contra del territorio ya mencionado, del Perijá. Desde ese momento comenzaron a deambular por distintos lugares de la geografía nacional hasta llegar a la ciudad de Barrancabermeja.
Su primera ubicación al llegar a la capital petrolera fueron los andenes de la subdirectiva USO Barrancabermeja y del antiguo comisariato de Ecopetrol. El martes se reubicaron en el barrio Primero de Mayo donde cuentan con lo poco que les puede brindar el Cacique del Resguardo Indígena Zenú.
El resguardo Zenú tiene su asentamiento humano en el norte de la ciudad, comuna tres. Guirden Antonio Velásquez Mendoza es el nombre del Cacique, quien aseguró que «solo ha tenido para darles un bocado y un baño».
“Ninguna entidad oficial, ni Defensoría del Pueblo, ni Paz y Convivencia, tampoco la Personería Municipal han atendido este caso grave de desplazamiento”, denunció Velásquez Mendoza.
Con su carga a cuestas
Estos indígenas Yukpas cargan con sus pertenencias, que son colchonetas y otros enseres necesarios para comer y dormir especialmente. Llevan consigo un documento laminado donde piden la colaboración ciudadana y aseguran que el mismo fue hecho en la Alcaldía de Codazzi.
Se requiere de la atención inmediata de los distintos organismos del Estado para brindarles la protección a esta población vulnerable que cuenta con medidas cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, toda vez que es una etnia en vía de extinción. “Son muy pocos los que quedan”, asegura el cacique Zenú.
“La verdad es que se necesita que le mitiguemos la comida, el techo y condiciones higiénicas porque ellos están en el abandono. En estos momentos van saliendo a andar por las calles y duele que las autoridades no los atiendan para que retornen a su territorio. Ellos no pueden andar deambulando. A ellos los protege la Constitución Política”, concluye el cacique Velásquez.
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