(Informe Especial)
Lo que realmente Ecopetrol está ocultando través de sus declaraciones relacionadas con la «Modernización de la Refinería», y que pretenden despistar a la comunidad de Barrancabermeja, es ni más ni menos que el fracaso en la planeación y organización del proyecto por culpa de un responsable con nombre propio: Orlando Díaz Montoya, gerente de la refinería en esta ciudad.
La Modernización es un proyecto urgente que Colombia necesita.
Desde que se anunció la llamada Modernización de la Refinería se sabe que el proyecto es necesario y básico para Ecopetrol, sencillamente porque no se puede construir en ningún otro lado debido a que no es otra refinería sino simplemente la «Modernización» y el aumento de la confiabilidad del más importante complejo petroquímico del país, que procesa la mayor cantidad de crudo. Por esta razón la «Modernización» no es adaptable para ninguna otra refinería, pues la otra existente, que es la Refinar, (Refinería de Cartagena), también tiene, por aparte, su propio plan también de «Modernización».
Culpan a Ecopetrol de manipular y desorientar a la comunidad de Barrancabermeja.
Cada día que pasa son más las voces de protesta que se hacen sentir desde diferentes escenarios de la vida local relacionados con el proyecto de Modernización.
Consultados algunos técnicos al servicio de compañías extranjeras, conocedores del tema petrolero y que solicitaron reservas de sus nombres, manifestaron que «no se puede perder el tiempo en pedirle explicaciones a la compañía sobre la Modernización, porque en el fondo Ecopetrol quiere que le roguemos, le supliquemos y hasta le lloremos para que ejecuten algo que para ellos (en Ecopetrol) es un gran negocio y que por culpa de la mala planeación interna, nada que arranca».
¿La razón?, porque Ecopetrol tiene presupuestos miserables, paupérrimos, al mejor estilo de un indigente que, por lógica, ninguna multinacional acepta. Entonces, muy hábilmente, desde la refinería, quieren vender la fábula de que Barrancabermeja les debe garantizar las condiciones sociales y laborales para la ejecución del proyecto.
¿Qué es lo que realmente está pasando?
En el fondo lo que está ocurriendo es que ni la Foster Wheeler, ni las directivas de Ecopetrol han hecho una planeación seria y responsable de la obra y mucho menos del presupuesto.
Ya pasó hace un par de años con la Planta de Hidrotratamiento y está pasando actualmente con el proyecto de «Modernización de la Refinería», que fundaron sus esperanzas en el ex alcalde de Barrancabermeja, Carlos Contreras, quien sin pensar en la ciudad y quizás reflexionando más como un servil jornalero al servicio de las directivas de Ecopetrol, en cabeza del ingeniero Orlando Díaz y la comunicadora social Alba Luz Amaya, se dedicó (el ex alcalde Carlos Contreras), a ocultar la realidad de nuestra situación al presidente de Ecopetrol por cuenta de estudios y expectativas sin objetividad del comportamiento de las cifras de empleo y los estudios de POT, licencias ambientales, planes de movilidad y otros requerimientos que se dilataron y que el ex alcalde no les logró tramitar porque las autoridades correspondientes las encontraron improcedentes.
De esa forma, sin los respectivos permisos legales para arrancar obra, las fechas se han venido corriendo día tras día, semana tras semana, mes tras mes.
Entonces la expectativa creció y Barrancabermeja se nos encareció por cuenta del espejismo que genera la expectativa del proyecto petroquímico. Lo paradójico es que esa misma Barrancabermeja que ellos desde Ecopetrol han encarecido y revalorizado sin compasión alguna es la misma Barrancabermeja a la que quieren culpar ahora del fracaso.
Informaciones confidenciales obtenidas por empresas contratistas al servicio de Ecopetrol confirman que el presupuesto de la llamada Modernización de la Refinería está más del 40% por debajo del presupuesto inicialmente aprobado por la empresa, hecho que corroboraron las empresas precalificadas para la Primera Fase del Proyecto.
¿Por qué los directivos de Ecopetrol culpan del problema a Barrancabermeja?
Lo que muchos ya en Barrancabermeja comienzan a comentar y analizar es que el gerente de la refinería, Orlando Díaz, quiere distraer la atención sobre el fracaso de la planeación de sus directivos, quienes mantienen desinformado al presidente de Ecopetrol y a sus vicepresidentes con cifras y hechos que no son ciertos y que no reflejan la realidad.
Ecopetrol nos llena la ciudad de mano de obra de afuera para después culpar del problema a la mano de obra barranqueña.
Frente al fracaso y la ineptitud de Ecopetrol frente al proyecto, lo más fácil para los directivos es culpar a Barrancabermeja y al sindicato del problema, acusándoles de no ofrecer garantías sociales ni laborales, después de que ha sido la propia Ecopetrol la que ha importado gente, mano de obra y empresas de otras ciudades, desplazando la mano de obra local y las compras locales con gente y comercio de afuera que hasta las casas que nos sirven de vivienda nos han quitado, por cuenta del encarecimiento que viene padeciendo Barrancabermeja a partir de la irresponsabilidad en las políticas de empleo y de contratación de Ecopetrol, cuyos funcionarios creyeron que como vienen acostumbrados a pagar barato y a precios bajos a los contratistas locales, (llevándolos casi a la quiebra económica), entonces iban a proceder de igual manera con las multinacionales.
La realidad le viene demostrando al gerente Orlando Díaz que no es así, que esas multinacionales no están dispuestas a ceder un peso por trabajar. Esas multinacionales tiene un objetivo claro: Hacer dinero.
¿De quién es la culpa porque no arranca la Modernización de la Refinería?
El único culpable es Ecopetrol que no ha hecho una planeación y un presupuesto adecuado de las obras de la modernización. Más que explicaciones y pretensiones de confundir a la ciudad, Barrancabermeja quiere acciones claras y contundentes.
Dirigentes políticos y gremiales de Barrancabermeja advierten que en esta oportunidad «no van a salir corriendo a rogarles a los directivos de Ecopetrol que hagan la obra sin ninguna contraprestación para la ciudad.
—»Hagan su modernización, ganen mucho dinero, pero déjennos una Barrancabermeja con un futuro cimentado con progreso para todos»—. Esa es la única consigna.
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