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100 personajes del siglo XX en Barrancabermeja – del 61 al 70

Foto Antigua de la ciudadComo un regalo para nuestros lectores y visitantes, por primera vez en la historia de Barrancabermeja, un medio de comunicación presenta un trabajo de colección, en el que se reseñan los perfiles más importantes de los 100 personajes del siglo XX en Barrancabermeja.

 

Un equipo de investigadores, bajo la dirección del periodista Edgar Daniel Rodao, nos ofrecen en Barrancabermeja Virtual, este documento periodístico inédito, que esperamos sea del agrado de todos los barranqueños en el mundo.

 

Dirigentes políticos, gremiales, sindicales, comerciantes, militares, deportistas, actores, periodistas, escritores, filántropos y en general todas aquellas personas que han generado algún impacto significativo en la vida de nuestro municipio son reseñados aquí. A continuación los personajes del 61 al 70.

 

 

(61) Manuel Gustavo Chacón Sarmiento

 

Entre los años 1978 a 1988, vivió en Barrancabermeja Manuel Gustavo Chacón Sarmiento, un hombre nacido en Charalá (Santander) el 24 de marzo de 1953.

 

Hijo de don Gustavo Chacón Lozada (fallecido) y doña Teresa Sarmiento (fallecida). Tuvo 8 hermanos (Luz Clemencia, Libia Patricia, María del Pilar, Ariel Enrique, Jorge Alirio y Julia Guisela).

 

Fue artesano, poeta, juglar y aprendiz de torero En 1978, a la edad de 25 años, llega a nuestra ciudad a estudiar metalistería en el SENA, luego se emplea en ECOPETROL (ficho 2-0491), rápidamente se vincula a las luchas populares de la época y toma como suyas todas las reclamaciones tanto laborales al interior de la empresa como las sociales de cara a la comunidad, llegando a ser muy conocido en los sectores populares en atención a que dirigía los paros cívicos que por el derecho a la vida o por mejores servicios públicos se llevaban a cabo por aquellos años en Barrancabermeja.

 

Allí desarrolló la virtud por la que hoy se le conoce, no solo en Barrancabermeja sino en todo el país, pero quizás también la razón por la que aún hoy, 20 años después de su muerte lo estigmatizan y rotulan: el de dirigente social preocupado por los derechos de las comunidades y por organizar a los sectores sociales excluidos.

 

«El loco Chacón», como lo llamaban cariñosamente, nunca fue militante ni mucho menos jefe de grupo guerrillero alguno, nunca tuvo militancia en grupo ilegal, ningún juez o fiscal lo requirió, lo detuvo o lo sentenció, ni murió en ningún combate.

 

Fue asesinado en pleno centro de la capital petrolera, después de cobrar el pago de obrero de ECOPETROL y cuando se disponía a llevarlo a quizás lo único que lo hacía dudar de su militancia sindical y social, su familia (esposa y tres hijos).

 

Manuel Gustavo tuvo tres grandes pasiones: la vida con dignidad, su familia y su sindicato. El 15 de enero de 1988 a los 34 años de edad, portando sólo su más preciada arma, la flauta dulce con la que acompañaba las movilizaciones en Barrancabermeja, 36 balas le cegaron su vida.

 

Su caso está en la impunidad, pues solo fue sentenciada la persona que manejaba la camioneta donde se desplazaban los sicarios que le segaron la vida e inclusive uno de los testigos de su muerte.

 

Casado con María Elisa Uribe de cuya unión hay tres hijos.

 

 

(62) David Ravelo Crespo

David Ravelo Crespo, es un líder barranqueño cuya mayor parte de su vida ha estado dedicada a la lucha estudiantil, social, política y en defensa de los derechos humanos.

 

La energía de su juventud le permitió como estudiante de bachillerato en el colegio Diego Hernández de Gallegos de Barrancabermeja, participar en las luchas estudiantiles desarrolladas a mediados de la década de los años 70; esta primera experiencia de organización estudiantil conllevó a los primeros actos de persecución en su contra, cuando fue excluido del colegio Diego Hernández, terminando su bachillerato en el colegio Unión Sindical Obrera.

 

Como empleado durante 10 años de la Universidad Cooperativa de Colombia, combinó las labores de bibliotecario con las de estudiante universitario, cuyo esfuerzo le permitió hacerse y formarse a pulso.

 

David Ravelo fue dirigente del sindicato de trabajadores de la UCC, y además en su rol de estudiante universitario fue presidente del consejo estudiantil del claustro universitario.

 

Participó activamente en las luchas libradas por la comunidad universitaria, ante la grave crisis económica por la que atravesó la universidad y su continuidad fue un reto no solamente en los estamentos universitarios sino de la comunidad de Barrancabermeja.

 

Posteriormente se desempeñó como presidente de la coordinadora estudiantil de Barrancabermeja, organización que aglutinaba para entonces a estudiantes de los colegios públicos y privados de la ciudad y a los estudiantes universitarios; esta organización permitió realizar significativas jornadas de luchas estudiantiles en el inicio de la década de los años 80.

 

David Ravelo es economista de la UCC y como profesional se desempeñó como profesor universitario durante cinco años, combinando la actividad académica con la lucha social.

 

El trabajo cívico y popular, lo hizo durante muchos años al lado de Leonardo Posada Pedraza, un destacado dirigente social, fundador de la Coordinadora Popular de Barrancabermeja, organización que reunía en la época las expresiones sociales, sindicales, cívicas, políticas y comunales y que en la década de los años 80 desarrolló importantes luchas cívicas, especialmente para mejorar los servicios públicos de la ciudad.

 

David Ravelo también trabajó con César Martínez Blanco, destacado dirigente popular de Barrancabermeja, quien se desempeñó como Concejal y Diputado por el movimiento político Unión Patriótica y quien sufrió un atentado criminal, donde perdió sus piernas, el 22 de abril de 1987, fecha en que se realizó en Barrancabermeja, el primer paro cívico por el derecho a la vida, convirtiéndose Barrancabermeja en un ejemplo para todo el país y fue cuando David Ravelo cumplió un papel importante en la defensa del derecho a la vida, desde la Coordinadora Popular de Barrancabermeja.

 

Como funcionario público ha ocupado importantes cargos como secretario general de la Asamblea de Santander, Secretario de Hacienda Municipal de Barrancabermeja, Director de Valorización Municipal desde donde ejecutó múltiples obras de desarrollo para la ciudad, demostrando que con eficiencia y transparencia, es posible construir el progreso para las comunidades.

 

Sin embargo, debido a su accionar político, algunos sectores retardatarios políticos y militares le han armado procesos judiciales que lo acusan de múltiples delitos como el de rebelión y terrorismo, llevándolo por cerca de 3 años a la cárcel, saliendo absuelto de todos los cargos imputados, demostrando ante la justicia su inocencia.

 

David Ravelo también se ha desempeñado como Concejal de Barrancabermeja en dos períodos consecutivos destacándose en el ejercicio del control político a favor de las comunidades, liderando la creación del Consejo Municipal de Paz.

 

Fue cofundador del Foro Social de Barrancabermeja y el Magdalena Medio por la defensa de lo público y los derechos económicos, sociales y culturales de la región. Como defensor de los derechos humanos es actualmente Secretario General de la Corporación Regional para la Defensa de los Derechos Humanos, CREDHOS.

 

Actualmente es víctima de una feroz persecución mediante amenazas de muerte, intento de judicialización, estigmatización y vilipendio, que buscan sacarlo del escenario público, a como dé lugar y para ello están utilizando la manera de vincularlo a investigaciones por presuntos actos delictivos y deslegitimizar su trabajo como defensor de los derechos humanos.

 

David Ravelo ha dicho frente a esta situación que no se va de Barrancabermeja ni se esconderá ni callará porque según dice su arma es la palabra, su convicción los argumentos en donde el tallo de la verdad se dobla, pero jamás se quiebra.

 

 

(63) Andrea Cote Botero

‘Barrancabermeja es grande, y grande la hacen muchos de sus hijos’, entre ellas Andrea Cote Botero, reconocida mundialmente por su poesía.

 

Catedrática del departamento de Humanidades de la Universidad de Los Andes, Andrea Cote, ha recibido el Premio Mundial ‘Puentes de Struga’, otorgado por la UNESCO a su libro ‘Puerto Calcinado’, además ha sido galardonada en el Festival de Poesía de Macedonia.

 

En 2007, su obra ‘A las cosas que odié’, recibe una mención en el Premio Internacional Rubén Darío otorgado por el PEN Club de España a la joven poesía latinoamericana.

 

Sus poemas han sido traducidos al inglés, francés, italiano, macedonio, árabe y catalán constituyéndose, sin duda alguna, en una barranqueña exitosa. Andrea Cote nació en Barrancabermeja, Santander, el 27 de julio de 1981.

 

Hija del ex alcalde Edgar Cote Gravino y de la ex primera dama Liliana Botero, sin lugar a dudas es hoy un motivo de orgullo para Barrancabermeja por sus éxitos en el mundo de la poesía.

 

‘Cuando yo era muy chiquita, para mis papás era muy claro que mi cuento en la vida eran los libros. Uno empieza a escribir por una necesidad muy inmediata, casi instintiva. Hay una poetisa peruana que se llama Blanca Varela. Ella dice que la poesía es una de las cosas que uno no escoge, sino que ella lo escoge a uno», afirma Andrea.

 

Ha publicado los libros Puerto Calcinado (Poemas, 2003); Blanca Varela y la escritura de la soledad (Ensayo, 2004); Una fotógrafa al desnudo (Biografía de Tina Modotti, 2005). En el año 2002 recibió el premio nacional de poesía joven de la Universidad Externado de Colombia y en el año 2005 recibió el Premio Mundial de poesía joven «Puentes de Struga», otorgado por la UNESCO y el Festival de Poesía de Macedonia.

 

Su libro ‘Puerto Calcinado’ ha sido parcialmente traducido al inglés, francés, italiano, macedonio, árabe y catalán.  Andrea es poeta y profesora universitaria y ha sido colaboradora del Festival Internacional de Poesía de Medellín. Según lo señala la poeta colombiana Piedad Bonnett «Andrea Cote es hoy por hoy una de las voces jóvenes más interesantes de nuestra poesía.

 

La suya recrea, en un lenguaje ambiguo, pleno de significados, un mundo muy propio, de tendencia intimista, poblado de elementos recurrentes que señalan la urgencia de sus fantasmas, la necesidad de transformar la experiencia en palabra».

 

Y al decir de Juan Manuel Roca, «Sus poemas, atentos al transcurrir de un tiempo agreste, revelan un impulso por no escamotear ni la tragedia, ni el olvido, en los que se envuelve nuestro drama individual y colectivo.

 

Es la suya una poesía reflexiva que busca la expresión de un paisaje calcinado en imágenes justas, en ritmos diversos.

 

 

(64) Carlos Alberto Vásquez Rodríguez

El Maestro Carlos Alberto Vásquez, nació en Barrancabermeja hace 49 años, justo donde quedaba la Universidad la Paz y dónde también antiguamente funcionaba la sede del hospital municipal San Rafael. Hijo de Hernando Vásquez (Q.E.P.D.) y Leonor Rodríguez Rueda (Q.E.P.D.), propietarios del foto-estudio Vásquez, muy conocido en otros años.

 

Sus estudios secundarios los cumplió en el Colegio Industrial de Barrancabermeja; los superiores, en la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, dónde realizó 7 semestres de Ingeniería de Vías y Transporte.

 

Posteriormente, se gradúo como Comunicador Social con énfasis en comunicación comunitaria, en la Universidad Nacional Abierta y a Distancia UNAD.   En el año de 1985 el Maestro Carlos Vásquez, fue seleccionado por el Ministerio de Cultura para trabajar en Leticia, tiempo que le permitió entender otros aspectos de la cultura amazónica.

 

En 1.999, la Gobernación le otorgó el Premio Luis Carlos Galán, al mérito ciudadano. Fue representante ante el Consejo Nacional de Cultura, cuando lo presidía la extinta Ministra de Cultura Consuelo Araujo. En San Vicente de Chucurí, lideró un proceso cultural durante 12 años.

 

Ha sido merecedor de importantes becas por su trabajo, aporte y labor cultural en Barrancabermeja y la Región del Magdalena Medio.

 

Ha representado al país en certámenes de Danza como el Festival Mundial de Danzas en Palma de Mallorca (España), en Costa Rica, en México en el Festival de Mundial de Zacateca y en Santiago de chile en las Fiestas Patrias de este país.

 

Ha tenido importantes representaciones a nivel Departamental y actualmente se desempeña en la Secretaria de Bienestar Universitario de la Universidad de la Paz; desde allí adelanta algunos procesos culturales de la Región del Magdalena Medio.

 

 

(65) Ignacio Rosero Rivera

Ignacio León Rosero Rivera, es un sacerdote jesuita que dirigió la parroquia de la Virgen del Carmen en el barrio Palmira de Barrancabermeja durante mas de 30 años y quien se caracterizó por apoyar y acompañar a la comunidad barranqueña en sus justas luchas por unos mejores servicios públicos, en la década de los años 70.

 

El padre Rosero nació en el Municipio de Túquerres, Nariño, el 8 de mayo de 1922, hijo de don Luis Rosero (comerciante) y doña María Rivera (ama de casa).

 

Hizo sus estudios de primaria en el colegio San Francisco Javier de Pasto y el bachillerato en seminario de los padres Jesuitas en Bogotá. Ingresó al sacerdocio en Santa Rosa de Viterbo, Boyacá, el 23 de noviembre de 1940.

 

Fue ordenado sacerdote en Bogotá el 3 de diciembre de 1954. Una vez de sacerdote fue asignado al Seminario San Pedro Claver de Barrancabermeja en calidad de prefecto. Dicen que son muchos los actuales sacerdotes, ex alumnos del Seminario, que añoran al Padre Rosero con cariño y gratitud.

 

A los dos años de estar radicado en nuestra ciudad, el señor obispo de la época, Monseñor Bernardo Arango Henao, destinó al Padre Rosero a iniciar una parroquia en el barrio Palmira. Se inició la edificación y antes de un año el templo estaba terminado posesionándose como el primer párroco del barrio Palmira.

 

Por su cuenta se logró que ECOPETROL, en el Distrito de Producción de El Centro, le donara al templo una torre de exploración petrolera que luego se instalaría al costado izquierdo de la iglesia, siendo hoy un símbolo emblemático de este barrio, pues que se sepa, es en la única parte del mundo en donde una torre petrolera sirve de campanario.

 

Al Padre Rosero se le recuerda porque por allá en los años 70, apoyó los movimientos cívicos que presionaban un eficiente servicio de agua potable para la ciudad de Barrancabermeja.

 

Cuando los manifestantes organizaban los paros cívicos que terminaban con la instalación de grandes barricadas a la salida de Barrancabermeja, entonces llegaban al sector del As de Copas, en el cumplimiento de su deber, representantes de la Policía y del Ejército a quitar los taponamientos que cerraban la vías.

 

De inmediato los manifestantes corrían y mas atrás hacían lo mismo los integrantes de la fuerza pública, sin embargo, las puertas de la iglesia «siempre estaban abiertas» para quienes dirigían la protesta y muchos manifestantes se escondían al interior del templo, que las autoridades nunca profanaron.

 

Así las cosas, entre misas en la mañana y en la tarde, confesiones, bautismos, confirmaciones, matrimonios, entierros y administración de enfermos, atender al despacho parroquial durante cuarenta años, pero sobre todo en resolver problemas de familia e intervenir en los conflictos sociales, transcurrió la vida de este querido personaje de Barrancabermeja.

 

A sus 78 años de edad el Padre Rosero fue trasladado a la ciudad de Bucaramanga y se armó tremendo problema entre la feligresía del barrio Palmira, que se oponía a su traslado cuando ya los altos jerarcas de la iglesia habían tomado una decisión irrevocable.

 

Sin embargo, pese a todo, el Padre Rosero se fue a vivir a Bucaramanga durante sus últimos 6 años; allá su actividad fue doble: vicario parroquial en el templo y asesor espiritual en «San Pedrito».

 

El Padre Rosero murió en Bucaramanga el 22 febrero de 2006. A su funeral asistieron 2 obispos, 57 sacerdotes, innumerables religiosas y una inmensa multitud de fieles la gran mayoría procedentes de Barrancabermeja, la ciudad que lo acogió durante 43 años de su vida sacerdotal.

 

 

(66) Jairo Camargo Fajardo

Aunque nació en Bucaramanga en 1954, desde muy niño su familia se trasladó de Zapatoca a Barrancabermeja y fue en nuestra ciudad donde Jairo Camargo, no solo se enamoró apasionadamente de la actuación, sino en la que hizo sus primeras presentaciones al lado del dramaturgo manizalita Hugo Naranjo.

 

Con una gran experiencia en el campo de la actuación y que incluye actuaciones muy recordadas como la de Alirio Perafán en ‘Pedro el escamoso’, o Pipe Socarrás en ‘Escalona’, es considerado hoy por la crítica internacional como uno de los mejores actores del país y un ejemplo a las nuevas generaciones de barranqueños, por su entusiasmo, constancia, dedicación y esfuerzo.

 

A Jairo siempre se le ve en época de vacaciones en Barrancabermeja, visitando a su familia, a sus viejos amigos, comiéndose un buen bocachico y tomándose un par de cervezas. Luego, con el traslado de sus padres y sus 7 hermanos, llega hasta Barrancabermeja y con un grupo de amigos, entre ellos el locutor, Álvaro Aguas Vergara, formaron varios grupos de teatro bajo la dirección del dramaturgo manizalita Hugo Naranjo, con quien lograron montar la obra ‘La calle sin puertas’, que jamás fue presentada en público.

 

Una noche de 1969 en Barrancabermeja, «la ciudad de sus afectos», como siempre ha llamado a nuestra ciudad, Jairo Camargo, aún muy joven, entró a una sala de teatro para ver la película ‘El gran escape’ relacionada con la Segunda Guerra Mundial, y salió de allí convencido de que quería ser actor.

 

La determinación y fuerza de carácter con las que el protagonista de ese clásico cinematográfico sortea las situaciones adversas, personaje interpretado por el mítico Steve McQueen, emocionaron tanto a Jairo que así quería ser él y así quería que fueran los personajes que encarnaría en el futuro.

 

La etapa que transcurrió entre I970 Y I974 fue fundamental en su carrera, pues con su maestro, Hugo Naranjo, aprendió en la práctica muchos de los conceptos que luego encontraría en la Escuela Nacional de Arte Dramático.

 

‘El teatro es un asunto práctico. Sólo se aprende haciéndolo, cometiendo errores, empezando todos los días, probando, ensayando’. Jairo, como cualquier muchacho de su época, tenía una marcada influencia por las tendencias de izquierda muy de moda en la década de los años 60 y para esas olas de pensamiento Barrancabermeja era el laboratorio perfecto.

 

Una vez termina sus estudios en Barrancabermeja, se aparece en Bogotá presentándose a la Universidad Nacional para estudiar psicología. Hizo tres intentos fallidos y se decidió entonces por una licenciatura idiomas en la Universidad Pedagógica de la 72.

 

Un día cualquiera, leyendo las columnas de farándula, vio que el TPB (Teatro Popular de Bogotá) requería de actores. Con la indecisión que lo caracterizó hasta que le salió el bigote, Jairo Camargo no supo si enviar o no el formulario con su corta trayectoria en las tablas.

 

Quince días después de estarlo pensando, compró un sobre y lo envió. Un mes más tarde lo llamaron para que asistiera a un curso que dictaban allá mismo en el Teatro Popular de Bogotá. ‘No podía creer que yo, un tipo que era tan malo para el teatro, hubiera sido llamado por el TPB, y menos, sabiendo que iba a traicionar mi ideología frente a un grupo de teatro burgués’.

 

De todas formas empezó a trabajar. A Jairo lo escogió un consejo artístico formado, entre otros, por Jorge Alí Triana, a quien él considera el mejor director con el que ha trabajado. Y desde allí su vertiginoso ascenso. Exactamente al año de haber ingresado al TPB hizo por primera vez televisión, además se casó con una barranqueña y recibió su primer sueldo: $ 2500 que le sirvieron para pagar arrendamiento, comer y esperar la llegada de su primera hija.

 

Su primer papel en la pantalla chica fue en Crimen y castigo con el TPB y su personaje era ‘el Polaco’. Dos años más tarde 0979) debutó como actor de telenovelas en Kundry, protagonizada por Amparo Grisales y Sergio Cabrera y dirigida por Jaime Botero, el padre de María Cecilia.

 

Su primer gran personaje en Don Chinche, dejó ver su proyección. Vendrían después muchos personajes, pero él destaca como verdaderos hitos de su carrera a Juan Roa Sierra (El Bogotazo, 1984)’ (Calamar, 1989), Pipe Socarrás (Escalona, 1991) y Mario Álvarez (Dios se lo pague, 1998). Obviamente, Alirio Perafán no es ni mucho menos su mejor interpretación.

 

Tratándose de un rebelde (término que no le gusta), no es extraño que Jairo Camargo considere su mejor papel el que aún no ha hecho. ‘Con esto quiero decir que no he llegado a ninguna parte. Considero que aún tengo mucho por hacer. Algo que debe quedarnos bien claro es que su participación en un dramatizado garantiza el éxito del mismo.

 

Esta es la lista de telenovelas en las que Jairo Camargo ha sido protagonista de primera línea: ‘En los tacones de Eva’ (2006), ‘Juan sin miedo’ (2006), ‘Los Reyes’ (2005), ‘La Saga, negocio de familia’ (2005), ‘El auténtico Rodrigo Leal’ (2003), ‘Pedro el escamoso’ (2001)  ‘Julius’ (1999), ‘Candela’ (1996), ‘Maldición del paraíso’ ‘Escalona’ (1992) Pipe Socarrás – Premio India Catalina, Premio Asociación de Críticos y Comentaristas de Arte de Miami, ‘La mala hierba’ (1982), ‘Flor de invierno’, ‘Calamar’, ‘El hombre de la flor’, ‘Herencia maldita’, ‘La sombra del deseo’, ‘Juliana qué mala eres’, ‘Suspenso 7:30’, ‘Garzas al amanecer’, ‘Las Ibáñez’, ‘Mamá pro beta’, ‘Leche’, ‘Revivamos nuestra historia’, ‘Policarpa Salavarrieta’, ‘Bolívar, el hombre de las dificultades’,  Atanasio Girardot’, ‘El bogotazo’, ‘El Chinche’, ‘Tremenda pareja’, ‘Vampiromanía’, ‘El hijo de Nadia’ y ‘Mi alma se la dejo al diablo’.

 

 

(67) Joaquín Barros Machuca

El 10 de diciembre de 1976, se inauguró oficialmente en la ciudad de Barrancabermeja el primer «Diamante» de softbol con todas las de la ley, es decir, un estadio avalado por la Federación Internacional de ese deporte.

 

Ese escenario deportivo se levantó en tan solo en (3) tres años, por cuenta de un puñado de hombres y mujeres considerados unos auténticos «quijotes», que sin recursos y dinero, pero con una infinita pasión por el softbol lo edificaron para las futuras generaciones de barranqueños.

 

La construcción de ese «Diamante» ha sido considerada desde siempre como una verdadera proeza de amor y civismo por Barrancabermeja. Muchas personas contribuyeron para hacer realidad la feliz terminación de la obra, desde humildes mujeres que vendían rifas y preparaban los llamados sancochos comunitarios para recoger fondos, hasta directivos de la refinería de ECOPETROL que colaboraron con materiales y mano de obra; sin embargo, la persona que fue alma, vida y corazón del proyecto fue el arquitecto JOAQUIN BARROS MACHUCA, un barranquillero, «barranqueño de corazón» a quien todos debemos un reconocimiento sincero.

 

Joaquín Barros Machuca nació en la ciudad de Barranquilla, el 21 de agosto de 1930.  Sus padres fueron don Adolfo Barros Pinedo (de Riohacha) y doña Modesta Machuca (de Mompox).  Adelantó sus estudios de bachillerato en el colegio Barranquilla para Varones.

 

Una vez culminada su secundaria se inscribió en la facultad de arquitectura de Medellín donde estuvo desde el año 1949 a 1951 sin llegar a graduarse.  Mientras decidía sobre su futuro profesional, resolvió viajar a Barrancabermeja en 1954, donde se logró emplear en ECOPETROL.

 

En la mente de Joaquín Barros persistía la idea de continuar estudiando su carrera de arquitectura, aunque para ello tuvo que esperar muchos años trabajando en la empresa.  Sin embargo, ni el tiempo ni la distancia fueron obstáculos para alcanzar la meta de coronar sus estudios.

 

Las cosas se dieron y en 1974 partió de nuevo hacia Medellín a finalizar su carrera, logrando su objetivo en 1978.  Al año siguiente, es decir en 1979, recibió su jubilación en ECOPETROL, siendo el jefe del departamento de Seguridad Industrial y Contraincendio del Complejo Industrial.

 

Joaquín Barros dice que en su vida se le han cumplido sus (3) tres más importantes deseos: haber logrado su pensión de jubilación, ser arquitecto profesional y haber construido para Barrancabermeja el Diamante de softbol.

 

Actualmente vive en Bogotá casado con doña Gladys Moreno.

 

 

(68) Elkin David Bueno Altahona

Elkin Bueno, es un abogado barranqueño, considerado el político más carismático que haya tenido Barrancabermeja a lo largo de toda su historia.  Se entiende por persona carismática aquella que posee un atractivo personal que impulsa y atrae a muchas personas calificado por muchos como un don innato.

 

En atención a esa consideración y debido también a su sagacidad y trabajo político, Elkin Bueno, ha sido hasta ahora el único ciudadano barranqueño que ha logrado ser elegido tres veces como alcalde municipal de Barrancabermeja.  Elkin Bueno es el tradicional hijo de un trabajador petrolero, que por allá en los años 70 cursó sus estudios primarios en las Escuelas de ECOPETROL en el barrio El Parnaso, posteriormente, ingresa al Instituto Técnico Industrial y desarrolla allí sus estudios de secundaria, logrando, a comienzos de los años 80, su título de bachiller.

 

Desde esa época, siempre lo identificaron como un muchacho vivo, despierto, astuto, pero a la vez amable y con un amplio carisma que le sirvió para cosechar muchas amistades en los barrios Palmira y El Recreo, donde se desarrolló su niñez y juventud.

 

Se graduó de bachiller en el año de 1981, pero no se decidía por estudiar ninguna carrera profesional, pese a que su papá, de nombre Saúl Bueno, era pensionado de ECOPETROL y tenía, por cuenta de la compañía, derecho a un Plan Educacional que le permitía financiar los estudios universitarios de sus hijos.

 

Elkin duró casi dos años en tomar la decisión para elegir su carrera y como pasaban los días y el muchacho iba creciendo y necesitaba algún dinerito para sus rumbas de juventud, aprovechó que, muy cerca de su casa, vivía un estilista de nombre Freddy Badel y de él, (de Freddy), aprendió el arte de cortar cabello, convirtiéndose rápidamente en un peluquero, que a domicilio prestaba sus servicios a muchas señoras, jóvenes y niñas de los barrios Inscredial, El Recreo y Palmira.

 

Fueron muchas las personas que por allá a comienzos de los años 80 conocieron los servicios de Elkin Bueno como estilista profesional, pero al final, después de casi (2) dos años de estar cortando pelo, anocheció, pero no amaneció.

 

Elkin se había ido para la ciudad de Bucaramanga a estudiar Derecho y Ciencias Políticas en la Universidad Santo Tomás y nunca más se volvió a saber de él, excepción de su familia, con la que mantenía permanente comunicación telefónica.

 

Pasados (5) cinco años, y cuando ya nadie se acordaba de sus andanzas, Elkin reapareció en la ciudad de Barrancabermeja, pero un escenario totalmente diferente.

 

Llegó a prestar sus servicios profesionales, como estudiante en práctica de derecho a la Oficina Jurídica de la Inspección de Tránsito, pues no se había graduado aún de abogado.  Para esa época, (finales de los años 80), en Barrancabermeja mandaba el movimiento político Frente de Izquierda Liberal Auténtico FILA que seguía las orientaciones de los doctores Horacio Serpa Uribe y José Arístides Andrade.

 

Quienes vivieron esa etapa de la vida barranqueña, entre ellos el periodista Pedro Severiche, decían que en la ciudad «no se movía la hoja de un árbol sin la autorización y el consentimiento de esa organización política».  De manera que la Inspección de Tránsito de Barrancabermeja era manejada por el FILA y si Elkin Bueno llegó a esa dependencia, era precisamente, porque tenía el aval de ese movimiento.

 

Muy pronto Elkin se hizo más popular que los propios directores de Tránsito que dirigían esa dependencia, pues desde allí comenzó a «hacer favores» que consistían, básicamente, en invalidar las sanciones que los agentes imponían a los conductores, especialmente las multas que, muy discretamente, no se hacían efectivas, lo que le valió el cariño y el afecto de muchos infractores que veían en él a «un bacán» que los sacaba del apuro de tener que pagar altas sumas de dinero.

 

La fama de Elkin iba creciendo. No era raro en esa época oírle decir a la gente que en la Tránsito había llegado «un pelao buena gente» que anulaba los comparendos…  Esa fama y por supuesto una ambición que nadie percibía, lo llevaron a las barras del Concejo Municipal, en donde muy rápidamente se fue colando hasta llegar al propio seno de los dirigentes del FILA, llegando a conquistar corazones como el de Don Henry Muñoz, Arístides Andrade, Juan de Dios Alfonso, Rafael Fernández, pero muy particularmente el sentimiento del jefe grande, Horacio Serpa Uribe.

 

Por su juventud, sus buenos modales, su astucia y su arrollador carisma tuvo acceso, como pocos, al propio hogar de Horacio y Rosita en el barrio Yariguíes.  Ya para esa época Horacio Serpa era congresista y gran parte de su tiempo la pasaba en la capital del país atendiendo compromisos políticos del orden nacional.   En atención a esa consideración, cuando Serpa arribaba a Barrancabermeja un grupo muy reducido de personas eran los que tenían un contacto directo con él, las que le «informaban» de lo que aquí estaba pasando en nuestra ciudad.

 

Para sorpresa de muchos, Elkin Bueno formaba parte de ese círculo, quizás por su carisma, su juventud y porque hasta el momento no despertaba ninguna sospecha.  Así las cosas, dicen quienes fueron testigos de los hechos, que Elkin Bueno prácticamente le «cargaba el maletín» al doctor Serpa durante sus estadías en Barrancabermeja, situación que fue acrecentando la confianza entre el maestro y el alumno.

 

Precisamente, como el FILA era la organización política por excelencia en la ciudad de Barrancabermeja, todo el poder del Estado descansaba sobre ese grupo político, que manejaba absolutamente toda la burocracia municipal, departamental y nacional con representación en la capital petrolera de Colombia.

 

En el plano municipal el FILA manejaba la Alcaldía y todas las secretarías del despacho, además tenía una amplia y permanente mayoría en el Concejo Municipal que nunca bajó de 7 representantes en la Corporación Edilicia, eso le daba el control absoluto del legislativo local y por supuesto cuotas de poder en la Personería, Contraloría y en general en todos los organismos de control del Estado a nivel municipal.

 

Las Juntas de Acción Comunal formaban parte del movimiento y a sus miembros se les exigía absoluta fidelidad a la organización so pena de no recibir recursos para sus barrios o veredas.   Todos los gremios del sector privado en Barrancabermeja estaban a los pies del FILA.   No era raro entonces que la Cámara de Comercio, Fedagro, Cafaba, Fundesmag y cuanta organización existiera en Barrancabermeja estuviera bajo su control.

 

De otro lado, como ya Juan de Dios Alfonso era diputado a la Asamblea Departamental, el FILA también manejaba cuotas de poder departamentales, de manera que un representante de esa organización política era normalmente nombrado como gerente de la Lotería de Santander o de la Licorera o Secretaría a nivel departamental.

 

No se escapaba de ese control burocrático la Empresa Electrificadora de Santander que con Hernán Uribe (primo de Serpa) como gerente general y Jorge Norberto Ferreira como gerente local, también formaban parte de ese escuadrón político imbatible en época de elecciones.

 

Los tentáculos abarcaban a todo el sector bancario, cuyos gerentes, por unanimidad se unían con beneplácito a las filas serpistas, en esa época liderados por don Víctor Corzo y doña Esperanza Camargo de Mora.

 

Como si fuera poco el FILA manejaba totalmente la planta del magisterio tanto a nivel nacional, departamental como local, de manera que hasta el nombramiento de una maestra en la vereda Punta del Palo, por allá en lo más recóndito del Magdalena Medio, tenía que pasar por el riguroso filtro de esa organización política.

 

Don José Arístides Andrade, desde su posición de Representante a la Cámara y posteriormente como Senador, también reclamaba amplias cuotas de poder, que, por supuesto, se reflejaban en el Instituto del Seguro Social, Inurbe, Telecom y hasta la propia ECOPETROL, que aunque aparentaba ser manejada con un criterio técnico, no escapa del apetito burocrático de Hugo Serrano Gómez, que también formaba parte del movimiento.

 

Así que cuando se llevaban a cabo las elecciones para elegir alcaldes en todo el territorio nacional, en Barrancabermeja se presentaba una situación atípica y era que el alcalde no se elegía el día de las elecciones, sino 6 meses antes «a dedo» por cuenta de Horacio Serpa y Arístides Andrade, de tal manera que cuando el candidato del FILA participaba en las elecciones, arrasaba como una aplanadora a cuanto candidato se le atravesara por el camino.

 

Sin embargo, frente a todo este adverso panorama Elkin Bueno toma la iniciativa de separarse del FILA  y se lanza de manera independiente a la Alcaldía de Barrancabermeja, logrando una hazaña que hasta ese momento nadie hubiera podido imaginar: ganas las elecciones municipales de 1992.  Entre quienes llegaron a respaldarlo como sus primeros amigos en la campaña sobresalieron: Pedro Osorio (comerciante),  Germán Sandoval (comerciante),  José Agustín Quecho (técnico en telefonía),  Jorge Guarnizo (comunicador organizacional),  Martha Pico (vecina del barrio El Recreo),   Nixon Salcedo (médico),  Oscar Rubio (quien se desempeñaba como Gerente de Foto Japón),  Justiniano Botero (comerciante),  Claudia Metrobia Calvo Bautista (abogada),  Ruth Chávez (arquitecta),  Elkin Arango (supervisor de ECOPETROL),  Alix Mármol (Ama de casa),  El profesor Abadía (maestro de español y literatura),  Gilberto Viloria (a quien llamaban El Samario y en esa época era propietario de un restaurante),  Edgar Arrieta (un artista que se desempeñaba como mimo por las calles de Barrancabermeja),  Cecilia Martínez Espinosa (Ama de casa),  Leonardo González (profesor de ajedrez),  William Vicuña (abogado),  Carlos Martínez (hijo del médico Carlos Martínez) y una muchacha muy humilde que ya era conocida por la comunidad del barrio Miraflores de nombre Yidis Medina.

 

Una vez gana la Alcaldía, solo dura en el cargo año y medio porque fue demandado ante la Procuraduría General de la Nación por haber despedido de sus puestos de trabajo a mas de 80 trabajadores, según el organismo de control, de manera injusta.

 

Sin embargo, a Elkin Bueno se le reconoce el haber sido el impulsor del Programa Alimenticio, programa bandera de su primer gobierno que alimentó a más de 25 mil niños de los sectores más deprimidos de la ciudad de Barrancabermeja.

 

También se le recuerda porque construyó y modernizó los puestos de salud de Barrancabermeja que vinieron a reemplazar al Hospital San Rafael que viene atravesando una grave crisis económica.

 

Posteriormente, vuelve y pone su nombre a consideración del pueblo barranqueño para las elecciones del año 1997 logrando ser elegido nuevamente alcalde de Barrancabermeja.  En su segundo mandato puso especial énfasis en el empleo, la vivienda y la participación, alcanzando importantes logros para el desarrollo de nuestra ciudad.

 

Elkin Bueno Altahona nació el 29 de diciembre de 1965, en el hogar conformado por don Saúl Bueno y doña Baudilia Altahona, de cuya unión hay 3 hijos (Elkin, Henry y Mónica).

 

Casado con la doctora Yinedlay Fernández Núñez, tienen 2 hijos.

 

 

(69) Yolanda Becerra Vega

Yolanda Becerra es fundadora y directora de la Organización Femenina Popular OFP de Barrancabermeja, la más importante ONG de la región, reconocida a nivel nacional e internacional por su valor, su elocuencia y su compromiso. Yolanda también ha tenido un liderazgo enorme en el Movimiento de Mujeres Contra la Guerra y las iniciativas de este proceso.

 

La OFP es una organización femenina popular, creada por una propuesta de la Iglesia Católica en el año de 1972. A partir de 1988 se convirtió en organización autónoma y desde 1995 extendió sus actividades a la región del Magdalena Medio, desarrollando proyectos en las áreas de economía solidaria, educación y formación, salud, atención a jóvenes estudiantes de escasos recursos, mujeres desplazadas, seguridad alimentaria, construcción y reconstrucción del tejido social.

 

La Organización Femenina Popular es una organización que tiene 37 años de proceso en Barrancabermeja, Magdalena Medio y ahora desde el año 2000 en algunas regiones del país. La organización nace como una puerta a la problemática y al momento político en que se conforma.

 

La OFP es una organización de los barrios populares que decidió reunirse para transformar la realidad que en ese momento estaban viviendo y que continúan viviendo durante todos estos 37 años, reivindicando los derechos humanos, económicos, sociales, culturales, civiles y políticos de las mujeres.

 

Vale la pena recordar que Barrancabermeja fue la ciudad que estrenó la estrategia de la ocupación paramilitar a sangre y fuego y que quienes protagonizaron la resistencia a los paras fueron las mujeres de la OFP, dirigidas por Yolanda Becerra, enfrentando amenazas de muerte constante.

 

 

(70) Romelia Reyes de Martínez

Conocida en la ciudad de Barrancabermeja porque ha entregado su vida, su corazón y todos sus esfuerzos en sacar adelante la Fundación Amor y Alegría para Niños Especiales, (especialmente dedicada a los menores de escasos recursos económicos).

 

El objetivo de la fundación es dar apoyo a 180 niños de la ciudad de Barrancabermeja que tienen discapacidades mentales, síndrome de down, a través de actividades deportivas, artísticas, lúdicas.

 

Doña Romelia es una mujer de 74 años incansable en esta hermosa labor. Al dedicar su vida a los niños especiales ella enorgullece a nuestra ciudad, dándonos posibilidad de continuar desarrollándonos en el campo social para los más necesitados.

 

En el año 2000, doña Romelia recibió el Premio Nacional «Mujer del Año CAFAM»

 

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