El «Verídico», el personaje más controvertido en redes sociales en B/bermeja

Su nombre de pila es Elver Marín Quiroga, tiene 37 años de edad, es barranqueño de «pura cepa», hijo de don Belisario Marín Salazar, un comerciante de verduras de la Plaza de Mercado Central, ya fallecido.  

Su niñez la pasó allí en esa plaza, en el sector donde tenía su venta de queso y suero don Servio Tulio Acuña.

Estudió la primaria en el Instituto Antonio Nariño y el bachillerato en el Colegio Gimnasio Moderno, que funcionó hace muchos años en el barrio Palmira, donde conoció al profesor y también locutor Pedro Salazar Bueno, al que goza imitando en la voz, por su particular estilo cuando se dirige a los estudiantes.

El Verídico (o sea Elver Marin) se graduó de comunicador social en el Instituto Universitario de la Paz y dice que, una vez de egresado, «se cansó de suplicar en los canales locales de televisión que le ofrecieran un empleo».

Cansado de no hallar trabajo, decidió montar su propia microempresa, un «emprendimiento» (como lo llaman hoy) y fundó, por las redes sociales, El Verídico un fenómeno de popularidad en Facebook, que en menos de 5 meses ha logrado vertiginosamente más de 50.000 seguidores, montando una estrategia que le ha servido para aumentar su popularidad: estar en el lugar de la noticia, en vivo, y transmitir desde donde se presenta el suceso, la información del momento.

Su audacia, su llegada rápida al sitio de los acontecimientos, el dramatismo como transmite cada crimen, cada accidente, cada tragedia, generó que algunos medios de comunicación reorganizaran su planta de reporteros para «no perder sintonía» frente al Verídico y también, por aparte, varios periodistas comenzaron a criticarlo por la forma como presenta las noticias en Facebook Live.

Estilo que causa polémica

Al Verídico le critican su imprudencia y la forma como pide «like» a sus seguidores, muchas veces en medio del dolor familiar de las víctimas.

Sin embargo, sus más de 50.000 seguidores en Barrancabermeja lo apoyan incondicionalmente y para ellos el Verídico es su «líder» que les dice la verdad que los otros medios «callan».

En medio de la polémica que genera el Verídico por la forma de transmitir las noticias, se ha conocido que algunas redes sociales desde los Estados Unidos, le han propuesto pagarle dinero por cada una de sus publicaciones, debido, precisamente, a la popularidad que ha generado su vertiginoso crecimiento en las redes que atraen diariamente más seguidores, hecho que para los dueños de las redes les significa más ingresos.

Qué se debe hacer y que no

Algunos analistas expertos en comunicación han sugerido que lo peor que pueden hacer periodistas y comunicadores en la ciudad es insultar y ofender por las redes sociales al Verídico.

Atacarlo no aporta nada y – por el contrario – despierta la solidaridad de muchos de sus seguidores que día a día son más numerosos.

La recomendación más apropiada es que la Alcaldía Distrital de Barrancabermeja en unión con el Instituto Universitario de la Paz y el acompañamiento de agremiaciones de periodistas como la APB y Copermag, organicen conferencias y seminarios de instrucción sobre manejo de información en las redes sociales, para todas aquellas personas o entidades que en la ciudad las usen, sepan cuáles son sus derechos, pero también cuales sus deberes y obligaciones.

De momento, Elver Marín, el Verídico, se ha convertido en un fenómeno en las redes, por supuesto, controvertido.

El Verídico le dijo a Barrancabermeja Virtual que «quiere vivir en paz, que lo dejen trabajar en lo que más le apasiona: el periodismo».

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