En Barrancabermeja muchas familias de ex trabajadores petroleros se ilusionaron ante el supuesto desenbolso de dinero.
Bernardo Morales, el ex juez 23 del Circuito de Bogotá, que había ordenado a Ecopetrol el pago de $ 2 billones de pesos a Foncoeco, fue condenado por el Tribunal Superior de Bogotá por considerar que «se extralimitó en sus funciones» al poner practicamente en jaque a la Empresa Colombiana de Petróleos, Ecopetrol, que en su momento apeló la decisión reiterando que «si pagaba la condena iba a perder todas las utilidades de un año de trabajo, perjudicando a 370.000 accionistas».
Según las investigaciones de la Fiscalía, la millonaria condena fue irregular pues mientras un primer peritaje reflejó que las utilidades que les debían a los empleados eran superiores a los $ 3 millones de pesos, el juez Bernardo Morales ordenó un segundo peritaje con el que luego concluyó que el pago debía ser de $ 541.833 millones de pesos, por trabajador, que para la época de los hechos alcanzaba la astronómica suma de más de $ 2 billones de pesos.
La apelación le correspondió a la Sala Civil del Tribunal Superior de Bogotá, que el 22 de junio del 2011 absolvió a Ecopetrol del pago.
A las autoridades les llamó la atención que el juez firmó la sentencia el último día del calendario judicial (16 de diciembre del 2005). Luego del fallo se pensionó y se fue del país.
Por estos hechos, la Fiscalía acusó a Morales por los delitos de prevaricato por acción, prevaricato por omisión y falsedad ideológica en documento público.
Los hechos de la investigación contra el ex juez Bernardo Morales se remontan al año 1962, cuando la Junta Directiva de Ecopetrol (en el gobierno del ex presidente Guillermo León Valencia), les dio a sus trabajadores, de manera discrecional, una participación en sus utilidades.
Los pagos se giraron hasta el año 1975, cuando Ecopetrol los dejó de cancelar por impedimentos judiciales.
Dos décadas después, 28 pensionados demandaron reclamando el pago por medio del Fondo Cooperativo Multiactivo de Participación de Utilidades de Trabajadores de Ecopetrol (Foncoeco) que exigían el saldo restante y las ganancias con sus respectivos rendimientos hasta 1997.
En Barrancabermeja muchas familias de ex trabajadores petroleros se ilusionaron ante el supuesto desenbolso de dinero.
