En el siglo del conocimiento, Barrancabermeja necesita buenos maestros.
(Informe Especial)
Llama la atención que todo el mundo desearía el mejor maestro para sus hijos, pero muy pocos quieren que sus hijos sean maestros, lo que evidencia la contradicción que reconoce por un lado la importancia transcendental de los maestros, pero por el otro, la injusta desvalorización como profesionales de segunda o tercera categoría. Así las cosas, debe quedar absolutamente claro que en Barrancabermeja, si queremos acabar con los moto taxistas, los vendedores de minutos en celular, la mendicidad, la prostitución y tantas formas de pobreza que vemos, primero debemos acabar con la pobreza de la educación y con la pobreza de los educadores.