Dan cuenta que Carlos Julio Ropero, antes de poner fin a su vida, pagó su ataud en la Funeraria Foronda.
La ciudadanía de Barrancabermeja aún no sale de su asombro luego de que versiones de prensa dieran cuenta que el comerciante Carlos Julio Ropero, horas antes de poner fin a su vida, visitó las instalaciones de la Funeraria Foronda, (calle 49 con carrera 15) y en medio de la más absoluta frialdad, pagó por adelantado los gastos de su propio funeral. —»No se preocupe señor Foronda yo ya estoy viejo y muy pronto me voy a morir»—, le dijo Carlos Julio Ropero al propietario de la funeraria al momento de cancelar los costos de las que serían sus honras fúnebres. Posteriormente, según se ha podido establecer, el occiso se dirigió a una ferretería cercana al lugar y se compró un lazo, tomando rumbo hacia su establecimiento comercial en el sector del muelle, donde minutos después puso fin a sus días, colgándose a un árbol.