El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha emitido un pronunciamiento contundente respecto a la situación política y de derechos humanos en Venezuela, marcando una postura crítica pero equilibrada frente a los recientes acontecimientos en el país vecino.
La detención de Carlos Correa, un reconocido defensor de los derechos humanos, y de Enrique Márquez, un destacado líder progresista venezolano, ha generado preocupación en la comunidad internacional y ha sido una de las principales razones por las cuales Petro ha decidido no asistir personalmente al acto de posesión de Nicolás Maduro.
El presidente colombiano subrayó que la solicitud de Colombia para garantizar la máxima transparencia en las pasadas elecciones venezolanas no fue atendida, a pesar de que esta petición fue planteada en diversos espacios de diálogo, tanto en Europa como en Venezuela y los Estados Unidos.
Petro afirmó de manera categórica que las elecciones en Venezuela no fueron libres y que resulta imposible hablar de elecciones democráticas mientras persistan los bloqueos económicos y políticos.
Gustavo Petro reiteró su rechazo a políticas que busquen el aislamiento de Venezuela.
Para el mandatario colombiano, los lazos históricos, culturales y familiares entre ambos países son irrompibles, y cualquier intento de romper relaciones diplomáticas sería un acto de brutalidad que solo beneficiaría a las mafias fronterizas y agravaría la crisis humanitaria que afecta tanto a venezolanos como a colombianos.
Petro dejó claro que cualquier diferencia entre los gobiernos no debe traducirse en un distanciamiento entre los pueblos. En este sentido, aseguró que Colombia no romperá relaciones diplomáticas con Venezuela ni intervendrá en sus asuntos internos sin una invitación expresa.
Sin embargo, hizo un llamado urgente al respeto por los derechos humanos en Venezuela, un compromiso que, según él, debe ser innegociable para cualquier sociedad que aspire a ser justa y democrática.
El presidente colombiano destacó que las fuerzas progresistas de Colombia seguirán colaborando y manteniendo lazos de amistad con sus contrapartes venezolanas.
Promover un gran diálogo político y social
Este acercamiento tiene como objetivo promover un gran diálogo político y social que no solo restaure la paz en Venezuela, sino que contribuya a la estabilidad regional. Para Petro, la libertad de los pueblos es la piedra angular de cualquier movimiento progresista auténtico.
Asimismo, Petro enfatizó que no puede reconocer unas elecciones que no fueron libres y transparentes, aunque expresó su esperanza de que en el futuro puedan celebrarse procesos electorales sin bloqueos ni intimidaciones internas.
Además, rechazó la idea de que la permanencia en el poder en Venezuela esté ligada a concesiones petroleras a intereses extranjeros, señalando que nunca aceptaría una propuesta de tal naturaleza.
En su pronunciamiento, el presidente colombiano recordó el legado de Simón Bolívar, quien luchó por una región democrática y soberana.
Petro advirtió que las acciones de ciertos sectores de la política norteamericana parecen contradecir ese legado, al fomentar divisiones internas y alentar políticas que perpetúan la crisis en Venezuela.
Libertad para todos los presos políticos
Finalmente, Gustavo Petro hizo un llamado directo por la libertad de todas las personas detenidas por razones políticas en Venezuela. Subrayó que sólo mediante el diálogo interno y el respeto irrestricto a los derechos humanos se podrá alcanzar una verdadera soberanía popular y una estabilidad duradera en el país.
Este pronunciamiento no solo refleja una postura crítica hacia el gobierno venezolano, sino también una voluntad firme de mantener el diálogo y la cooperación como herramientas esenciales para resolver los desafíos políticos y humanitarios que enfrenta la región.
Petro reafirma así su compromiso con los valores democráticos y con la construcción de una América Latina más justa y unida.
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