
La Supersalud abre investigación formal contra el Hospital Universitario de Santander por presuntas irregularidades en contratación y afectación a pacientes críticos
La Superintendencia Nacional de Salud ha abierto una investigación formal contra el Hospital Universitario de Santander (HUS), tras recibir una denuncia de la Veeduría Ciudadana Activa Santandereana, liderada por el veedor Ramiro Vázquez.
La queja, presentada ante las autoridades competentes, alerta sobre presuntas irregularidades en los procesos de contratación del hospital, entre ellas la prestación de servicios médicos especializados sin contratos legales vigentes y la falta de insumos esenciales en áreas críticas.
Según la denuncia, desde el pasado 1 de febrero la empresa Santander Medical Group S.A.S., representada legalmente por Joaquín Fernando González, ha venido operando dentro de las instalaciones del HUS, ofreciendo servicios de alta complejidad como angiografía y hemodinamia, sin contar con un contrato formalmente suscrito con la institución.
Esta situación fue puesta en conocimiento de la Superintendencia, la cual, mediante una circular informativa, comunicó la apertura del proceso al gerente del hospital, Ricardo Arturo Hoyos.
¿En que consiste la gravedad de la denuncia radica ?
La gravedad de la denuncia radica en que se estarían comprometiendo los derechos laborales del personal asistencial, quienes, según la veeduría, están trabajando sin contrato, y la seguridad de los pacientes, especialmente aquellos que padecen enfermedades cardiovasculares o requieren procedimientos de alta complejidad.
«Estamos ante una clara vulneración del marco legal y del principio de legalidad en la contratación pública», afirmó Ramiro Vázquez, vocero de la veeduría.
La situación se agrava aún más con la revelación de que no existe registro alguno de contratación en plataformas oficiales como el SECOP (Sistema Electrónico para la Contratación Pública).
Esto no solo constituye una falta de transparencia administrativa, sino que también podría exponer al hospital a demandas judiciales por daños y perjuicios, tanto de parte del personal médico como de los pacientes afectados.
La Supersalud también ha puesto bajo lupa la falta de renovación del contrato para la adquisición de insumos y materiales quirúrgicos, el cual expiró el pasado 28 de febrero.
Desde entonces, el hospital opera sin un suministro adecuado de elementos básicos, situación que ha comenzado a generar un impacto crítico en la atención médica, particularmente en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales.
“Los bebés no están recibiendo pañales ni otros insumos esenciales. Los empleados están haciendo recolectas entre ellos para comprar lo que pueden. En muchos casos, los familiares deben salir corriendo a buscar lo necesario en droguerías cercanas”, denunció Ramiro Vázquez.
Vulneración de derechos fundamentales
Este tipo de irregularidades no solo atentan contra la calidad del servicio hospitalario, sino que representan una posible vulneración de derechos fundamentales, como el acceso a la salud y la dignidad humana.
La situación también pone en entredicho la gestión administrativa del HUS, una de las instituciones médicas más importantes del nororiente colombiano.
La Superintendencia Nacional de Salud ha solicitado al gerente del HUS una respuesta inmediata con los soportes jurídicos y contractuales de todas las actividades prestadas por terceros dentro del hospital.
Asimismo, se espera que se adelante una auditoría detallada para esclarecer el alcance de las irregularidades.
Por ahora, la comunidad médica y los usuarios del HUS permanecen en estado de alerta, mientras se esperan decisiones de fondo por parte de la autoridad sanitaria.
El caso se convierte en un nuevo ejemplo de cómo la falta de control y vigilancia en el sector salud puede traducirse en consecuencias directas para los ciudadanos más vulnerables.