Inicio Noticias Varias Tercerización de los puestos de salud es igual a privatización, advierten usuarios.

Tercerización de los puestos de salud es igual a privatización, advierten usuarios.

(Por cuenta de la controvertida privatización se preveé que en la Ciudad Futuro los profesionales de la salud tendrán salarios más bajos).

Con las mismas terminologías y expresiones que usualmente utilizan tecnócratas representantes del «neoliberalismo económico», el alcalde de Barrancabermeja, Elkin Bueno Altahona, a través de su representante en la Empresa Social del Estado (ESE), Carlos Alberto Sanmiguel Evan, reiteraron que la «tercerización» (o privatización) de los puestos de salud obedece, fundamentalmente, «al deseo de ofrecer servicios más eficientes a la comunidad» debido a que el propio Estado, directamente, es incapaz de brindarlos a las comunidades menos favorecidas en nuestra ciudad.

 
Sin embargo, las declaraciones del gerente de la ESE fueron interpretadas, de inmediato, como el reconocimiento por parte de la propia Alcaldía en admitir su pésima gestión administrativa por cuenta de una fronduosa y extendida burocracia que muchos llaman «ineptocracia» y su falta de visión empresarial que le prestan un flaco servicio a las comunidades pobres, de escasos recursos, que necesitan de atención primaria en estos puestos de salud.

Lo peor, es que el alcalde de Barrancabermeja Elkin Bueno Altahona, le ha entregado los puestos de salud a empresas cooperativas con orígenes encubiertos que proceden de representantes políticos del antiguo movimiento Convergencia Ciudadana, hoy PIN, (Partido de Integración Nacional), y que en la actualidad, lejos de llegar a convertirse en una solución eficiente a los problemas de salud de la gente pobre, por el contrario, han sido objeto de escándalos, rechazados tajantemente por la comunidad, por cuenta de la voracidad con la que se embolsillan los recursos de la salud y que muestra un escenario en donde ellas, (las cooperativas), aparecen poseedoras, de la noche a la mañana, de fortunas multimillonarias y la gente de escasos recursos económicos, por el contrario, sufriendo las penosas consecuencias de un servicio en donde el enfermo NO es un PACIENTE, sino un CLIENTE.

Las cooperativas de trabajo asociado manejadas por terceros y los sindicatos, son empresas creadas para hacer negocios y no para atender a los pacientes.

A lo anterior se suma el hecho de que estas empresas privadas prestadoras de servicios de salud, interesadas más en el lucro, (es decir las ganancias económicas netas), que en brindar una alternativa social humanitaria a los más pobres, buscan mano de obra barata, lo que trae como consecuencia el pago de salarios de hambre a médicos, odontólogos, bacteriólogos, enfermeros y en general a todo el personal paramédico de sus nóminas y no prestar los servicios adecuadamente, sino apoderarse de los recursos de los pobres.

¿Y que dicen los representantes de la izquierda democrática en Barrancabermeja?

Uno de los hechos que más ha llamado la atención en las últimas semanas es el silencio «sepulcral» que mantienen los representantes de la llamada izquierda democrática del puerto petrolero frente a este proceso de «tercerización» (o privatización) que impulsa la administración de Bueno Altahona en los puestos de salud de Barrancabermeja.

Diputados como Roberto Smallbach Cruz, del Polo Democrático, que cuenta con una alta votación entre los sectores populares del puerto petrolero y que otrora fungía como «defensor de los intereses de las clases menos favorecidas», ha guardado total hermetismo frente a la tercerización de los puestos de salud por parte de Bueno Altahona, posición que le ha costado ser blanco de duras críticas desde diferentes sectores de la comunidad que, decepcionadas, recuerdan como se rasgaba las vestiduras cuando las privatizaciones «lo tocaban directamente» en Ecopetrol y en Fertilizantes pero no ahora en los puestos de salud.

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