(Por: Edgar Daniel Rodao).
Su nombre completo es Javier Bahamón Fuentes, a punto de cumplir 48 años de edad, barranqueño de pura cepa, nacido y criado en el barrio Provivienda, le correspondió vivir una niñez llena de limitaciones por cuenta de la pobre situación económica de su familia. Sin embargo, pudo más su deseo de superación, su constancia y disciplina que, finalmente, lo han llevado a ser uno de los mejores trompetistas salseros del país. Hoy, este barranqueño que nunca olvida su tierra, vive, por cuenta de la música, dándole la vuelta al mundo, paseándose por ciudades como Miami, Nueva York, México, Madrid, París, Lóndres y en cualquier rincón del planeta en donde se oiga y disfrute la música del Grupo Niche.
JAVIER BAHAMÓN, UN TROMPETISTA BARRANQUEÑO QUE RECORRE EL MUNDO CON SU MÚSICA.
(Por: Edgar Daniel Rodao).
Esta vez tuve suerte. De no haber contactado a Javier Bahamón el pasado jueves 21 de junio para que me concediera esta entrevista, hubiera sido imposible localizarlo en Colombia porque, precisamente, estaba preparando maletas debido a una gira con el Grupo Niche que incluye, por priemra vez al Reino de Marruecos en el continente africano, además de una serie de paises europeos en donde esta mundialmente conocida agrupación musical colombiana aspira a presentarse en la temporada de verano, época en que la comunidad latina, allá, aprovecha para bailar, gozar y parrandear.
Javier, deberá cruzar el océano Atlántico, en un viaje intercontinetal que entre Bogotá y el aeropuerto de Barajas en Madrid (España) dura casi 14 horas, haciendo escala técnica en Caracas (Venezuela).
Debido al viaje, pero especialmente por la inmensa cantidad de compromisos musicales que lo mantendrán absorto con el Grupo Niche por las próximas semanas, acordamos desarrollar este diálogo antes de su periplo por el viejo continente.
Nacido el 25 de septiembre de 1964, en el barrio Provivienda de Barrancabermeja. Javier Bahamón, como la gran mayoría de barranqueños, fue el resultado de la mezcla de dos culturas regionales distintas que en Barrancabermeja terminan fundiéndose como en muy pocos lugares del país. En su caso fueron la unión de un señor opita con dama una costeña.
Su padre de nombre, Roberto Bahamón, es de Neiva (Huila) y su madre, doña Aida Fuentes, es nacida en la isla de Mompox (departamento de Bolívar) pero con orígenes en Guamal (Magdalena), siendo prima hermana del fallecido compositor ‘guamalero’, José Garibaldi Fuentes Mejía, de donde
Javier supone proviene la vena artística y musical que lleva desde niño.
EDGAR RODAO: ¿Cómo está conformada su familia?
JAVIER BAHAMON: Edgar, además de mis padres, que, gracias a Dios los tengo con vida y viven en Barrancabermeja, tengo dos hermanos, una hermana de nombre Sandra, que es ingeniera de sistemas y trabaja con Cavipetrol y un hermano que se llama Willington que es funcionario de la empresa Ferticol. Soy casado con una mujer que me ha hecho feliz llamada, Idaly Pineda, y con ella tengo 4 hijos, Luís Javier (de 27 años), María Fernanda (años 26 años), Anderson (24 años) y una pequeña bebita de apenas 4 años llamada Gabriela que es la consentida de todos.
ED: ¿Cómo se inició usted en la música, y cuénteme si es cierto que el sentimiento por la música forma parte del ADN de una persona?
JB: Edgar, yo no tengo la prueba científica de que el sentimiento por la música forme parte del ADN de una persona, pero en mi caso personal lo único que si le puedo afirmar, con toda seguridad, es que la música me ha apasionado toda la vida por sobre todas las cosas. Por ejemplo, a manera de anécdota le cuento que en Barrancabermeja, en el barrio Provivienda, en donde se desarrolló mi niñez y parte de mi juventud «me inicie en la música», (y lo digo entre comillas) tocando percusión con tarros viejos de leche Klim. (risas … risas … risas).
ER: ¿Con tarros viejos de leche Klim?
JB: Claro que si, porque ni la pobreza fue obstáculo para que yo no me apasionara con la música. Entonces nos uníamos 3 niños de mi edad, uno tocaba los tarros viejos de leche Klim, el otro fungía tocar una guacharaca con la boca y yo, que siempre soñaba con ser acordeonero vallenato, diseñaba una acordeón de cartón y nos creiamos todos unos artistas. (risas … risas … risas). ?
ER: ¿Pero cuénteme cuando comenzó ya en serio con la música?
JB: Le cuento que por esa época, en el sector nor oriental de Barrancabermeja, ya existían algunos músicos reconocidos en la ciudad. Me refiero a acordeoneros como Lucho Campillo y Alirio Resarte. Recuerdo que mi pasión por la música me llevaba a que los fines de semana, cuando Lucho Campillo armaba sus parrandas en cualquier casa del Primero de Mayo, yo permanecía, toda la noche, mirándolo tocar el acordeón, a través de las ventanas de las casas. También recuerdo que nunca dejaba de ver un programa de televisión que se llama «El Show de Jimmy», que en blanco y negro presentaba los mejores artistas de la época y siempre que veía a una orquesta interpretar su música yo añoraba también estar ahí.
ER: ¿Y qué pasó entonces?
JB: Que el día menos pensado Lucho Campillo, que ya sabía mi gusto por la música me dijo: «Oiga pelao se le mide a tocar la guacharaca» y yo, sin pensarlo dos veces, le dije que si. Al final de la canción me sentía el hombre más feliz del mundo. (risas … risas … risass). Pero, la verdad, con el correr del tiempo comprendí que en Barranca, por aquellos tiempos, faltaban oportunidades reales de capacitación para los músicos, me retiré del Colegio Camilo Torres y partí para la ciudad de Bucaramanga, en donde, por supuesto, habían más posibilidades de estudiar música.
ER: Llega a Bucaramanga y… ¿qué sucede después?
JB: Lo primero que hice fue continuar con mi bachillerato. Me matriculé en el Instituto Tecnológico Salesiano, Eloy Valenzuela de Bucaramanga y allí en ese colegio habían conformado una banda de marcha que contaba con una gran variedad de instrumentos de viento y claro, a mi que me apasionaba la música, lo primero que quise fue pertenecer a la nómina de músicos. Entonces comenzaron las primeras clases de gramatical musical y los profesores observaron que iba aprendiendo muy rápido. Un día, que estaba programada una presentación de la banda, no pudo asistir el estudiante que ejecutaba el bombo y entonces me dieron la oportunidad de reemplazarlo.
ER: ¿Cómo llega al estudio de la trompeta, que es el instrumento que finalmente lo lleva a usted un reconocimiento musical a nivel nacional?
JB: Todo comienza porque un día en el colegio en Bucaramanga llegó un pedido grande de instrumentos musicales nuevos que empezaron a ser repartidos entre los estudiantes que aspirábamos a continuar estudiando música. Yo quería en esa época estudiar saxofón, pero cuando comenzaron a repartir los instrumentos y llegaron al turno mío, solo quedaba una tuba y una trompeta. Al final me quedé con la trompeta, pero un profesor que conocía mi gusto por el saxo se me acercó y me dijo: «Javier quédate mejor con la trompeta porque los buenos trompetistas son escasos». Posteriormente inicié clases de música en una escuela pública del orden departamental que llamaban DICAS y que ayudó a la formación profesional de muchos músicos en el departamento y que, desafortunadamente, desapareció por falta de recursos. Fue una pérdida grande para la cultura y la música en el departamento.
ER: ¿Y cómo le fue al principio con la trompeta?
JB: Edgar, debo decirle que, por fortuna, a mi siempre me ha sonado bien la trompeta. Muchos dicen que es un don natural y a veces paso a creer que si, porque a lo largo de toda mi carrera como músico he podido ver que aunque los trompetistas cambien de boquilla (creyendo que de repente les va a sonar mejor la trompeta), nunca lo logran porque el timbre del instrumento siempre les sigue sonando igual. Pero, también debo advertirle, con toda seguridad, que el buen músico se hace con disciplina, constancia, estudiando mucho y teniendo siempre los pies sobre la tierra.
ER: ¿Algo que me llama la atención es saber como llegó a formar parte del Grupo Niche, la agrupación salsera colombiana de mayor reconocimiento a nivel internacional?
JB: Una vez me hago conocido en Bucaramanga, fui invitado a tocar con varias orquestas de la ciudad. Un día, conocí en la Discoteca Kalua, propiedad de don Roberto Janniot, al maestro Danny Jiménez, reconocido trompetista de fama internacional que estaba de visita en la ciudad. Le hablé con sinceridad y le manifesté mi deseo de participar en un taller musical dirigido por él. Entonces me dijo: «Tranquilo mulato, pásate mañana por el Hotel Chicamocha y te hago participe de un taller de trompeta». Sin pensarlo dos veces, al día siguiente fuí muy puntual a la cita y duramos casi 4 horas initerrumpidas de estudio. Al final, yo estaba asustado porque no sabía cuanto me iba a cobrar por las clases, pero mi sorpresa fue grande cuando no me cobró ni un peso y por el contrario me invitó a vivir a la ciudad de Cali.
ER: ¿Me imagino que usted le cogió la caña?
JB: Claro que si Edgar. Me fui para Cali y logré vincularme con una orquesta llamada ‘Alma del Barrio’ que era propiedad de unos sobrinos de Jairo Varela. Esa agrupación musical es como una especie de pre requisito para poder ingresar posteriormente al Grupo Niche. Con el tiempo me hice conocido con Jairo Varela y pude ingresar a su agrupación musical. Gracias a Dios y a mis servicios profesionales como músico llevo 16 años perteneciendo a Niche, logrando llevar la salsa colombiana a través de muchos paises en el mundo, no solo en Latinoamérica sino en los Estados Unidos, Canadá y muchos paises europeos. Incluso, estoy haciendo maletas para viajar en las próximas horas al Reino de Marruecos en Africa donde se va a presentar el Grupo Niche.
ER: ¿Que se necesita para ser buen músico o mejor dicho, que consejos le da usted a las nuevas generaciones de músicos en Barrancabermeja?
JB: Lo primero Dios, lo segundo disciplina, estudio y constancia y además estar siempre enfocado en un sueño y jamás perderlo de vista. Otra cosa muy importante es tener siempre los pies bien puestos sobre la tierra y ser portador de la más importante de las virtudes que es la humildad. También tener en cuenta que lo único verdadero es la familia.
ER: ¿Hace cuanto que no va a Barrancabermeja?
JB: Debo ser sincero con usted y decirle que al comienzo de mi carrera, cuando estaba en la etapa más dura del aprendizaje de la trompeta, fui un poco ingrato con mi tierra y me desligué por un largo tiempo de la ciudad porque el estudio del instrumento me absorbió por completo. Pero ultimamenete visito con bastante frecuencia a mi Barrancabermeja querida, la tierra de mi niñez y mi juventud y siempre asisto, sin falta, al Paseo del Rio a degustar un suculento sancocho de pescado que allá lo preparan maravillosamente. Muchas veces llego en un viaje expreso a Barranca solo para comerme un bocachico sudado con yuca y ñame y me regreso inmediatamente.
ER: ¿De verdad le fascina el sancocho de pescado? (risas … risas … risas).
JB: Vea Edgar, yo he tenido la oportunidad, por cuenta de la música, de cenar en los mejores restaurantes de la Gran Manzana (en Nueva York), en Miami, en Europa y en muchas partes del mundo y no cambio mi sancocho de pescado barranqueño. Su sabor es único y eso me lo puede confirmar cualquier barranqueño en cualquier parte del mundo. (risas … risas … risas).
ER: ¿A quienes recuerda usted con especial afecto en Barrancabermeja?
JB: En alguna ocasión tuve la oportunidad de trabajar en Barrancabermeja, por allá a comienzos de los años 90, con una orquesta que se llamaba Melodía y de allí conservo muy buenas amistades, especialmente la de don Efrén Jiménez y Emiro Surmay que, en esa época, me apoyaron mucho. Esos son detalles que uno nunca olvida.
ER: Ya para finalizar, una pregunta que siempre le formulo a mis invitados es sobre Barrancabermeja Virtual, ¿Qué opinión le merece esta radio por internet?
JB: Le voy a ser sincero, no había tenido la oportunidad de conocer este excelente proyecto de comunicación por internet, pero la verdad, me ha parecido excelente. Los felicito, creo que Barrancabermeja y los barranqueños en el mundo necesitábamos un medio de comunicación así por internet.
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BARRANCABERMEJA VIRTUAL. Entrevista concedida por el trompetista barranqueño, Javier Bahamón Fuentes el día jueves 21 de junio de 2012.
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