Inicio Noticias Especiales Advierten que concejal René Tordecilla irá a detención domiciliaria.

Advierten que concejal René Tordecilla irá a detención domiciliaria.

(Informe Especial).

 

Por cuenta de una resolución emanada de la Fiscalía 6ª delegada ante el Tribunal de Bucaramanga con fecha 30 julio 2.004 y que señalaba cargos contra el hoy concejal de Barrancabermeja, René Tordecilla Reina,  en la que se les dictaba medida de aseguramiento con detención domiciliaria que, posteriormente, confirmó la Fiscalía V Delegada ante el Tribunal Superior el 18 de Agosto del 2.008, resolución que quedó ejecutoriada, pero que Tordecilla no cumplió porque  en ese tiempo se voló del país, sería el motivo por el que la Fiscalía ahora ordenaría la captura del  nuevo presidente del Concejo Municipal de Barrancabermeja para el 2.015.  Aquí le contamos la historia.

 

René Tordecilla, audaz, intrépido… muy  atrevido.

La osadía del concejal de Barrancabermeja, René Antonio Tordecilla Reina, de hacerse elegir Presidente de la Junta Directiva del Concejo Municipal para el peído 2.015, con la complacencia y complicidad de las mayorías, no obstante la existencia de una sentencia condenatoria en su contra, provocó la ira y la indignación generalizada, no solo de personas vinculadas al ejercicio de la vida política local sino de personas dedicadas a otras actividades ajenas a la actividad pública.

 

Si bien es cierto que la sentencia se encuentra en apelación y ello le da un margen de «maniobra» para el ejercicio de su actividad política, también es cierto que, en el desarrollo de la actividad pública, existen criterios éticos que se deben tener en cuenta.

 

Pero, admitamos que para el seudocondenado y presumible presidente del Concejo Municipal de Barrancabermeja, la ética es una cabronada, solo utilizada por obispos, curas y monjitas de la caridad, lo que el doctor Tordecilla no puede esconder más, es que en su contra existe una medida de aseguramiento dictada por la Fiscalía 6ª delegada ante el Tribunal de Bucaramanga con fecha 30 julio 2.004 y que luego confirmaría la Fiscalía V Delegada ante el Tribunal el 18 de Agosto del 2008.

 

Sin embargo, René Tordecilla, en esa época, para eludir y burlarse de la justicia colombiana, decidió irse del país y se escondió, por  un tiempo, en las tierras del entonces presidente Hugo Chávez y posteriormente, en las bellas y cautivantes playas de Cartagena de Indias en la costa norte colombiana.

 

Esperando que la desmemoria de los barranqueños jugara a su favor, Tordecilla no apreció en escena por las calurosas calles del puerto petrolero.  Finalmente regresó, contando con la tutela de un buen músculo financiero de origen en el corregimiento El Centro, Ecopetrol.

 

Pero el tiempo seguía corriendo y para su desgracia un Juzgado de Descongestión lo condenaría, en el año 2.012, a más de 10 años de prisión, al pago de una multa millonaria y a la pérdida de los derechos políticos por el mismo tiempo.

 

Como ya se ha informado a través de este medio de comunicación y de muchos otros en la ciudad, la sentencia fue apelada pero «el expediente se desapreció entre el Juzgado y el Tribunal» y Tordecilla quedó «muerto de la risa», totalmente feliz.  Nadie encontraría el expediente. 

 

Hecha la ley, hecha la trampa.

Hay profesionales del Derecho que no se preocuparon, en su proceso formativo, de las grandes elucubraciones éticas, filosóficas, doctrinales y jurisprudenciales tan importantes en la adquisición de una sólida estructura mental para el ejercicio de la profesión.

 

Ellos, esos tristemente célebres profesionales del derecho, se entusiasmaron más con los senderos, vericuetos, atajos, lagunas y vacíos del mundo judicial, conscientes de que al ser expertos en ese frágil universo podrían eventualmente obtener éxitos inesperados.

 

Uno de ellos, en ese mundo, es el doctor René Tordecilla.  A la misma escuela «Reneciana», y en eso debemos ser francos, pertenecen otros abogados que han pasado por las oficinas asesoras de la Alcaldía Municipal de Barrancabermeja.

 

Así las cosas, arrogante, prepotente, impertérrito,  con la convicción propia de quienes se tienen en alta estima, nuestro circunstancial personaje, el audaz y próximo presidente del Concejo  no vaciló, recientemente, en decirle a un ex concejal de Barrancabermeja: «Usted, vale copa, no supo hacer las cosas bien, yo si».

 

Lo decía con razones. Logró hacerse elegir Presidente del Concejo Municipal para el año 2.015, entre un grupo de concejales. 

 

Con la ayuda de otros concejales abogados, socios en el manejo y distribución del presupuesto, «pudo probar» que mientras la dolorosa sentencia en su contra no estuviese debidamente «ejecutoriada» por haber sido apelada. él podría estar «vivito y coleando» en la Corporación edilicia.

 

Sus electores, comandados por el concejal aspirante a la Alcaldía, Pedro Luis Gómez quien dijo del seudo sentenciado que «era un líder honesto, merecedor de esa alta dignidad», hicieron gavilla para inmolar la ética pública y pasársela por la faja.

 

Por cuenta de esa desafortunada valoración a favor de René Tordecilla, al concejal Pedro Luís Gómez le importó un bledo sepultar su candidatura a la Alcaldía de Barrancabermeja. 

 

Perdiendo el sentido de la perspectiva, Pedro Luís se guio mas por la filosofía del oportunismo: «papaya puesta, papaya partida»

 

De todas formas, es posible los concejales de Barrancabermeja que votaron a favor de René Tordecilla hayan actuado «de buena fe» frente al formalismo legal.  Así de cruda esa esa visión legalista del Derecho.

 

Que las malquerencias y las broncas de sus enemigos políticos, adversarios acreedores electorales, los defensores de la dignidad y el ejercicio de la ética digan que «en una jugada maestra hizo desaparecer la sentencia en medio del intrincado y escabroso laberinto de mundo judicial», es algo que no le produce ni cosquillas, ni rubor, ni vergüenza a nuestro personaje.

 

Dicho en otras palabras, René Tordecilla  tiene el hígado para torear sospechas y cojones para no dejarse amedrantar. Salvo que le prueben, con fuerza, que está montado en una tarima carcomida por la desmemoria. 

 

René Tordecilla se pasó de calidad.

La provocación hecha por el seudo sentenciado con su aceptación a la Presidencia del Concejo Municipal de Barrancabermeja, provocaría en serie una cadena de reacciones en contra: la primera y más escueta llegó de otro abogado, este sí de sólida formación jurídica, Alfonso Eljach Manrique: «apague y vámonos«, dijo en señal de asombro el ex fiscal barranqueño. De otro talante aparecieron comentarios en las redes, tertulias y reuniones familiares.

 

Diro César González, director del periódico La Tarde, alto directivo a nivel nacional de la FLIP (Fundación para la Libertad de Prensa), avezado periodista local, diría en su periódico: “Burlando la Justicia, Concejal sentenciado es el nuevo presidente del Concejo».

 

Sin proponérselo, René Tordecilla pasaba a convertirse, por la rabia que generaba su vulgar desafío, en el jefe visible de la oposición contra la clase política atornillada en el Concejo Municipal.

 

De otro lado, el periodista, (escudero y socio de las operaciones delictivas de Tordecilla), quien fue investigado y también condenado, haciendo eco de la creencia de su gran logro le diría, en tono de arrogancia y soberbia a un colega suyo: «Desde el primero de enero volveremos a mandar en el Concejo, pásate por allá para tirarte una esquirla», para inmediatamente después, dejar dibujada en su rostro su bien marcada sonrisa de hiena.

 

Aparecen los documentos que Tordecilla creía perdidos.

Pero los fantasmas del pasado se revolcaron y salieron a la luz pública piezas procesales anteriores a la última sentencia proferida.

 

LA PRIMERA:  La resolución emanada de la Fiscalía 6ª delegada ante el Tribunal de Bucaramanga con fecha 30 julio 2.004  que señalaba cargos contra Tordecilla y su socio y les dictaba medida de aseguramiento con Detención Domiciliaria. En esa época el encartado, (Tordecilla), se movió rápido y apeló. No se iba a dejar recluir en su casa y quedar por fuera de su ambiente ideal: la calle, donde se dan las transacciones por el control del poder y la riqueza.

 

LA SEGUNDA: Para su desgracia la Fiscalía V Delegada ante el Tribunal Superior el 18 de Agosto del 2.008 confirmó la media de aseguramiento: Tordecilla debería ir a recluirse preventivamente en su domicilio mientras seguía el proceso en la etapa del juicio.  Pero la «inteligencia interpretativa» de Tordecilla salió a relucir.

 

La última aparte de la decisión judicial decía: “La presente Resolución queda ejecutoriada en la fecha, pero en aras garantizar el principio de la publicidad, esta deberá ser notificada a los sujetos procesales por la secretaría a la que se adscribe al a quo«.

 

Y claro, nervioso fumando a cada momento, como ladrón en la noche le dijo a su socio: «Los que se pierden» y así la resolución que ordenaba a Tordecilla ir a disfrutar de la calidez de su hogar, lejos de la turbulencia del mundo, el demonio y la carne, pasó a convertirse «en una pieza anónima y desconocida» que los funcionarios judiciales siguientes perderían de su memoria, más no así en la memoria de sus denunciantes, que llevan a Tordecilla entre ceja y ceja.

 

El veedor ciudadano, otro abogado de afiladas espuelas en la ciudad, un verdadero halcón y quien denunció a Tordecilla,  guardaría con sumo cuidado la resolución y se le entregaría a otros interesados en el seguimiento, como pocas veces, a uno de los grandes capos de la micro política local.

 

Cuando Tordecilla salió, tranquilo, impertérrito, sonriente a demostrar su astucia, sin preverlo, abrió la caja de pandora de las cuentas por cobrar. «Tome y llevé, papá”, dijo uno de ellos en privado». 

 

Alerta roja para Tordecilla.

En camino a la Fiscalía General de la Nación va ya, rápido, un petitorio múltiple de ciudadanos indignados que solicitan se haga efectiva la decisión del Tribunal en materia de detención domiciliaria, mientras aparece el expediente que lo condena a ir a dormir a los muros de la Cárcel, contigua al Concejo, la misma de donde salió ,en versión de Tordecilla, el ladrón que se fugó del penal y a su paso por la oficina del Presidente del Concejo, (de él cual era también presidente en ejercicio), se robó los cheques en blanco de la caja fuerte ubicada dentro la corporación edilicia.

 

¿Qué camino le queda a René Tordecilla?

Lo mejor que le puede pasar a René es tranquilizar la tromba de sus malquerientes renunciando a su designación presidencial y a su condición de Concejal.

Sería el ingreso a un nuevo mundo de luces y dignidades, por su bien y el de su familia. Ello es posible. Reinventarse es un reto, una aventura.

 

El poderoso ácido de la desmemoria se encargaría de hacer más oscuro el sótano donde reposa la sentencia condenatoria y aún la resolución de la Fiscalía que gravita sobre él.

 

Una vez más el ser experto en jugadillas daría resultados. Es una forma de vivir y para algunos de triunfar. Solo no estaría.

 

Se presume que ha dejado buenos amigos, pocos tal vez, porque los socios de hoy se dirán entre si, como ya es costumbre:

 

¡El que está por fuera … está por fuera!

 

Y Chao pescao.

 

NOTA IMPORTANTE:   Para una mayor ilustración a nuestros lectores, nos permitimos presentarles una fotocopia completa del documento que contiene la medida de aseguramiento que, en su época, dictó contra RENE TORDECILLA REINA la Fiscalía Sexta Delegada ante el Tribunal de Bucaramanga y que el controvertido político barranqueño tampoco obedeció, burlando las disposiciones de la justicia colombiana.
 
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NOTICIA EN DESARROLLO, Barrancabermeja, Agosto 14 de 2.014.

 

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