Nunca antes, desde que dejó la Alcaldía de Barrancabermeja hace 35 años, había concedido una entrevista a un medio de comunicación. Se trata de Álvaro Bonilla López, uno hombre que, pese al transcurrir de los años, aún muchos recuerdan en la ciudad. BARRANCABERMEJA VIRTUAL, a través de su periodista, Édgar Daniel Rodao, logró una entrevista con él, cálida, amable pero sobre todo llena de mucha nostalgia.
«Le cumplí a cabalidad a Barrancabermeja», le dice el ex alcalde, Álvaro Bonilla López a Barrancabermeja Virtual.
(Por: Édgar Daniel Rodao).
El coronel, Álvaro Bonilla López, fue un Alcalde Militar que gobernó a Barrancabermeja a mediados de los años 70 por decisión directa del entonces presidente de la república, Alfonso López Michelsen, quien lo nombró para que apaciguara y controlara la difícil situación de orden público que vivía la ciudad como consecuencia de las complicadas relaciones laborales entre la USO y Ecopetrol que generaron en nuestro puerto petrolero la jamás olvidada «Huelga del 77».
Cuando muchos pensamos que no volveríamos a saber del coronel Bonilla, porque el destino lo habría de llevar lejos, apareció la tecnología y con ella la magia de la internet, interconectandonos a todos, que llega a los lugares más recónditos del planeta y que de repente, se ha convertido en una especie de ventana al pasado … ¡ y claro ! … pasó lo que tenía que pasar, el coronel Álvaro Bonilla López es, en pleno año 2013, un lector y oyente de BARRANCABERMEJA VIRTUAL. Con él, abrimos esa ventana de los años 70 y descubrimos una agradable sorpresa: El coronel Bonilla guarda los mejores recuerdos de Barrancabermeja.
Álvaro Bonilla López, nació en el municipio de Chiquinquirá (Boyacá) en 1939, es decir, hoy en pleno 2013 tiene 74 años edad, llenos de buena salud según dice porque a diario camina mucho y practica deportes.
Entró a la Escuela Militar José María Córdoba en el mes de febrero de 1955, cuando tenía 15 años.
Egresó como Subteniente el 20 de julio de 1957. Dentro de los diferentes cargos desempeñados a lo largo de su carrera Militar figuran:
* Segundo Comandante del Batallón de Artillería # 5 Galán en El Socorro (Santander).
* Jefe del Departamento E-5 del Comando del Ejército.
* A la edad de 38 años fue Alcalde Militar de Barrancabermeja (1977).
* Agregado Militar a la Embajada de Colombia en París (Francia).
* Comandante del Batallón de Artillería # 3 Palacé en Buga (Valle).
* Subjefe del Departamento D-2 de Inteligencia en el Comando General de las Fuerzas Militares.
* Agregado Militar en la Embajada de Colombia en Caracas (Venezuela)
* Comandante de los Oficiales de la Reserva de las Fuerzas Militares.
Actualmente vive en la capital del país, rodeado de su familia. Sus ratos libres los dedica a navegar por internet. Así las cosas, coronel Álvaro Bonilla López (ex Alcalde de Barrancabermeja) … ¡ Bienvenido a BARRANCABERMEJA VIRTUAL !
EDGAR DANIEL RODAO: ¿Recuérdenos en que época de la historia de nuestro municipio usted fue Alcalde de Barrancabermeja?
ALVARO BONILLA LOPEZ: Edgar, yo me inicié como Alcalde de Barrancabermeja el 28 de octubre de 1976 y desde el primer momento busqué acercamientos con todos los habitantes del puerto petrolero, con el fin de conocer en forma directa sus inquietudes, problemas y necesidades, para lo cual visité barrio por barrio, esfuerzo que fue de mucha utilidad para la planificación de mi mandato.
EDR: ¿Qué circunstancias rodeaban exactamente la historia de Barrancabermeja en ese momento?
ABL: La más importante razón por la que el gobierno nacional, en cabeza del entonces presidente de Colombia, Alfonso López Michelsen, me designó como Alcalde de Barrancabermeja fue para controlar el delicado problema de orden público que se vivía en esa época en la ciudad, situación que se complicaba por varias razones fundamentales, la primera de ellas por el inusitado aumento de la presencia guerrillera en la región, (me refiero al ELN, EPL y las FARC), la segunda por cuenta de una huelga al interior de la empresa Ecopetrol decretada por la USO (Unión Sindical Obrera) la cual hizo crisis el 14 de septiembre de 1977 a raíz de un paro cívico nacional y la tercera por cuenta del único grupo político que siempre buscó atacar mi administración, me refiero al movimiento MIL (Movimiento de Izquierda Liberal), encabezado en esa época por Horacio Serpa y un alcalde que me había precedido en el cargo de nombre Víctor Navarro Jiménez, que entonces alentaron en la ciudad varias invasiones de lotes baldíos en varios sectores de la ciudad. Todas estas circunstancias agravaron la situación del Municipio.
EDR: Cómo hizo usted, siendo un militar de tiempo completo, para gobernar a Barrancabermeja y sin conocer los intríngulis que trae consigo la política partidista?
ABL: Cuando asumí la Alcaldía la crisis económica del municipio era preocupante y los recursos no alcanzaban para dar respuesta a las necesidades en todos los sectores, especialmente en obras públicas. No obstante con el apoyo de la Gobernación, Ecopetrol y obviamente los funcionarios que me colaboraron en esa época logramos salir adelante. Sin embargo, y en eso debo ser claro, busqué cumplir democráticamente, dando participación a todos los grupos políticos, aspecto este que en ningún momento fue limitante para buscar los más competentes en cada uno de los cargos, pues además , no tenía compromisos políticos ni de ningún otro orden con los dirigentes del Puerto Petrolero, es decir tenía libertad absoluta para buscar mis colaboradores y cuando alguno no daba la talla o la respuesta adecuada a las necesidades del municipio, no vacilaba en solicitarle la renuncia.
Claro está que mi compromiso lo asumí desde el primer día cuando invité a toda la ciudadanía a estar unida y a trabajar con amor y civismo por el puerto petrolero, para lo cual dispuse como slogan de mi administración la frase: «Activemos el corazón de Colombia», pues Barranca está ubicada en el centro del país y por ser epicentro de la actividad petrolera, le cabe muy bien la denominación de: «Barrancabermeja el Corazón de Colombia».
EDR: ¿Pero los problemas de orden público estaban ahí, latentes?
ABL: Le cuento que para mediados de los años 70, en Barrancabermeja se venía presentando una situación insostenible. ¿Cómo le parece a usted que de los 53 barrios que existían en ese entonces en Barrancabermeja, 35 carecían de los servicios públicos fundamentales, sencillamente porque fueron fruto de las invasiones. A ese ‘chicharrón» agréguele la situación social derivada de la huelga del 77 que había decretado la USO (Unión Sindical Obrera), la cual hizo crisis el 14 de septiembre de 1977 como consecuencia de un paro cívico a nivel nacional. Le repito Edgar, la situación de Barranca era bastante crítica y hábilmente utilizada por los sindicatos y los grupos políticos de izquierda para alterar la tranquilidad ciudadana, razón por la cual fue necesario tomar una serie de medidas para imponer el orden y evitar hechos que pusieran en riesgo la tranquilidad, la vida y honra de los barranqueños y que mantuviera en operación la Refinería.
EDR: ¿Alcalde, usted me va a perdonar que en esta entrevista haga de ‘abogado del diablo’, pero varias personas me han dicho que usted gobernó a Barrancabermeja con una mano extremadamente dura… eso fue cierto?
ABL: Edgar, esa crisis que vivía Barrancabermeja obligó a la Alcaldía a emitir varios Decretos algunos de los cuales incluían toque de queda, pues en un principio la escases de policías y de efectivos militares dificultaban el control de la ciudad y solamente con estas medidas, me refiero al toque de queda, se podían lograr buenos resultados para la tranquilidad de la ciudadanía e impedir la paralización de la refinería que de haberse dado hubiera sido muy grave para el país.
La situación era tan complicada, que el Gobierno Nacional decidió enviar al Batallón Aerotransportado Serviez a órdenes del Coronel Luis Alfonso Barragán, para reforzar los efectivos que tenía el Batallón de Artillería Nueva Granada comandado por el Coronel Ezequiel Llanez Ruíz, el Componente de la Armada del Magdalena Medio y la Policía Nacional a órdenes del Capitán Bernardo Mejía Villa.
Todas las medidas que se tomaron por la Alcaldía, no obstante la incomodidad que pudieron causar a la ciudadanía, como era natural , pues normalmente Barranca es una ciudad alegre y festiva , estuvieron enmarcadas dentro de la constitución, las leyes y las normas vigentes y no buscaron más que rescatar la bien merecida tranquilidad de los Barranqueños, de manera que quizás por ese tipo de medidas para algunos fueron «duras», pero le repito sólo buscaban garantizar el orden público en la ciudad.
EDR: ¿Y entonces, por qué se escuchaban denuncias sobre presuntas torturas que el Ejército Nacional practicaba en contra de dirigentes cívicos y populares en 1977?
ABL: Es importante primero aclarar que en ese tiempo la situación del país se encontraba bastante alterada y, precisamente, por disposiciones del Gobierno Nacional, se permitía que los Alcaldes aplicáramos las normas que nos permitían garantizar la paz y la tranquilidad ciudadanas, pero le advierto que nunca hubo una tortura contra nadie y justamente, a Horacio Serpa, lo denuncié por calumnia e injuria, cuando buscando incitar al desorden pidió al pueblo de Barranca «cerrar filas contra el Alcalde Militar» —porque a un líder sindical—según su radio periódico—por orden del Alcalde, «lo habían golpeado hasta dejarlo en estado de coma» y «el tirano no ha permitido que un médico acuda a salvar su vida» afirmaciones muy graves, que fueron refutadas por la esposa , familiares y por los propios periodistas, a quienes invité al lugar donde se encontraba el detenido, para que verificaran su estado real de salud y su integridad física, logrando en esta forma evitar graves repercusiones en el orden público del municipio. El radio periódico fue sancionado y cerrado temporalmente por el ministerio de Comunicaciones.
EDR: ¿Después de todo pienso que manejar los destinos de Barrancabermeja en esa época tuvo que haber sido muy complicado?
ABL: Por supuesto que si Edgar, había que enfrentar una inmensa diversidad problemas, especialmente los que tenían que ver con las relaciones entre la tropa (Ejército) y la comunidad. Durante la huelga del 77, un grupo de militantes del partico Comunista y otros dirigentes sindicales a nivel nacional visitaron mi despacho en el Palacio Municipal y comentamos la situación que se vivía en ese momento. Uno de ellos, el doctor Diego Montaña Cuellar, me criticó que porque había prohibido el uso de los pitos de plástico en la calle, y recuerdo que dijo: ¿cómo sería mi arbitrariedad y el abuso como Alcalde que hasta un elemento que era de uso por los niños me atrevía a prohibirlo?, ante lo cual le dije: «Mire doctor Montaña Cuellar, el problema no son los pitos como tal, sino que un soldado armado en la calle luego de varias horas de servicio, era rodeado como ya lo habían hecho, por varias personas pitándole de cerca, no creé usted que en un momento la reacción de esté servidor de la patria, desesperado del ruido y la burla puede ser muy grave y de consecuencias incalculables?… entonces lo que hago es prevenir hechos de mayor gravedad».
EDR: ¿Hablando con toda sinceridad, dígame, que hizo usted por Barrancabermeja?
ABL: En la Alcaldía se buscó que toda la Administración Municipal actuara con honestidad y que manejara con pulcritud los pocos recursos del municipio. Esta labor creo haberla cumplido a cabalidad. Es más, cuando ya concluía mi mandato, logré que Ecopetrol, como una obligación, pagara al Municipio una serie de dineros importantes anualmente, para que la Alcaldía no estuviera «mendigando», cada año, recursos para poder pagar a los empleados y desarrollar obras. Sobre este aspecto y como una forma de dejar testimonio de la Administración, cada uno de los secretarios presentó un informe, el cual debe reposar en los archivos de la Alcaldía.
Así las cosas, se logró moralizar el municipio erradicando los prostíbulos que había en toda la ciudad y organizándolos en una zona de tolerancia, con salud y seguridad, pues todo el sector central de Barranca estaba lleno de bares, cantinas y prostíbulos, lo cual, obviamente, daba una pésima imagen al municipio.
De otro lado se emprendieron campañas muy importantes contra la especulación de productos alimenticios. En esa época hubo una escasez de azúcar a nivel nacional y obviamente los oportunistas no faltaron y quisieron hacer su «agosto» con los habitantes del Barranca.
Se organizaron los vendedores ambulantes, carnetizándolos y ubicándolos en lugares adecuados en los cuales ellos pudieran ejercer sus actividades sin afectar los establecimientos comerciales. Esta medida fue de mucha utilidad, pues además evitaba el flujo de delincuentes en el centro de la ciudad, que se mezclaban con estas personas que, honestamente, estaban ganándose un sustento.
Se lograron excelentes relaciones con la comunidad, visitando todos y cada uno de los barrios. Esta relación permitió que, con ocasión de la celebración del cumpleaños # 55 de Barrancabermeja, se organizara una semana cultural, en la cual se desarrolló un desfile cívico militar, además se organizó un concurso de danzas folclóricas, festival Vallenato, (el primero que se llevó a cabo en la ciudad) y un concurso de pintura infantil.
Se concluyó la avenida del Ferrocarril o de los fundadores la cual se ornamentó con la siembra de algo más de 200 acacios, árboles adecuados para el clima de Barranca y otras especies.
Se le dio vida, si así puede afirmarse, al Hotel Pipatón, el cual tiene una arquitectura muy bella y es una joya de Barranca, remodelándolo y nombrando personas expertas en hotelería para lograr sacarlo de la crisis en que estaba sumido al momento de recibir la Alcaldía.
Para la Navidad se organizaron los diferentes barrios y se estimularon los mejores arreglos y se llevó a cabo la ornamentación de las calles, como nunca antes había ocurrido, para que los barranqueños tuvieran una navidad feliz.
EDR: ¿En su opinión, cuáles fueron los momentos más difíciles de su mandato como Alcalde Militar de Barrancabermeja?
ABL: Debo confesar que hubo dos hechos que marcaron dolorosamente mi paso por la Alcaldía de Barrancabermeja, el primero fue el cobarde atentado contra un bus al servicio de Ecopetrol, que recogía a los mal llamados «esquiroles», (término utilizado por los huelguistas de la USO para identificar a quienes no apoyaban la huelga), atentado criminal en el que perdió la vida el joven directivo de la Refinería, Ismael Darío Rincón. Ese lamentable hecho ocurrió hace 35 años, el 15 de Octubre de 1977. El segundo hecho, muy doloroso para mí, fue el incendio de la Plaza de Mercado Central, tragedia en la que me sentí verdaderamente solo, porque muy pocas personas colaboraron en su neutralización. El único que brindó una colaboración decidida y en forma personal, exponiendo su integridad física, fue el señor gerente de Refinería en esa época don Ricardo Zambrano Ortiz y el jefe de Bomberos del Complejo Industrial.
EDR: ¿Cuénteme ahora de Barrancabermeja una anécdota que lo haya emocionado?
ABL: Por esa época en Barranca se llevó a cabo un concurso vallenato y recuerdo que hubo un conjunto interpretó una canción protesta bastante dura, cuya letra hacía reproches a los «gringos» por el robo de petróleo y que habían dejado solo huecos sin ningún beneficio para la región. El conjunto era muy bueno pero los jueces, quizás por la temática de la canción, no le dieron el premio, ante lo cual el concurso se estaba convirtiendo en un problema de orden público. La secretaria de Gobierno, doña, Yolanda Sandino de Hoyos, trató de calmar a la multitud, aproximadamente a 20.000 personas, igual quiso hacerlo el representante del jurado pero todo fue inútil. En vista del lio, yo tomé el micrófono y la plaza se silenció, lo cual me impactó pues para mí fue una demostración de respeto y porque no decirlo de confianza en el Alcalde. Así las cosas, como máxima autoridad expresé ante la multitud que «respetaba la decisión del jurado, pero que con mucha pena debía aceptar la decisión del máximo juez que era el pueblo». Hice repetir la canción, se entregó el premio al conjunto en mención y la plaza quedó rebosante de júbilo y alegría.
EDR: ¿Tengo por entendido que usted, en medio de la distancia que lo separaba de los líderes sindicales y de los dirigentes de la izquierda, tuvo con ellos algunos acercamientos.
ABL: Hay un hecho que no olvido y que tiene ocurrencia en un restaurante de excelente categoría en Barranca, luego de finalizada la huelga. Entré a almorzar y en una mesa estaban unos dirigentes de la USO, para evitar problemas, pensé en salir, pero después decidí sentarme en una mesa cercana. Cuando ya había concluido me levanté y en ese momento uno de ellos me dijo que si tomaba un trago con ellos, no puedo negar que me sentí algo nervioso, pero acepté y departimos unos minutos. En la charla uno de ellos me dijo: «Alcalde usted fue un verraco para manejar la situación del paro».
EDR: ¿Cómo se sintió al concluir su mandato como Alcalde Militar de Barrancabermeja?
ABL: Creo que fue una Alcaldía muy dinámica, con muchos problemas especialmente de orden público, pero que, como hombre de bien y militar, cumplí con la misión encomendada la cual fue premiada por el Gobierno Nacional enviándome, en esa época como Agregado Militar a Francia. Este estímulo me lo dio en forma personal el doctor, Alfonso López Michelsen, presidente de la República en el palacio presidencial, luego de una charla de aproximadamente 45 minutos, en la cual le resumí la situación de la Barrancabermeja 1976 / 1977.
EDR: ¿Algo más para agregar a esta entrevista?
ABL: Si, sólo para manifestarles a todos los barranqueños que de la ciudad guardo inolvidbles y bellos recuerdos, pero sobre todo que como gobernante le cumplí a Barrancabermeja con cabalidad.
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Entrevista concedida por el coronel, Álvaro Bonilla López (ex Alcalde de Barrancabermeja) al periodista Edgar Daniel Rodao de BARRANCABERMEJA VIRTUAL el día 8 de junio de 2013, trabajo que forma parte de la serie: «Perfiles Históricos / Colección Barrancabermeja 90 Años».
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