(Unidad Investigativa).
Alba Luz Amaya Gutiérrez es una funcionaria de Ecopetrol (Barrancabermeja), quien por cuenta de su cargo como líder en gestión social en la región del Magdalena Medio, le ha correspondido la no muy fácil tarea de defender la política de empleos de la Empresa Colombiana de Petróleos, insistiendo en la tesis según la cual Ecopetrol «apoya a la mano de obra barranqueña» (un tema extremadamente sensible entre la comunidad).
Hace un par de semanas el esposo de Alba Luz Amaya, el ingeniero Hugo Toscano Heredia, pensionado de la estatal petrolera y ahora empresario contratista al servicio de Ecopetrol, le adjudicaron el contrato de reparación de la planta cracking Orthoflow en el complejo industrial de Barrancabermeja por un valor de $ 7.623 millones de pesos.
Sin embargo, el presidente de la Unión Sindical Obrera (USO), Edwin Palma Egea, quien dirige la organización sindical que agrupa al mayor número de trabajadores de la empresa en el puerto petrolero, denunció que la firma que representa ahora el ingeniero Toscano, llamada IDROJET, paradójicamente, contrató a más de 60 técnicos extranjeros (entre mexicanos, argentinos e italianos) para reparar la Orthoflow en un lapso de tiempo de 35 días calendario.
Hugo Toscano actúa en esta oportunidad como «representante» de la firma italiana IDROJET y no en forma directa a nombre su empresa EPC Toscano, (que era lo que inicialmente se suponía).
Lo que dice el presidente de la USO es que «no tiene presentación que la empresa italiana que representa el esposo de la funcionaria líder en gestión social en la región del Magdalena Medio sea la que subcontrate personal extranjero para responderle a esa misma empresa por reparaciones en donde es la esposa la que, supuestamente, (¡Oh sorpresa!) enarbola la bandera por la defensa de la mano de obra local, especialmente porque, al decir de expertos conocedores del tema, esas reparaciones pueden ser atendidas por personal colombiano debidamente capacitado para esos menesteres».
ANTECEDENTES.
Alba Luz Amaya es una comunicadora social, egresada hace ya más de 20 años, de la Universidad Autónoma de Bucaramanga (UNAB).
Quienes fueron sus compañeros de clases la recuerdan porque fue muy buena estudiante, (siempre obtuvo las mejores calificaciones), incluso hay quienes no olvidan que también fue una excelente jugadora de voleibol.
Alba Luz es el prototipo de la mujer santandereana: atractiva, emprendedora, apasionada por lo que hace y de pulso firme y dominante.
Inicialmente trabajó con el periódico Vanguardia Liberal, manejando la información económica, pero por su cercanía con el entonces gerente del Distrito de Producción El Centro, (que le servía de fuente periodística), pudo vincularse con Ecopetrol siendo posteriormente trasladada a la refinería de Barrancabermeja quedando, desde entonces, según quienes la conocían «desconectada de todo lo caluroso, lo municipal y ribereño:», lo que para muchos de sus críticos, le empezó a cortar su visión sobre la realidad social de la región.
Esa dependencia con Ecopetrol, aunque a ella le ha permitido vivir una vida holgada en lo económico, (muy por encima de la gran mayoría de sus colegas en la ciudad), por otro lado ha contribuido a que, con bastante frecuencia, la señalen junto a un grupo directivo de alto nivel en la refinería de estar desenchufados y de una muy cerrada visión de la realidad barranqueña, quizás, dicen, «porque siempre contemplan a la ciudad desde una holgada y placentera poltrona dispuesta en el barrio El Rosario».
No faltan los que afirman que el mundo de Alba Luz Amaya inicia en la Puerta del 25 de Agosto y termina en el club Miramar.
Todo parece indicar que desde esa cerrada visión se ha ido construyendo un «mito» que, prácticamente, conspira contra todo lo que se produce «afuera» de la refinería.
Dicho en otras palabras, en el imaginario colectivo de cierto grupo de directivos de Ecopetrol, en el Rosario, existe una corriente de opinión inclinada a rechazar lo 100% barranqueño y Alba Luz Amaya, que siempre ha vivido aparentemente inmersa en ese mundo ISO, es una de sus más emblemáticas representantes. Eso es lo que manifiestan algunos de sus críticos.
Lo grave de la situación es que cada día son más las personas que en Barrancabermeja piensan que el sistemático y permanente rechazo a todo lo que se hace en el puerto petrolero más que a la «búsqueda de una excelencia de la calidad» obedece al afán de esa «aristocracia petrolera» de amarrar fuertemente la contratación a intereses personales. Algo que, por supuesto, no está comprobado.
LA REPARACIÓN DE LA CRACKING ORTHOFLOW: UN PROCESO DIRECCIONADO EN FAVOR DE IDROJET.
La gota que rebosó la copa y que quizás ha dejado en evidencia una manipulación poco ética de la contratación que se desarrolla en la refinería de Ecopetrol en Barrancabermeja, se presentó en la adjudicación del millonario contrato por la reparación de la cracking Orthoflow, pues se ha podido establecer que inicialmente la empresa precalificada era EPC Toscano, pero esa empresa le cedió el cupo a IDROJET y Ecopetrol, sin poner ningún tipo de problemas, como siempre ha sido su costumbre cuando se presentan este tipo de irregularidades, esta vez lo permitió.
Además, Ecopetrol, (en otras ocasiones inflexible, severa y rigurosa, especialmente con los comerciantes barranqueños), en esta oportunidad le aceptó a IDROJET, siendo una firma extranjera, sin sucursal en Colombia, que sus balances y toda su información financiera fueran firmados y respaldados por 2 contadores con sede en la ciudad de Barrancabermeja, un hecho inaceptable que para muchos conocedores en el tema no tiene presentación. Lo anterior era una causal de inadmisibilidad de la propuesta.
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Como si fuera poco, la empresa italiana IDROJET no allegó a Ecopetrol garantía de seriedad de su oferta. IDROJET y se presentó con una póliza de seguros a nombre de Hugo Toscano y no de IDROJET (que era lo lógico). Esta pudo haber sido otra causal de inadmisibilidad de la propuesta, dicen los conocedores de la ley.
También se dice que IDROJET no cumplió con el requisito de promoción de la industria nacional, ni tampoco cumple con sus obligaciones con el sistema de protección social en Colombia porque para tratar de cumplir con este requisito IDROJET usó la documentación de la empresa EPC Toscano. Incluso IDROJET no cumple con la experiencia requerida para asumir ese trabajo y nunca la acreditó.
Y como para cerrar con «broche de oro», la empresa italiana IDROJET no presentó la certificación ISO 18000, refrendación que exigía el pliego para poder acceder a la reparación de la Orthoflow y que, por supuesto, no presentarla era también causal de inadmisibilidad.
¿QUE RESPONDE EL INGENIERO HUGO TOSCANO, REPRESENTANTE DE LA EMPRESA IDROJET?
Con relación a la adjudicación del contrato, el ingeniero Toscano ha manifestado que «todo se hizo de acuerdo con los parámetros que ordena la ley» agregando que su compañía observa estrictamente toda la legislación relacionada al respecto.
Para justificar la incorporación de personal extranjero en la reparación de la cracking Orthoflow, el ingeniero Hugo Toscano, le respondió al periódico Vanguardia Liberal que la tecnología correspondiente a la reparación de intercambiadores de calor ha evolucionado durante los últimos 20 años. «En este sentido, las competencias de los trabajadores que ejecutan estos mantenimientos, las herramientas y equipos para su reparación cambiaron», dijo.
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Según el ingeniero Toscano «fue por esa razón que llegó a Barrancabermeja la mejor empresa del mundo en fabricación y reparación de intercambiadores de calor Ohmstede Industrial Services con 100 años de experiencia y personal certificado clase mundo».
Finalmente advirtió que «el personal extranjero que interviene en la parada fue contratado para reparar 62 intercambiadores de calor, en equipo con los trabajadores locales con el fin transferir el conocimiento».
CONCLUSIONES.
En primer lugar quedan muchas dudas sobre la efectividad y el cumplimiento que la gestora social de Ecopetrol, Alba Luz Amaya, ejerce sobre la contratación de la mano de obra barranqueña al interior de Ecopetrol. Con su esposo de por medio, contratando personal extranjero al interior de la refinería, la Política Regional de Empleos de Ecopetrol en Barrancabermeja parecen ser son solo cantos de sirena y promesas de cumbiambera.
POR LO ANTERIOR ES IMPORTANTE Y NECESARIO PLANTEARSE LAS SIGUIENTES PREGUNTAS:
1) ¿La mano de obra barranqueña puede seguir teniendo confianza en la funcionaria de Ecopetrol que dice respetar y tener en cuenta a las empresas barranqueñas, cuando en el seno de su propia familia se manejan intereses personales que van en contravía de su función como gestora social ?
2) ¿Puede pronunciarse públicamente la gestora social de Ecopetrol frente a la contratación de personal extranjero en la reparación de la planta Orthoflow cuando es su propio esposo el que viola el acuerdo suscrito con las fuerzas vivas de Barrancabermeja ?
3) ¿Por qué las directivas de Ecopetrol en Barrancabermeja son rigurosamente severos con las empresas barranqueñas mientras permite numerosos y graves errores en la escogencia de la empresa IDROJET para reparar la planta Orthoflow?
4) ¿Será verdad que el proceso de escogencia estuvo dirigido para favorecer a IDROJET? (¿Entonces en donde quedó la ética contractual al interior de Ecopetrol?)
Y finalmente: ¿Cual es la opinión del alcalde de Barrancabermeja, Elkin Bueno, con relación a la contratación de personal extranjero en la refinería de Barrancabermeja?
¿Será que sus promesas electorales de campaña también terminaron en cantos de sirena y promesas de cumbiambera?
Quizás sí y Barrancabermeja, después de 1 año, apenas lo está empezando a notar.
