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La historia de las relaciones entre Barrancabermeja y Ecopetrol.

sampayoInforme Especial elaborado por Andrés Miguel Sampayo Navarro a partir de la investigación que realizó para la tesis de maestría que tiene como nombre: “Barrancabermeja y su desarrollo: Una mirada desde las empresas establecidas alrededor de la refinería de ECOPETROL.”



Barrancabermeja Virtual se permite presentar a sus lectores y oyentes un documento informativo escrito por Andrés Miguel Sampayo Navarro, elaborado con una absoluta rigurosidad académica, en el que esboza con claridad las diferentes etapas de las relaciones entre el Municipio de Barrancabermeja y la Empresa Colombiana de Petróleos, ECOPETROL.

 

Andrés M. Sampayo N. es Administrador de Negocios con estudios en Ciencias Políticas de la Universidad EAFIT (2006), especialización en Desarrollo Local y Regional (2008) y Maestría en Estudios Interdisciplinarios sobre Desarrollo de la Universidad de los Andes (2011). Además, es un apasionado por los temas de Barrancabermeja, su tierra natal, ciudad a la que ama entrañablemente.

 

 

Barrancabermeja antes de la creación de Ecopetrol.
Por: Andrés Miguel Sampayo Navarro.
Twitter @asampayo

Se puede afirmar que la principal causa del crecimiento de Barrancabermeja y del cambio de corregimiento a municipio en 1922, fue el hallazgo a principios del siglo pasado de un recurso natural fósil que empezó a ser determinante para la generación de energía a escala mundial, el petróleo.

 

En un principio la explotación de dicho recurso fue realizada por empresas extranjeras, debido a que el país no poseía el conocimiento para impulsar esta actividad. Así, se otorgaron las primeras concesiones, siendo la más relevante la concesión de Mares (1919), que fue operada por la Tropical Oil Company, empresa subsidiaria de la Standard Oil de New Jersey, lo cual en cierta forma comenzó a dibujar en la localidad las características de un centro de desarrollo, sin que éste hubiera sido el propósito inicial.

 

Con esto empezó una importante migración de personas a la zona en busca de un mejor futuro: el corregimiento pasó de 555 habitantes en 1907 (Galvis, 1997, p. 55), a 1.450 habitantes en 1918 (Galvis, 1997, p. 67). Este aumento de la población fue en gran parte, producto del dinero en abundancia que se estaba generando, así como de la ampliación de las instalaciones de la compañía, que traía consigo un aumento en el número de trabajadores (Galvis, 1997, p. 72). Desde el inicio de las exploraciones, llegaron también geólogos americanos en vapor de lujo, para establecer la compañía. Con penosos trabajos, Colombia inició desde 1917 su primer pozo, el Infantas 1, perforado con las pocas facilidades que la técnica en tales momentos podía ofrecer, (ECOPETROL, 2010).

 

Con las riquezas encontradas y los incrementos en los ingresos, se sustentó la creación del municipio, teniendo como base el criterio de uno de los autores del proyecto, que exigía que sus límites comprendieran y alcanzaran la totalidad de las concesiones petroleras (Núñez, 1997, p. 74).

 

Con la creación del municipio en 1922, y la llegada de empresas de capital extranjero, se consolida el crecimiento poblacional y económico de la ciudad. Sin embargo, el crecimiento económico no elevó las condiciones de vida de la mayor parte de la población que allí se fue asentando, lo que condujo en 1924 a una primera huelga por reivindicaciones tales como aumento en los jornales, reducción de las horas de trabajo, mejora en los campamentos y la alimentación, y hospitalización eficaz para los obreros (Galvis, 1997, p. 163).

 

Hay que tener en cuenta que esta primera huelga fue seguida por otras en los años 1926, 1927, 1935, 1938, 1946 y 1948 (Galvis, 1997, p. 177).

 

 

Barrancabermeja durante la creación y primeros años de Ecopetrol.

La creación de la Empresa Colombiana de Petróleos (ECOPETROL) se produjo en 1951, luego de la reversión al Estado de la concesión de Mares. En un principio se buscó que el sector privado colombiano asumiera el control de los recursos y las instalaciones; sin embargo, los empresarios no lograron conseguir el capital necesario para la expansión de la vieja e insuficiente refinería (Sáenz, SF). Además, en ese entonces la industria colombiana apenas estaba en capacidad de producir bienes de consumo livianos y no tenía ni la tecnología ni la experiencia necesaria para manejar el negocio de la extracción y refinación de petróleo (Sáenz, SF, p. 3). Esto condujo al Estado a asumir la explotación de los campos petrolíferos con la asesoría técnica de la Tropical Oil Company.

 

El Estado, como operador de las instalaciones y explotador de los recursos a partir de la empresa que se creó, tampoco logró armonizar el mejoramiento en las condiciones sociales y económicas de la ciudad; esto se percibe en los paros cívicos de 1963, 1975 1977, 1983, 1987, 1988 y 1992, en los que jugó un papel importante la Unión Sindical Obrera sindicato de ECOPETROL, que fue una de las primeras manifestaciones de las reivindicaciones obreras en Colombia.

 

La mala prestación de los servicios públicos básicos, como acueducto y energía (Briceño, 1993, p. 91), dio origen a nuevos paros, que buscaron enfrentar también los problemas en iluminación, telefonía y pavimentación, así como en la educación primaria y secundaria y el servicio del hospital (Briceño, 1993, p. 92). Cabe señalar que el paro de 1977 fue de carácter político, con una participación activa de maestros que entraron en huelga, y propiciaron un escenario de solidaridad por parte de otros sindicatos como el de la USO, lo que terminó llevando a la comunidad a convertirse en agente movilizador y organizador en parte de la protesta.

 

Los paros cívicos de 1987 y 1988 fueron por la vida en protesta por el asesinato de tres dirigentes populares en el primer año y de otro en el segundo; por tal motivo se les llamó paros cívicos «por la vida» contra la guerra sucia; a este móvil se agregó la protesta contra el saqueo de los recursos naturales (Briceño, 1993, p. 99).

 

El paro de 1983 llevó a la realización de estudios, que comprobaron que efectivamente existían grandes deficiencias en la prestación de servicios como acueducto y educación (Briceño, 1993, p. 98).

 

Finalmente, el paro cívico de 1992 fue contra la violencia imperante en la región, expresada en diferentes asesinatos, como los de la Secretaria de la Oficina de Derechos Humanos de la ciudad y, luego, de otras ocho personas entre las que figuraban dirigentes sindicales de las empresas de transporte urbano y de la USO (Briceño, 1993, p. 100). Se subraya que mientras los primeros paros se hicieron en protesta por deficiencias en la prestación de los servicios públicos, la causa de los últimos fue la escalada de violencia que estaba ocurriendo en la ciudad y en la región.

 

 

Barrancabermeja años 90 y principios del siglo XXI.

Dentro de la estructura jerárquica de los centros urbanos del país, Barrancabermeja está catalogada como «centro de relevo principal», esto es, una ciudad intermedia que no es capital departamental pero que ejerce una verdadera dirección regional como apoyo al desarrollo socioeconómico de las diferentes unidades regionales (IGAC, 2003, p. 110 y 117 como se cita en García, 2006, p. 246). Ahora bien, la capacidad que tiene la ciudad para ser un punto de referencia en la región no se debe a la presencia de los recursos que se explotan; lo verdaderamente relevante, es la ubicación de una de las dos refinerías propiedad de ECOPETROL. Sin ello Barrancabermeja hubiera podido ser una ciudad similar a otras en donde solo se extrae pero no se transforma el petróleo.

 

Las riquezas encontradas y las instalaciones industriales implantadas, incentivaron procesos migratorios que aumentaron la población, entre 1973 y 2005 al pasar de 71.096 a 187.311 habitantes (DANE, 2010). No obstante, si la migración en los años 70 fue por la expectativa del «oro negro», la de los años 90 fue en gran medida producto del conflicto armado en zona rural, que convirtió a Barrancabermeja en un receptor de los desplazados que se presentan en el Magdalena Medio (García, 2006, p. 256). Estos flujos migratorios desde la creación del municipio han generado una expansión del territorio que comenzó alrededor de la refinería en los años 20 y ha continuado hacia el oriente, alcanzando hoy una extensión de 1.154 Km2.

 

Teniendo en cuenta este acelerado crecimiento demográfico surge la pregunta sobre la manera como las personas que iban llegando a la ciudad lograron insertarse para subsistir. De acuerdo con estimaciones del Servicio Jesuita de Refugiados (1999, p. 4), entre 1990 y 1996 más de 15.000 desplazados que se encontraban en Barrancabermeja, contribuyeron a incrementar las actividades informales, los servicios personales y el comercio en pequeña escala (CER-UIS, 1999 citado por García en Archila, 2006, p. 256). Por su parte, de acuerdo con el CODHES (2006, p. 120) entre 1999 y 2005 el número de desplazados ya habría aumentado a 25.702.

 

Algunas consideraciones generales sobre la relación entre Ecopetrol y el desarrollo de Barrancabermeja.

Las actuales condiciones de desarrollo de Barrancabermeja están en gran medida asociadas a la explotación y refinación de hidrocarburos en su territorio, actividades éstas que se consolidaron con la creación de ECOPETROL.

 

Aunque un análisis riguroso de esta afirmación excede los objetivos, salvo en lo relativo a la actividad económica, resulta oportuno presentar algunos elementos que caracterizan el estado actual del desarrollo del municipio y mostrar como directa o indirectamente se relacionan con la actividad de esta empresa.

 

a. Tal como ya se indicó, el rápido crecimiento demográfico de Barrancabermeja se desató con la demanda de fuerza de trabajo para las explotaciones petroleras.

 

b. Fue la presencia de hidrocarburos, los ingresos generados por su explotación inicial y la necesidad de dar un marco institucional adecuado a esta actividad en el nivel local, lo que determinó el ascenso a municipio del antiguo corregimiento.

 

c. Los niveles de desarrollo social de Barrancabermeja tienden a ser superiores a los de ciudades comparables con ella por su tamaño o por recibir regalías provenientes de explotaciones mineras. En este sentido, cabe comparar, desde varias perspectivas, el caso de la ciudad analizada, con los de otros municipios. Para el efecto se toman como referencia dos casos: el de una ciudad capital de departamento, con población relativamente similar pero sin actividad minera, Sincelejo, capital de Sucre, y el de otra capital, mucho más pequeña en población, que al igual que Barrancabermeja cuenta con recursos de regalías petroleras, pero donde no se procesan los hidrocarburos extraídos: Arauca, capital del departamento de su nombre. Al respecto se mencionan los siguientes indicadores:

 

– Según el censo de 2005, el índice de necesidades básicas insatisfechas para Barrancabermeja es del 22,21% para Arauca del 33,45% y para Sincelejo de 42,16% (Dane, censo 2005).

 

– Según el mismo censo, el número de hogares en Barrancabermeja era de 48.963 y el déficit de vivienda era del 26,54% mientras que los de Arauca y Sincelejo eran, respectivamente del 49,83% y el 41,62%.

 

– Por otra parte, la cobertura de servicios públicos es alta en los tres municipios; en acueducto se destaca Barrancabermeja con una cobertura total del 93,2%; en alcantarillado los tres municipios se encuentran en el orden del 80%, y en energía eléctrica, el municipio con la menor cobertura es Arauca con un 91,1%, estando Sincelejo ligeramente por encima de Barrancabermeja, con una cobertura cercana al 98%.

 

– Desde la óptica de la educación, se muestra que la proporción de analfabetismo en Barrancabermeja es inferior a la del país en su conjunto y a la del Departamento de Santander, y si se toma la tasa de analfabetismo para los mayores de 15 años, esta desciende al 7,3%, en este municipio, cifra que se encuentra por debajo de las de Arauca y Sincelejo, donde estas tasas son del 7,9% y el 11,9%, respectivamente.

 

– Finalmente, también con respecto a la educación se presentan dos indicadores complementarios confrontados con el nivel nacional. La ciudad participa con una proporción superior a su población, dentro de los cien mejores colegios del país y, por otra, comparando la evolución de los promedios nacional, departamental, y local, del componente de Núcleo Común del ICFES, que corresponden a las materias de Biología, Ciencias Sociales, Filosofía, Física, Lenguaje, Matemáticas y Química, en los últimos tres años, se aprecia que Barrancabermeja ha venido superando el rendimiento promedio nacional, aunque se encuentre todavía por debajo del promedio departamental

 

e. Para concluir este breve análisis, es relevante hacer referencia al desempeño fiscal de Barrancabermeja frente al de las otras dos capitales arriba mencionadas. Al respecto cabe destacar que el peso relativo de los ingresos provenientes de recursos propios en el municipio es mucho mayor que el que tiene en las otras ciudades; esto se explica en gran parte por la magnitud de los impuestos pagados por ECOPETROL.

 

Este indicador es importante por cuanto la capacidad que un municipio tiene de invertir en el mejoramiento de la calidad de vida de sus habitantes se ve reflejada en los ingresos de que dispone ya sea por transferencias o o por generación de recursos propios.

 

Barrancabermeja genera el 50,5% de sus ingresos, en su mayor parte de origen tributario y recibe por transferencias, incluyendo regalías, un 44,0%. Esto le da una mayor independencia frente a los recursos provenientes de los gobiernos central o departamental, frente a ciudades que como Arauca y Sincelejo que dependen en una proporción mucho mayor de las transferencias: en el primer caso el municipio solo genera el 11,8% de sus ingresos y, en el segundo, el 15%.

 

Nota adicional: Si alguien está interesado en la investigación completa, mi correo es claustro311@hotmail.com.

 

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ANDRÉS MIGUEL SAMPAYO NAVARRO es un columnista de Barrancabermeja Virtual que usted puede seguir en Twitter @asampayo.

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