Muchas personas dicen que en Barrancabermeja es tan difícil identificar con exactitud la identidad cultural de sus habitantes, que entre nosotros mismos no nos hemos puesto de acuerdo, ni si quiera para definir nuestro gentilicio. Mientras un sector de la población, con serios argumentos, plantea que debemos llamarnos «Barramejos», otro grupo, también numeroso, objeta a favor de llamarnos «Barranqueños». ¿Usted qué opina?
En Barrancabermeja, como pocas ciudades en el país, existen diferentes visiones del mundo, de la música, de la comida, de la forma de hacer familia, de establecer solidaridades; esto sin lugar a dudas hace que Barrancabermeja se convierta en el segundo territorio del país por el flujo variado de sus culturas.
Algunos estudiosos de nuestra realidad han dicho que lo anterior obedece a que en Barrancabermeja, desde un principio, como consecuencia de las exploraciones petroleras se llevaron a cabo muchas migraciones que trajeron personas de diferentes regiones del país y del mundo lo que influyó en la identidad del entonces naciente municipio.
Muchos historiadores han manifestado que las migraciones le marcaron el perfil definitivo a Barrancabermeja como una «ciudad cosmopolita y multicultural».
La permanente y fluída migración de muchas personas a lo largo de estos años de vida municipal le ha da el rasgo a Barrancabermeja de «ciudad pluralista» pero también la ha convertido en una ciudad de paso a la que la gente viene solo a trabajar por un año o dos y se va.
Esto, sin duda, ha evitado que no se consolide una clara identidad de la ciudad.
Sin embargo, a pesar de todo, al barramejo o barranqueño esa misma «pluralidad» lo ha convertido en un habitante abierto y eso se refleja en las relaciones sociales de sus ciudadanos.
Sin usted, por ejemplo, le pide u favor a un barranqueño que lo oriente en una dirección que a usted se le dificulta localizar, va a encontrar facilmente a varias personas dispuestas a llevarlo directamente al sitio indicado. El barranqueño es solidario.
El barranqueño además es amplio, permeable a cualquier presencia cultural. Es solidario porque éste era un pueblo aislado de la cordillera de los Andes y existía el sentimiento de que «entre todos teníamos que salir adelante».
En Barrancabermeja se presenta una auténtica amalgama de culturas, pues costeños, sabaneros y ribereños se unieron a santandereanas, antioqueñas y tolimenses que hoy tienen hijos y nietos que cuando visitan la fría Bogotá son llamados «costeños», pero cuando viajan a Barranquilla son calificados de «cachacos» cuando en el fondo ni somos costeños ni somos cachacos. Tenemos un poco de todos.
Por otro lado el barranqueño es luchador, pues se ha visto obligado a tener que hacer de las manifestaciones, huelgas y protestas el lenguaje para poder ganarse un espacio en el territorio nacional de reconocimiento.
Algo que nos debe quedar claro es que nada de lo que tenemos nos ha sido regalado, todo ha sido luchado con sudor, lágrimas a fuerza de que, inclusive, muchas veces desde otras latitudes nos han mirado mal.
Finalmente es importante señalar otra característica y es su sentido de la festividad. La música en Barrancabermeja ha desempeñado un papel importante como forma de expresión colectiva.
Por ahora la pregunta es: ¿Barramejos o Barranqueños? … ¿Usted qué opina??