Corría el mes de octubre de 1977. Yo era un estudiante de sexto grado del Instituto Técnico Industrial, Barrancabermeja vivía un agitado momento de su historia por la huelga petrolera promovida por la USO (Unión Sindical Obrera), hecho que había motivado la designación de un Alcalde Militar en la ciudad: el coronel Álvaro Bonilla López.
La ciudad vivía bajo el toque de queda desde la seis de la tarde. Ese 22 de octubre hubo una pedrea cerca a mi casa en la Avenida del Ferrocarril. Uno de los que huía del Ejército, quién vestía camisa roja, entró a la fuerza a la vivienda de mi madre y huyó por el patio. Yo estaba en la sala de la casa y lucía, casualmente también una camisa roja. Eso me significó parar en la cárcel durante una semana.
Cuarenta y tres años después pude contactarme con el coronel Bonilla López, el alcalde más longevo de la ciudad (83 años) y le escribí un cuestionario para la entrevista que comparto con mis lectores:
Nombre completo, lugar y fecha de nacimiento y con cuál grado fue su retiro del Ejército Nacional
Mi nombre es Álvaro Bonilla López, nací en Chiquinquirá (Boyacá) pero fui bautizado en la iglesia de La Capuchina en Bogotá y por esta razón figuro como bogotano en mi cédula de ciudadanía. Me retiré con el grado de Coronel del Ejército, después de haber estado en el escalafón complementario un poco más de dos años.
¿Sus estudios dónde los hizo y cómo llegó a ser un militar?
Inicié mis estudios en el Instituto de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, cuya directora era la Señorita Graciela Chávez Hernández en el barrio Colombia de Bogotá, en la calle 68 con carrera 15. De allí pasé al Gimnasio Boyacá, en la calle 45 con carrera 20, barrio Santa Teresita, cuyo rector era un experto educador, el profesor Tito Tulio Roa C; luego pasé al Instituto de la Salle, en la calle 10 con carrera 1ª y de este, salí a 5º de Bachillerato en la Escuela Militar José María Córdoba en el año de 1955.
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En ese momento tenía dos alternativas en mi mente, una —y la que más me apasionaba— era ser médico y otra —por mi admiración a las fuerzas militares— era el Ejército, que fue la que escogí, bueno, la que en ese momento era la mejor opción por las circunstancias de vida que me rodeaban. Esta decisión nunca me ha pesado, pues desde que entre le di amor a mi institución y siempre me sentí y me he sentido orgulloso de ser militar.
¿Recuerda cuál era la jerarquía del Ejército Nacional cuando fue designado como Alcalde Militar de Barrancabermeja en 1976?
El Ministro de Defensa era el General Abraham Varón Valencia, el Comandante de las Fuerzas Militares era el Señor General Luís Carlos Camacho Leyva, el Comandante del Ejército el General Jaime Sarmiento Sarmiento y el Comandante de la Quinta Brigada en Bucaramanga el General José María Rivas Forero.
¿Quién tomó la decisión de asignarlo como Alcalde Militar de Barrancabermeja?
Lo que pueda afirmar sobre el tema son comentarios nada más, basados en lo que se conocía de Barranca: la situación social, económica y política del puerto era muy complicada y grave por la huelga que había anunciado la USO, razón por la cual el señor Presidente de la República Alfonso López Michelsen decide nombrar un alcalde Militar y son los mandos Militares los que designan al Coronel Álvaro Bonilla López.
A esto debo agregar algo quizás anecdótico de mi nombramiento, lo cual conocí posteriormente, las designaciones o nombramientos en el Ejército, son hechas por el Departamento E-1 de personal y obviamente pueden ser comentadas con el estado mayor del Ejército, de acuerdo a la importancia del cargo y las responsabilidades del mismo.
Me comentaron que para mi nombramiento el Jefe del Departamento E-1 tenía 3 opciones y comentando con otro miembro del estado Mayor del Ejército, con quien yo había tenido algunas diferencias de tipo profesional, al mostrarle la lista de los propuestos él le dijo, señalando mi nombre: ”Este… que si se quema , no se pierde nada”.
Con el tiempo y pasados unos años, por mi desempeño en la Alcaldía de Barrancabermeja, fui nombrado como Agregado Militar adjunto a la Embajada de Colombia en Francia, con sede en París, me presenté ante dicho militar y le dije: “Gracias por su recomendación para ser alcalde de Barrancabermeja, donde con honestidad, responsabilidad y buena actividad profesional siempre dejé en alto no solo mi nombre, si no el nombre de la institución que represento».
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Otra anécdota de mi viaje a París lo viví con el Presidente, el doctor Alfonso López Michelsen en una entrevista al final de mi trabajo en la Alcaldía, en el palacio de Nariño, donde departiendo amistosamente me comentó que deseaba enviarme al exterior como estímulo por mi excelente trabajo en Barrancabermeja, y que había consultado con dos generales Abraham Varón, quien le había recomendado que me enviara a Chile y con el general Camacho Leyva, quien le recomendó Europa y sonriente me dijo que había aceptado la propuesta de Camacho, «porque si me enviaban a Chile, me endurecía más, porque estaba Pinochet de presidente».
Finalmente, y de manera gentil, el presidente López me pregunto a qué país deseaba ir y yo le manifesté que a Francia y su respuesta fue enviarme a París.
¿Cuál era el ambiente Social que se vivía en Barrancabermeja al momento de ser designado su Alcalde Militar?
El ambiente en Barranca era bastante complicado, pues se venían presentando invasiones coordinadas por líderes políticos, había desorden en la ciudad, había corrupción en diferentes áreas de la administración municipal, además la prostitución en bares y cantinas era ejercida en todo el centro de la ciudad, los servicios de agua y luz eléctrica no llegaban a los barrios más lejanos ni a los barrios que habían nacido como invasiones, el Hotel Pipatón estaba abandonado, las vías de la ciudad estaban totalmente destruidas y no había ninguna planeación para construir otras que requería la ciudad, además, había una gran cantidad de vendedores ambulantes que afectaban el comercio organizado, la basura tenía afectada la ciudad, porque no había recolectores, las instituciones educativas municipales (escuelas y colegios) estaban abandonadas, mejor dicho el municipio era un caos, agravado por la huelga decretada por la Unión Sindical Obrera, USO.
¿Lo designaron Alcalde Militar para afrontar los retos que representaba la USO en una huelga de Ecopetrol?
Considero que fue una de las razones, pero pienso que era más por la situación de desorden y anarquía que se vivía en el puerto petrolero, a causa de la corrupción política y los problemas sociales existentes, los cuales, lastimosamente, a estas alturas, luego de casi 44 años después, al parecer siguen no solo en Barranca, sino en todo el país, situación que —sin lugar a dudas— ha limitado nuestro desarrollo.
¿Como era la ciudad que usted recibió?
Ya le conté en qué condiciones de orden público recibí la ciudad. Ahora le digo lo positivo, y es que para mí Barrancabermeja siempre será una ciudad donde habita gente maravillosa, trabajadora, alegre, sus habitantes como algo muy especial, provienen de todo Colombia, pues se encuentran personas de Santander, Boyacá, Vaupés, Caquetá, Tolima, Huila, Valle, Antioquia, de la costa del Atlántico y del Pacífico, lo cual inspiró el eslogan durante el tiempo que duré en la alcaldía: “Activemos el corazón de Colombia».
Barrancabermeja es una ciudad que contiene una “muestra” de todo nuestro país. Pensé en su momento, lo mínimo que debe tener es unión y progreso, para que sus gentes sean promotoras o mensajeras de Colombia en ese inolvidable puerto, el que Gonzalo Jiménez de Quezada bautizó en su paso sobre el rio Magdalena como «las barrancas bermejas» que quizás lo impactaron en su desplazamiento hacia el centro de Colombia.
¿Cuál fue la ciudad que usted dejó, qué obras destaca de su gestión de gobierno?
Pedro … Después de tantos años no es fácil recordarlas, menos en estos momentos en que el encierro impide consultar documentos que tengo guardados, pero espero me disculpes la forma quizás desordenada en que las mencione. Estas son, entre otras:
— Avenida del Ferrocarril con la siembra de árboles que aún tienen vida , como pude percatarme hace algo más de un año que de carrera visité a Barranca.
— Urbanización “Villa Dora” en un lote de la Alcaldía, que se inició con la entrega de dos o tres casas a familias de escasos recursos, buscando darle ejemplo a los políticos de esa época que promovían las invasiones, para demostrarles que las gentes se podían ayudar sin robar terrenos, ni infringir las leyes. Actualmente no sé, si los alcaldes la continuaron.
— Adquisición de dos carros de basura para el municipio que tenía carencia de estos vehículos. Deseo anotar una situación anecdótica al respecto: “Se recibieron varias propuestas y se decidió por la que presentó una señora de nacionalidad alemana, cuyo nombre no recuerdo y en la negociación quedó incluido un vehículo para la alcaldía, pues el que existía, se encontraba en malas condiciones.
— Darle vida al Hotel Pipatón, que como lo manifesté anteriormente, estaba acabado y créame Pedro que fue uno de para fomentar el turismo y obviamente para darle vida al municipio, pues sus visitantes podrían aumentar al conocer este lugar tan bello.los lugares de la ciudad que me encantó, por su ubicación y su estructura. Organicé la administración
— Sacar la prostitución del centro toda la ciudad y darle una “zona de tolerancia” con protección sanitaria y de seguridad. Aquí hago un comentario anecdótico expresado por el General Rivas Forero, que decía: “Puerto Berrio es prostíbulo sin obispo y Barranca es un prostíbulo con Obispo”.
— Organizar a los vendedores ambulantes, registrándolos en la Secretaria de Gobierno, sin exigir dinero a los usuarios, simplemente por organización y seguridad.
— Organizar y ayudar a los músicos de Barranca, exigiendo según la categoría del establecimiento mínimo una hora diaria de música. Al respecto no olvido una serenata de despedida que me hicieron varios músicos, como agradecimiento por valorarlos y ayudar a su organización.
— Llevar agua y fluido eléctrico a los barrios nororientales, Primero de Mayo entre otros, que estaban ausentes de estos servicios, por ser invasiones.
— Oficializar, o mejor coordinar con Ecopetrol una ayuda fija y acorde a las necesidades del municipio para no estar “mendigando” o pidiendo ayuda en los momentos de dificultad. Para esto debo reconocer que conté con el apoyo y la ayuda del doctor, Juan Francisco Villareal, en ese entonces presidente de Ecopetrol.
— Suministro de elementos educativos a varios colegios del municipio, como laboratorios de física y química.
— Adquisición de un lote para la Casa de la Cultura. Fui invitado para la colocación de la primera piedra.
— Primer concurso de música vallenata en la plaza o parque “Del Niño Dios”, el cual no sé si aún exista, con asistencia de unas 20.000 personas. Estaba totalmente lleno. Debo comentar una vivencia anecdótica en la entrega de premios: Los jueces dieron el título de ganador a un conjunto, pero todo el público asistente inició una protesta, porque no se había dado el triunfo a un conjunto que había interpretado un vallenato protesta, el cual expresaba que: “los gringos nos habían robado el petróleo y que a cambio solo nos habían dejado los huecos” … algo así, francamente no recuerdo bien, lo cierto es que la gente estaba enardecida y casi tumbaban la tarima. Tomó el micrófono la secretaria de Cultura y no la dejaron hablar, luego lo tomó la secretaria de Gobierno y tampoco la dejaron hablar. Ante esta situación, tomé el micrófono y la plaza se silenció. De inmediato manifesté si mal no recuerdo: “Respeto la decisión que han tomado los jueces del concurso, por el conocimiento que tienen del tema, pero existe un juez máximo que es el pueblo de Barrancabermeja el cual considero que debe ser tenido en cuenta y por lo tanto el ganador de este concurso, considero, es el conjunto que ha señalado la población barranqueña” … Ante esto la plaza se inundó de aplausos y vivas al Alcalde Militar. Creo que finalmente al conjunto que había sido nombrado por los jueces también se le dio un premio.
— Efectuamos un desfile con ocasión del 20 de Julio, algo no visto antes en Barranca, en la cual participo el Batallón Anti Aéreo Nueva Granada y el Batallón Serviez que se encontraba reforzando las tropas de Barranca, la Policía y todos los colegios de la ciudad. Fue algo inolvidable y muy emocionante. Nos acompañó el Señor Gobernador del Departamento, doctor Alberto Montoya Puyana.
El alcalde militar de Barrancabermeja, Coronel Álvaro Bonilla López, inaugurando algunas obras de su administración – Octubre 1.977 pic.twitter.com/dMCn8b1kRZ
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¿Cuanta gente terminó privada de la ibertad durante su gobierno militar?
Es más lo que se habla de este tema por los políticos —y con su perdón, por algunos periodistas— que piensan más en ayudar a determinadas corrientes políticas, que en expresar lo realmente ocurrido. Edgar Daniel Rodao, un periodista de Barranca, en una entrevista hace varios años, concretamente me preguntó «si había gobernado a Barranca con mano extremadamente dura y que inclusive se escuchaban comentarios de posibles torturas por parte del Ejército a algunos dirigentes sindicales», a lo cual le respondí que era totalmente falso. Pedro le hice llegar por WhatsApp la foto de una carta publicada en Vanguardia Liberal el 28 de Septiembre de 1977 que envié a unos abogados de Barranca y habla del tema de la mal llamada “mano dura” del Alcalde Militar.
En este sentido debo manifestar que solamente fueron a la cárcel personas que promovieron violencia o que fueron capturadas regando puntillas o elementos en las vías para pinchar los vehículos y paralizar la ciudad.
¿Tiene alguna anécdota sobre el particular?
Si claro, un día pasé por un banco y en la puerta escuché pitos y gritos en la parte interna. Yo caminaba con dos soldados que eran mis guardaespaldas. Al entrar, ver el desorden y escuchar los pitos y gritos de la protesta, me puse muy incómodo y con algo de disgusto le dije, en tono bastante alto a los policías que estaban controlando las colas del banco: “Esto es el colmo … cómo permiten este desorden … la próxima vez que alguien pite le destruyen el pito, pero no pueden permitir este tierrero“. Se silenciaron y yo salí de mal genio. En este momento un hombre estaba riéndose y de inmediato le dije: “Ah … ¿y usted se está burlando del Alcalde? … queda detenido por falta de respeto a la autoridad” y como estaba a unos 50 metros de la Alcaldía fue conducido por los dos soldados al palacio municipal. Como a los 5 minutos fui a visitarlo y le pedí disculpas diciéndole: “Perdóneme hermano, pero esto era necesario para demostrar autoridad y exigirle a la gente disciplina», le dije que quedaba en libertad; le di la mano, un abrazo y sonreímos. Fue mi único acto violento en la Alcaldía.
¿Y si tuvo anécdotas con la clase política de aquellos tiempos?
Por supuesto, el caso que más me impactó —y con el que pude demostrar la rectitud de la administración, actuando siempre con energía y seriedad, pero respetando a los habitantes del puerto y obviamente sin atentar contra los derechos humanos— fue cuando se capturó a Edilberto Cabrera, que estaba regando tachuelas y quemando llantas en una vía y creo era un líder de la USO.
Los doctores Horacio Serpa Uribe y Víctor Enrique Navarro, tenían un radioperiódico llamado: “Informe Liberal” en la Emisora Barrancabermeja o en Radio, Yarima, no recuerdo bien, pero hicieron una gravísima incitación a la violencia al afirmar: “El detenido Edilberto Cabrera está en estado comatoso, se le ha negado el derecho de defensa y ni el médico se ha dejado entrar a los calabozos del Batallón Nueva Granada, por eso invito a la ciudadanía a que salgamos a cerrar el paso a los militares por sus actuaciones violentas”.
En la situación que se encontraba Barranca era muy peligrosa esa afirmación, pues era un llamado a la violencia que, sin lugar a dudas, aumentaba la intranquilidad en la ciudad. Ante la gravedad de la situación y previendo las consecuencias de ese llamado, en el carro de la Alcaldía llevé a la señora madre, a la esposa y a los hijos del detenido, además, invité a las cinco emisoras de Barranca en ese momento y a algunos periodistas al Batallón Nueva Granada.
Ya en el Batallón, nos dirigimos con los familiares y periodistas al lugar donde estaba el detenido y delante de todos ellos le pregunté cómo lo habían tratado, si había sido maltratado y si había recibido alimentación, respondiendo obviamente que «había recibido buen trato, que lo habían alimentado y que no había tenido problemas».
Por esta razón procedí a demandar por «calumnia» a Serpa y Navarro y su radioperiódico, en esa época, fue cerrado por el Ministerio de Comunicaciones.
¿Y directamente con la USO, tuvo problemas?
Si Pedro. Otro asunto quizás anecdótico de la mal llamada «mano dura» del Alcalde ocurrió cuando el abogado Diego Montaña Cuellar me visitó en la Alcaldìa con otros dirigentes sindicales a hablar del problema de la USO y el manejo que le estaba dando el Alcalde. Fue una reunión cordial y en un momento me dijo: ”como serán sus arbitrariedades Alcalde, que usted prohibió la venta de pitos en los almacenes de juguetes de niños”, ante lo cual le respondí: “Doctor Montaña, una de mis funciones como Alcalde es velar por la vida y la tranquilidad de los barranqueños. Usted se imagina la reacción de un soldado que ha estado sin dormir, quizás mal comido y sin descansar un minuto y que lo rodeen varias personas, como pude verlo, pitándoles a su alrededor? .., Se que la formación militar es de respeto a la ciudadanía, pero recuerde que antes que todo, un soldado es un ser humano y en su desesperación puede tener una reacción violenta. Eso es lo que busco con esa medida que usted critica y tilda de arbitraria: velar y proteger la vida de los barranqueños».
¿Quién pudo cometer el atentado al bus donde se movilizaban trabajadores llamados “esquiroles” de la huelga y en el que murió un supervisor de Ecopetrol, Ismael Darío Rincón, nombre que hoy lleva la Policlínica de Ecopetrol?
El más interesado en conocer los responsables y proceder a hacer las capturas que el hecho ameritaba, obviamente era yo como Alcalde, pero en ese momento y hasta la fecha, no recuerdo haber conocido los autores del acto terrorista, pero obviamente pienso que fueron delincuentes, apoyados por los dirigentes del paro o infiltrados entre los huelguistas, para buscar sembrar el caos en el puerto petrolero, que normalmente es el objetivo que biuscan todos los extremistas.
Recuerdo que para mí fue muy doloroso, tanto, que esa noche no dormí y estuve todo el tiempo en la clínica acompañando al herido y luego al muerto, hasta el amanecer.
Posteriormente acudí al cementerio, donde tristemente solo acudieron unas pocas personas y allí dije unas palabras llenas de dolor y sentimientos, bastante duras contra los autores del crimen.
¿Qué significó para usted llevar la zona de tolerancia fuera de la zona céntrica de Barrancabermeja?
Sin lugar a dudas fue algo muy importante para facilitar la actividad normal en el centro de Barrancabermeja como bancos, servicios públicos, comercio, turismo, así como asuntos culturales y sociales, al igual que todas las ciudades del país.
Debo decir que la gestión de un alcalde depende de un equipo de trabajo y quiero resaltar y agradecer la labor especial de la señora Yolanda Sandino de Hoyos (q.e.p.d.), pues fue ella la que con gran voluntad y espíritu de servicio luchó y trabajó por mejorar la imagen de Barrancabermeja. En un principio nos hicieron huelga las mujeres dedicadas a esta actividad, pero finalmente logramos convencerlas de que lo que deseábamos era su bienestar, pues tendrían puesto de salud y mayor protección por parte de las autoridades de policía. Fue tan importante el logro, que recibimos muchas manifestaciones de agradecimiento.
Estado en que quedó el bus de Copetran al servicio de Ecopetrol en donde viajaba el supervisor Ismael Darío Rincón, que murió en un atentado criminal en 1977 durante el transcurso de la huelga del 77 en la refinería de Barrancabermeja pic.twitter.com/SxDFZiV3z1
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¿Qué recuerdos le quedan de su secretaria de gobierno, Yolanda Sandino de Hoyos?
Sin lugar a dudas creo que mi mayor acierto fue nombrarla a ella como Secretaria de Gobierno, cargo que normalmente lo desempeñaba un hombre.
Era una mujer activa, dinámica, acelerada y muy colaboradora, cualidades todas que puso al servicio de Barrancabermeja y con quien manejamos algunas situaciones complicadas como los especuladores, el aseo de la ciudad, la organización de la Navidad en los barrios, con estímulos a los más decorados, la visita a los barrios pobres para conocer directamente sus problemas y dar soluciones, en fin, solo buenos recuerdos y gratitud tengo para ella.
También recuerdo que en la subienda de pescado en Barrancabermeja no había pescado para los habitantes sino a unos precios demasiado altos y sacaban camiones llenos de pescado. Ante esto, dispuse, si mal no rcuerdo, que por cada 4 camiones que sacaran de Barranca, debían dejar uno para vender a precios cómodos a sus habitantes y ella me ayudó a controlar esta medida.
¿Volvería a Gobernar a Barrancabermeja con «mano de hierro»?
Pedro, como dice la canción: ”Como han pasado los años.. que mundos tan diferentes”.
Esto ocurrió en el año 1977, hace 44 años, y aunque muchas cosas han cambiado, otras siguen iguales, como la corrupción política, el sindicalismo corrupto, la falta de beneficios y ayuda a las clases menos favorecidas, que siguen siendo utilizadas por los populistas de extrema izquierda; FECODE con su socialismo del siglo XXI promoviendo el extremismo en los jóvenes y no ayudando a organizar adecuadamente la educación para mejorar la cultura; la falta de civismo de las gentes, que difícilmente dan algo de amor al municipio y a nuestro país; El empleo amañado de la palabra PAZ, para enfrentar y dividir al país; así como la nacionalidad escindida por agrupaciones indigenistas con fines políticos y no para lograr —de verdad— la tranquilidad de los colombianos, que hemos vivido muchos años en violencia; el ataque permanente por algunos dirigentes políticos y algunos medios de comunicación a las Fuerzas Militares (Ejército, Armada y Fuerza Aérea) y Policía, para debilitar la moral de estos hombres y mujeres que solo luchan por la paz y la tranquilidad de todos los colombianos; el narcotráfico y la minería ilegal que han inducido a la corrupción a algunos de los dirigentes del país. La Justica corrupta que destruye a las gentes de bien, deja libres los delincuentes y hace florecer la impunidad de los delitos … En fin.. no sigo, porque realmente en estos momentos de dificultad que estamos viviendo, uno queda perplejo de algunos políticos que solo buscan destruir y no construir, pues solo se interesan en sus beneficios personales y hacen abstracción de lo que realmente necesita el país para salir adelante. Buscan polarizar y no unir, lo cual —obviamente— hace débil la estructura del país, que cada día es más vulnerable ante los delincuentes, narcotraficantes y terroristas.
A pesar de los años, me le mediría a lo que fuera en beneficio de ese gran puerto —Barrancabermeja— que se robó mi corazón y donde aprendí a querer más a Colombia, pues para mí es y sigue siendo “El Corazón de Colombia”
¿Qué opina de lo que dijo el entonces representante a la cámara, Horacio Serpa (q.e.p.d.), cuando terminó su mandato: “Cesó la horrible noche”?
Siempre agradecí las palabras del doctor Serpa, un elogio de su parte equivaldría al “abrazo del oso” dejando dudas en mis superiores y en el Señor Presidente Alfonso López Michelsen, quien premió mi gestión enviándome a París como Agregado Militar Adjunto a la Embajada de Francia. Goberné para la ciudad y en beneficio de los ciudadanos de Barrancabermeja, no para la clase política, pero dejemos los muertos en el lugar que sus actos y el señor les hayan merecido.
Además, recuerde que el era un político y como dicen: “los políticos solamente saben lo que van ha hacer cuando van al baño”.
Creo que es el mejor elogio a mi gestión, porque precisamente yo estudié y conocí plenamente el Magdalena medio y obviamente a Barrancabermeja antes de asumir el cargo.
Aunque no encaje directamente en esta pregunta, pero para resaltar el conocimiento social, económico y político debo comentarle que fui nombrado Alcalde cuando me encontraba como Jefe de Intreligencia del Comando Operativo del Magdalena Medio y por lo tanto tenía conocimiento de la situación social, económica y política de todos los municipios afectados por el accionar de los grupos delincuenciales en este sector del país, entre los cuales, obviamente, estaba Barrancabermeja.
Una semana antes de asumir la Alcaldía me encontraba en la serranía de San Lucas cerca de Santa Rosa de Simití y Canelos. Ocurrió algo inolvidable en esa operación con el Comandante del Comando Operativo Coronel, Humberto Arango Mejía, estábamos dejando unas tropas para una operación y nos informaron que un soldado estaba muy grave, con paludismo cerebral, y que requería evacuarlo urgentemente. Se le informó al piloto, pero nos dijo que con las tropas que llevaba en el helicóptero y el mal tiempo, (porque había tormenta), era imposible evacuarlo porque el cupo estaba lleno. Ante esto el Coronel decidió que él y yo nos quedáramos en un cerro. Nos colocamos espalda con espalda observando a los 360 grados con nuestras carabinas en la mano y arriesgando nuestras vidas. Pasaba el tiempo y creo, como a los 20 minutos el Coronel me dijo: “Alvaro: ya la tormenta y la lluvia pasarán» … Le respondí, ¿cómo así mi Coronel, usted sabe de asuntos meteorológicos? y el me respondió: «mira estos cucarroncitos que están saliendo de la tierra … esto indica que ya no lloverá más” y efectivamente como a los 10 minutos llegó el helicóptero.
Al llegar a Barranca el Coronel Arango me leyó un mensaje en el que le informaban que yo había sido nombrado «Alcalde Militar de Barrancabermeja».
¿Ha vuelto a Barrancabermeja?
Si .. creo en dos oportunidades. Una por invitación del Alcalde para un cumpleaños y otra hace más o menos un año. Noté que la Avenida del Ferrocarril ahora de “Los Fundadores” está algo cambiada, bueno y muchas cosas más, como edificios que en mi época no existían.
De mi última visita tengo dos anécdotas. Te cuento que en la siembra de los árboles, en la avenida, recordé lo afirmado por José Martí: “Hay tres cosas que cada persona debe hacer en la vida: sembrar un árbol, tener un hijo y escribir un libro” quise verificar como estaban los árboles de la avenida y le pregunté a una persona: — ¿Usted sabe cuántos años tiene éste árbol? y me dijo: no sé pero creo varios años, ante lo cual le dije: «tienen 42 años porque fueron sembrados cuando yo fui Alcalde“.
Visitando la Alcaldía, obviamente por fuera, entre a un Supermercado cercano al edificio, compre algo y en la cola a unas señoras de unos 60 años charlando me comentaron que eran maestras pensionadas y yo les dije que era Coronel y había sido alcalde Militar de Barrancabermeja, ante lo cual una de ellas me dijo: «no me diga que usted es el Coronel Bonilla …« Esto me emocionó, porque nunca pensé que mi nombre fuera bien recordado después de tantos años.
Alcalde Militar de B/bermeja: El coronel Álvaro Bonilla López – octubre de 1977 pic.twitter.com/Vix9yjxe9U
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¿Qué siente saber que es el Alcalde más longevo de Barrancabermeja?
Bueno, el chisme nació el 2 de enero, cuando usted me comunicó que, con ocasión de los 100 años de Barrancabermeja, me planteaba dos tipos de entrevista, una a mediados de enero y otra escrita para lo cual me enviaba un cuestionario. Posteriormente me envió la hecha al señor David Velasco, quien fuera Alcalde hace 50 años y al leerla encontré que le decía que, precisamente, era «el alcalde más longevo de Barrancabermeja con 78 años», ante lo cual yo le comuniqué que yo había nacido en 1938.
Siento felicidad inmensa de poder pensar de nuevo en ese puerto petrolero y evocar tantas cosa vividas durante mi experiencia como Alcalde Militar. Además doy gracias a Dios por tener la satisfacción de haber cumplido con honestidad una labor desconocida para mi, la cual desarrollé con mucho amor y entrega por mi Ejército y por Colombia..
¿Está escribiendo un libro sobre Barrancabermeja?
Si … llevo un año en este empeño, pero no es fácil, aunque tengo mucha información y recortes de prensa que me facilitan la tarea, pero debo confesarle que tengo 10 capítulos y cuando los leo de nuevo encuentro que algunas cosas son útiles para los barranqueños y obviamente para los colombianos, pero otras no y solo deseo escribirlo, con el fin de que conozcan las experiencias de un militar atacado por la clase política que nunca aceptó tener un alcalde militar, entre muchas cosas, porque les frenaba su “negocio” electoral; además, pienso que un libro debe contener aspectos de utilidad para las futuras generaciones. Contiene también hechos que aterran de muchos personajes de la política del puerto petrolero y que quizás son guardados, pero que yo deseo dar a conocer con documentos y argumentos reales. Vamos a ver si Dios me da licencia de lograr mi objetivo.
¿Por qué le incomodaba que le llamaran chafarote?
Le cuento Pedro que a mí nadie me llama así, porque mis modales son muy diplomáticos y en esta entrevista he comentado sinceramente algunos momentos de mal genio, pero no es lo usual en mí. Si me llaman «chafarote» no me interesa, ni me incomoda ni le doy importancia. «Chafarote» es una expresión personal. Nadie se refirió a mi en esos términos. En nuestro léxico de peyorativos políticos, existen múltiples expresiones a las que se acude a falta de argumentos. El «chafarote» es el oficial de alto rango que desempeña su trabajo con disciplina, energía y abnegación, para el disgusto de algunos “mamertos”.
¿Sabía usted que yo estuve preso durante su gobierno y que allí conocí gente que me hizo ver la vida de tal forma que opté por el periodismo y hoy la vida me da la oportunidad de entrevistarlo?
Pedro, como se lo expresé cuando hablamos jocosamente: “¿sería que eras muy inquieto?”. Lo cierto es que no tenía ni idea y me alegro que haya tenido una experiencia adecuada, para decidir seguir en el periodismo. Yo admiro mucho a los periodistas que en el cumplimiento de su importante labor luchan con honestidad por buscar las noticias, a veces con riesgo de su propia vida, para conseguir un objetivo importante que es mantener informada a toda la población.
Así mismo critico los que usan su profesión para hacer daño de acuerdo a sus intereses personales o para apoyar grupos extremistas que tanto mal hacen a Colombia, presentando noticias falsas o tendenciosas.
¿Cuál es el mensaje a Barrancabermeja, una ciudad que va camino a sus 100 años?
Soy un enamorado de Barrancabermeja y por lo tanto deseo que esos 100 años sean como un renacer para del puerto petrolero, que sus gentes se unan sin distingos de colores políticos o intereses personalistas y luchen por hacer de estos 100 años una gran fiesta, que quede impresa en los recuerdos de todos los colombianos. Que todos unidos “activen el corazón de Colombia».