La Unidad Nacional en Colombia es ahora más grande y más fuerte. Incluso, podría decirse que desbordó a los partidos políticos, pues, esta fue reforzada por diversos líderes y activistas políticos que crearon una verdadera fortaleza en favor de la paz y de la democracia liberal que promete un futuro mejor para las nuevas generaciones de colombianos.
Es de reconocerse que a pesar de que Colombia ha vivido una de las guerras más deshumanizadas, prolongadas y más viejas del continente, aún hay quienes se resisten a cambiar el chip de la guerra por la paz.
«De no ser por el frente unido por la paz que surgió en medio de tan apretada y acalorada campaña presidencial, estaríamos hoy contando que la confrontación armada seguiría siendo el pan nuestro de cada día», advirtió el senador electo por el partido Liberal, Horacio Serpa Uribe.
Afortunadamente la realidad es bien distinta. Luego del resultado electoral de este domingo, Colombia entró por el camino de la paz, eslogan que se vendió en una de las pasadas contiendas políticas contra Álvaro Uribe, pero que no caló por la insistencia de «los señores de la guerra» que fué determinante en los 2 gobiernos de Uribe.
Hoy por los avatares de los destinos políticos, el camino de la paz es una realidad con el triunfo de Juan Manuel Santos y los avances en la Mesa de Diálogos de La Habana.
La campaña presidencial, que poco a poco fue subiendo de tono en materia de argumentos, polémicas, contradicciones y polarización, llegó a su final y a lo largo de la misma el candidato Juan Manuel Santos mantuvo una coherencia absoluta centrada en la propuesta de la salida negociada del conflicto armado.
La posibilidad de la paz sedujo a millones de colombianos dolidos, muy afectados por el miedo y el odio y salieron a apoyar a Juan Manuel Santos, quien obtuvo una ventaja de más de cinco puntos por encima de su contendor, los cuales se traducen en más de 911.985 votos a favor de Santos sobre Zuluaga (Recordar que JM Santos tuvo 7.816.986 votos, mientras que OI Zuluaga obtuvo 6.905.001 votos).
Con seguridad serán nuevos tiempos para la paz y para las más de 6 millones víctimas que tiene el país, que han padecido las consecuencias del conflicto armado y que ahora son las protagonistas de la coyuntura política, especialmente a partir del reconocimiento del conflicto armado que caracteriza al presente gobierno.
A partir de este 16 de junio, comenzó lo más difícil, que será cumplir con lo prometido, demostrar una gran responsabilidad con el país, sanar las heridas, acabar con la polarización, firmar el fin del conflicto para construir la paz y especialmente trabajar sin descanso para alcanzar una democracia madura que garantice el fin de la horrible noche en la que nos ha envuelto la guerra, para que la oposición se haga con decencia y el país sea gobernado por líderes pacifistas.