Por: Jorge Núñez Hernández.
No sé si esté equivocado, pero creo que los funcionarios públicos de elección, nombramiento o de carrera, —en el ejercicio de sus funciones—, a más de las obligaciones de ley en atención a su cargo, han de guardar un grado de relación con el partido, movimiento o corporeidad desde la cual fueron postulados para ocupar sus puestos.
Ese grado de relación tiene que ver con una lealtad a unos postulados, principios o criterios de acción que sirven de principios o pautas ideológicas para orientar el comportamiento. Eso es lo que da “pegamento” a los partidos, movimientos o corporaciones como agentes organizados y representativos de la sociedad ante el Estado.
Cuando no existe ese gran grado de lealtad organizacional, así ella esté matizada por una relación de lealtad a uno de los jefes o dirigentes de la colectividad, la conducta del funcionario es personalísima, egoistica, unipersonal, caprichosa, veleidosa, inesperada, sorpresiva, sin ningún tipo de control. El funcionario se convierte en una rueda suelta, en una pieza autónoma, ajena a requerimientos ni controles externos ni corporativos ni sociales. Desde la plataforma de la soberbia y el engreimiento se actúa y se valora. —“Estoy aquí por mérito propio, no necesito consejos de nadie”—, piensan.
Este proceder unipersonal da paso en lo social a el “amiguismo”, con todas sus variantes:
1. El “FAMILIARISMO”, donde la esposa, la mamá, el tío, el papá, los primos, los cuñados, —con base en los vínculos de afinidad sanguínea o civil—, estiman que «tienen derechos por extensión en relación con el funcionario».
2. El «ADULISMO», donde se premia un tipo de lealtad falsa de hombres y mujeres que hacen coro a la imagen del funcionario como técnica de mantenimiento de los afectos y las seguridades laborales y contractuales: “Usted es mi jefe. A usted me le debo”, son sus divisas.
3. El “OCULTISMO”, donde las “agendas secretas” (económicas, sexuales, religiosas, deportivas o similares) se convierten en la partitura dominante, y desde ellas se ayuda o se amenaza: “Le tengo un guardado”, su divisa.
El riesgo para la salud de la sociedad surge cuando los agentes públicos terminan estableciendo vínculos con organizaciones al margen de la ley (BACRIMS, sectas, organizaciones delictuales como los llamados «carteles de la contratación») y estas se convierten en las reguladoras y moduladoras de las decisiones de los funcionarios públicos. La historia de la cooptación paramilitar, guerrillera y «morenonulista» es pródiga en ejemplos.
Pretender entonces focalizar el mal en una persona, Petro, Richard Aguilar, Elkin Bueno o Usuriaga, (no importan ni nombres ni apellidos ) no conduce a una cabal comprensión del malestar que denuncian las gentes y los medios de opinión.
Creo que hay que volver por una pedagogía que vi que practicaba Horacio Serpa Uribe al interior del FILA: Reunía a sus secretarios con los concejales, dirigentes gremiales y comunales, para que una especie de juicio político interno se examinaran las conductas y se diseñaran los cambios y las tareas a seguir.
Eran encuentros llenos de catarsis que permitían gozar de un vigor político de la organización, sus cuadros y la ciudad, donde se ejercía la vida social, política y administrativa. Sabíamos a quien nos debíamos. Había sentido de pertenencia colectiva. Cuando nos descarriábamos nos llamaban a filas. A mi cuando traté de salirme en casa de una dirigente: Fredesminda Amorocho, me pusieron en su sitio. Cuando lo hice ya desde una postura de diferencias ideológicas, me pidieron la renuncia, y … a otra tolda: Construimos con otros disidentes ideológicos, MODERE: 1991.
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JORGE NUÑEZ HERNANDEZ es reconocido en la ciudad por su incansable vocación de investigador por los asuntos históricos relacionados con Barrancabermeja a los que dedica gran parte de su tiempo en rigurosas jornadas académicas que han dado como resultado interesantes documentos de la vida e historia del puerto petrolero. Abogado de la Universidad de Antioquia, se desempeñó como Juez de Ejecuciones Fiscales, Asesor Jurídico del Municipio de Barrancabermeja, Secretario General y Secretario de Hacienda Municipal. Es el autor de textos muy leídos como “Papá Petróleo”, “Plan de Vuelo Municipal”, “Crónicas de Lucha por el Poder Local”, “Distrito Especial Petrolero” y “Barrancabermeja la línea del tiempo”.
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