(Felicitaciones a Barrancabermeja por su valentía y coraje al defender nuestro medio ambiente).
Que hermosa lección de amor a la ciudad le ha dado toda la comunidad barranqueña al alcalde Elkin Bueno y a sus subalternos Jorge Ferreira y Heyner Mancera, quienes tenían listo y firmado un convenio con algunos municipios del área metropolitana de Bucaramanga para que depositaran todas sus basuras y desechos en terrenos correspondientes al municipio de Barrancabermeja. La actitud exigente, reclamante y severa de nuestro pueblo impidió que funcionarios irresponsables y «social bacanos» con el medio ambiente terminara en una tragedia de incalculables consecuencias para nuestro entorno ambiental.
Luego de conocerse la decisión del alcalde de Barrancabermeja, Elkin Bueno Altahona, de no aprobar el convenio que ya había firmado la empresa Aguas de Barrancabermeja con el Municipio de Piedecuesta y que permitía el depósito de las basuras de ese municipio en terrenos del puerto petrolero, quedan claros (2) dos aspectos muy importantes:
EL PRIMERO, que si bien es cierto estamos frente a un alcalde que goza de un radiante magnetismo, rodeado de unos atributos físicos de hombre atractivo y exitoso, (imperturablemente obsesionado por mantenerse siempre joven), de otro lado contamos con un mandatario improvisador que no prepara ni planea nada y que en consecuencia la comunidad y el pueblo en general deberá estar vigilante, (durante estos próximos 4 años), para evitar que, con su liminoso estilo, cometa «alcaldadas» de incalculables consecuencias para nuestra ciudad.
Que una decisión tan importante y delicada como la de permitir que varios municipios del área metropolitana de Bucaramanga depositaran toda su basura en terrenos de Barrancabermeja, no hubiera sido consultada con el alcalde (que a la vez es el presidente de la junta directiva de la empresa Aguas de Barrancabermeja), sencillamente, no tiene presentación y demuestra, (como ha sido costumbre en los gobiernos de Bueno Altahona), que cada uno es una rueda suelta y no hay una política ambiental clara que defienda por encima de todo los interes de nuestra ciudad y la región.
Ya lo había dicho, en entrevista que concedió a Barrancabermeja Virtual hace un año su actual secretario de Medio Ambiente, Heyner Mancera, que «un gobierno de Elkin Bueno sería el de una social bacanería». (entrevista concedida en el año 2011 cuando era pre candidato a la alcaldía por el partido Verde).
NO ES LA PRIMERA IMPROVISACION DE BUENO ALTAHONA.
Precisamente, dentro de las improvisaciones de la actual administración del alcalde Elkin Bueno estuvo la primera, a comienzos de año, al nombrar a varios secretarios de despacho «innombrables», quienes tenían serios cuestionamientos éticos para desempeñar sus cargos y que el burgomaestre no investigó con anticipación, por lo que tuvo que abstenerse, posteriormente, de posesionarlos.
Después, el pésimo manejo que le ha venido dando a las altas tasas del impuesto predial que, aunque fueron autorizadas el año pasado, su solución corresponde a la actual administración municipal por ser la recaudadora y la primera y única beneficiaria de esos recursos.
Los altos cobros por el impuesto predial han generado la ira y la protesta de muchos ciudadanos, que indignados, se han dado a la tarea de quemar las facturas en señal de protesta.
Además, y para agregar una perla mas al collar de las improvisaciones, la no aprobación, hasta ahora, del Plan de Desarrollo que mantiene totalmente paralizado el normal desarrollo de la administración municipal, muestra que estamos frente a un alcalde que no le gusta manejar una administración por objetivos y prefiere gobernar bajo una administración por emergencias.
EL SEGUNDO aspecto para tener en cuenta es la actitud exigente y reclamante del pueblo barranqueño que demostró su amor por Barrancabermeja y por la defensa de sus recursos naturales.
La comunidad, que al conocer la absurda decisión de pretender usar nuestro provisional relleno sanitario al servicio de otros municipios, criticó, protestó y desaprobó la actitud asumida por los señores Jorge Norberto Ferreira y Heyner Mancera Rincón, quienes «fungiendo de ambientalistas» habían aprobado la nefasta idea de convertir a Barrancabermeja en el basurero de algunas ciudades santandereanas.
Muy bien por el pueblo de Barrancabermeja, por su valentia y denodada actitud por defender sus recursos naturales, y por recordarle al gerente de Aguas de Barrancabermeja y al secretario del Medio Ambiente que nuestras fuentes hídricas no se deben manejar con «social bacanería».