
En un giro sorprendente y controversial, analistas y figuras políticas de la izquierda han levantado la voz contra el Consejo Nacional Electoral (CNE) por lo que califican como una serie de maniobras destinadas a sabotear la consulta del Pacto Histórico prevista para el próximo 26 de octubre.
Según estos actores, si el CNE mantiene la consulta como un proceso inter-partidista, el candidato que salga victorioso no podrá participar en la consulta del Frente Amplio programada para el 8 de marzo de 2026, lo que efectivamente lo excluiría de un proyecto clave para llevar un solo candidato de la centroizquierda en las próximas elecciones presidenciales.
Carlos Caicedo de Fuerza Ciudadana opina
Carlos Caicedo, líder de Fuerza Ciudadana, es uno de los más vehementes en denunciar lo que considera una estrategia de la derecha y los clanes corruptos para desarticular las posibilidades de unificar a la centroizquierda.
Caicedo afirma que el CNE está manipulando las reglas del juego para asegurar que el proyecto del Pacto Histórico fracase, favoreciendo a los partidos tradicionales.
«El CNE le está limpiando el camino a la derecha, porque saben que unidos los arrasamos en las urnas», asegura Caicedo, quien también destaca que la izquierda ha sido históricamente víctima de un doble estándar por parte de las autoridades electorales.
El polémico proceder del CNE ha generado una fuerte reacción en otros sectores de la izquierda.
Alejo Vergel, influencer y periodista independiente, considera que la intervención del CNE es un claro intento de sabotaje.
«No importa lo que el Pacto Histórico quiera hacer en democracia, los poderes en las entidades públicas están dispuestos a torpedear cualquier proceso», denuncia Vergel.
Señala que el CNE no solo se ha opuesto a la fusión del Pacto Histórico de manera inmediata, sino que también ha cometido errores en los tarjetones de votación, ha decidido pasar la consulta como inter-partidista (lo que inhabilita al candidato para participar en la consulta del 8 de marzo), e incluso ha dificultado el voto en el exterior.
Por su parte, la congresista Mafe Carrascal también alza su voz contra el CNE.
En su opinión, el sabotaje del CNE a la consulta del Pacto Histórico es parte de una estrategia más amplia por parte del establishment político tradicional, que busca dar un golpe a la democracia.
«No quieren elecciones competitivas, les da pánico enfrentarnos en franca lid. Pero no vamos a bajar los brazos ni a dejarnos arrinconar», asegura Carrascal con firmeza.
Su mensaje es claro: la lucha por la democracia y contra el autoritarismo continúa y la izquierda no se dejará intimidar por estos obstáculos.
Que dicen analistas políticos
Los analistas políticos consultados coinciden en que lo sucedido con la consulta del Pacto Histórico es una violación flagrante a los derechos políticos, no solo de los candidatos, sino también de la ciudadanía en general.
El hecho de que el tarjetón diga «CANDIDATO» en lugar de «PRE CANDIDATO», según los analistas, dificulta la participación de los posibles candidatos en la consulta de marzo.
Además, señalan que la decisión del CNE de no permitir el uso del logo del Pacto Histórico en el tarjetón es una medida absurda que puede generar confusión entre los votantes, lo que perjudica aún más las posibilidades del pacto.
Un ataque directo a Petro
Otro aspecto que los analistas critican es la decisión de sacar a la Colombia Humana del Pacto Histórico, algo que, según ellos, es un ataque directo al presidente Gustavo Petro.
La falta de respuesta ante las peticiones jurídicas hechas para garantizar la consulta también es vista como una estrategia para debilitar el proceso.
Además, la negativa a permitir que los colombianos en el exterior ejerzan su derecho al voto se suma a la serie de medidas que, según los críticos, pretenden anular la consulta y disminuir las posibilidades de unificar a la centroizquierda.
El panorama es sombrío para los sectores que buscan una alternativa a la derecha en las elecciones de 2026.
Los analistas coinciden en que la derecha está bien consciente de la posibilidad de que el gobierno actual repita en las urnas en 2026, por lo que está utilizando las entidades estatales para poner obstáculos a cualquier intento de unidad en la izquierda.
Sin embargo, líderes como Caicedo, Carrascal y Vergel aseguran que, a pesar de los intentos de sabotaje, continuarán luchando por la democracia y los derechos del pueblo. La batalla, dicen, no está perdida, y la unidad de la centroizquierda sigue siendo una prioridad para ellos.
Un sabor amargo sobre la transparencia
Este escenario ha dejado a muchos colombianos con un sabor amargo sobre la transparencia y equidad del proceso electoral en el país, pero al mismo tiempo, ha encendido una llama de resistencia dentro de la izquierda, que promete seguir luchando por un futuro donde la democracia y el voto libre sean respetados.