
En una publicación del periodista Félix de Bedout en su cuenta de Twitter, según las cuales María Corina Machado habría salido clandestinamente de Venezuela para viajar posteriormente a Oslo a recibir un “Premio Nobel de la Paz”, han generado una intensa polémica tanto por el contenido del relato como por las implicaciones políticas y jurídicas que sugiere.
La historia
El periodista publicó una supuesta operación secreta en la que Machado, usando una peluca para no ser reconocida, habría atravesado diez controles militares, lo que —supondría — podría haber implicado sobornos.
Posteriormente, siempre de acuerdo con su versión, habría llegado a una zona costera desde donde embarcó en un bote de madera rumbo a Curazao en medio de fuertes vientos y un mar agitado. Desde allí habría continuado hacia Europa.
Comunicación con la Marina
Sin embargo, la parte más delicada del relato no radica únicamente en la salida clandestina, sino en la afirmación adicional de De Bedout de que miembros del equipo de seguridad de Machado habrían coordinado con “la Marina” —interpretada por muchos usuarios como la Marina estadounidense— para evitar ataques aéreos.
Estas alegaciones, según el periodista, vinculan indirectamente a una fuerza militar extranjera con la protección de una dirigente política opositora durante una migración irregular y, además, de una supuesta complicidad de Maria Corina con los ataques en alta mar que, hasta ahora, han dejado cerca de cien muertos bajo acusaciones de narcotráfico sin procesos judiciales ni investigaciones formales.
LIGEREZA Y FALTA DE RIGOR DE FELIX DE BEDOUT EN EL CASO DE MARÍA CORINA MACHADO
— BVirtual (@BcaVirtual) December 11, 2025
■ Nos referimos a una publicación del periodista FÉLIX DE BEDOUT en su cuenta de Twitter, según las cuales MARÍA CORINA MACHADO habría salido clandestinamente de Venezuela para viajar… pic.twitter.com/EaE6DyjRFs
Preocupación por la ligereza con la que se exponen estos hechos
Analistas independientes, frente a estas declaraciones, han manifestado preocupación por la ligereza con la que se exponen hechos de esa magnitud sin aportar pruebas verificables y con un tono que, en lugar de problematizar la gravedad de los actos descritos, parece celebrarlos como una “hazaña”.
La inquietud central radica en el precedente que implicaría normalizar la coordinación de operaciones con fuerzas militares extranjeras para fines políticos internos, especialmente en contextos altamente polarizados.
Que tal si pasara esto en Colombia
Los expertos se preguntan qué ocurriría, por ejemplo, si en un país como Colombia la oposición política coordinara acciones con una marina extranjera para facilitar o evitar ataques en territorio nacional o en aguas bajo jurisdicción colombiana.
Ello podría configurar delitos que van desde la colaboración con fuerzas extranjeras en acciones militares no autorizadas, hasta la violación de la soberanía, pasando por la participación en operaciones que podrían implicar uso ilegítimo de la fuerza.
Además, existe un elemento ético fundamental
Comunicar sin matices episodios que, de ser ciertos, involucrarían riesgos extremos, posibles violaciones al derecho internacional humanitario y actuaciones fuera del marco legal.
La frialdad con la que, según los críticos, se presenta esta narrativa contrasta con la gravedad que estos asuntos merecen y plantea interrogantes sobre la responsabilidad del periodista al difundir información no verificada o susceptible de interpretaciones políticas adversas.
La ligereza de la prensa
En suma, más allá de la veracidad o falsedad de los hechos descritos, lo que inquieta a analistas y observadores es la ligereza con la que se difunden versiones que involucran actores políticos, militares y escenarios de violencia, sin el debido rigor y sin considerar las profundas implicaciones jurídicas y éticas que tales relatos pueden acarrear.



