
El Gobernador de Santander, Juvenal Díaz, ha levantado la voz al acusar al gobierno de Gustavo Petro de “abandonar” el departamento.
Sin embargo, esta afirmación no refleja la realidad de lo que está sucediendo en Santander.
Aunque existen reclamos legítimos, estos están más relacionados con la falta de gestión y la incapacidad de la bancada santandereana en el Congreso de la República para gestionar recursos y obras en su región.
Es cierto que hay deficiencias en ciertas áreas, pero muchos de estos problemas se deben a la falta de acción y a los intereses de los grupos políticos tradicionales que han hecho del clientelismo y la corrupción una constante en la región.
En lugar de trabajar para sacar adelante proyectos de infraestructura que beneficien a la ciudadanía, los actores políticos de Santander parecen más interesados en torpedear las reformas sociales impulsadas por el gobierno de Petro, lo que refleja una postura más reaccionaria que constructiva.
Lo que oculta la oposición
Lo que no se dice en las acusaciones contra el gobierno de Petro es que, a pesar del bloqueo legislativo al que se enfrenta el Ejecutivo debido a la oposición de una bancada santandereana más preocupada por proteger sus intereses políticos que por gestionar recursos para su región, el gobierno nacional ha respondido con hechos concretos.
La administración de Gustavo Petro ha demostrado un compromiso real con Santander, llevando a cabo inversiones y obras de infraestructura importantes, que contrastan con la parálisis de los políticos locales.
Uno de los proyectos más destacados es la vía Curos-Málaga, para la cual se ha destinado una inversión superior a los 316.000 millones de pesos, con una ejecución que se extiende hasta 2029.
A ello se suman otras obras en puntos críticos como la Judía y el mantenimiento de tramos clave que han sido históricamente problemáticos.
Además, el convenio para la operación de los peajes de la Ruta de los Comuneros ya está firmado y listo para operar, lo que será una importante mejora en la conectividad del departamento.
En el ámbito energético
Santander también se ha beneficiado de importantes inversiones. En Barrancabermeja, la refinería ha recibido una inversión millonaria, con proyectos como la construcción de una nueva planta de diésel que costó US$353 millones y la ampliación de la planta UOP II, que ascendió a US$123 millones. Y no solo eso, el Plan Maestro de Refinación, que supera los US$4.8 mil millones, promete traer aún más beneficios para la región.
Además este gobierno inauguró el nuevo edificio del Instituto de Lenguas de la Universidad Industrial de Santander (UIS) en Bucaramanga.
Preocupados por perder el control político y económico
Lo que está sucediendo es que, frente a estos avances, los mismos clanes políticos que han dominado Santander durante décadas, usando las obras y los peajes como botín, ahora están más preocupados por perder el control político y económico que por el bienestar de los santandereanos.
Les duele que el gobierno nacional no ceda ante sus intereses clientelistas.
Es hora de que los ciudadanos de Santander no se dejen engañar por estos actores que intentan mantener el statu quo y seguir saqueando las arcas públicas.
El gobierno del cambio, liderado por Gustavo Petro, ha propuesto incluso soluciones innovadoras como la construcción de un tranvía para Bucaramanga, con una inversión de 3 billones de pesos.
Sin embargo, la oposición, que sigue siendo controlada por los mismos políticos de siempre, se ha opuesto a este proyecto bajo el pretexto de que podría afectar sus intereses personales. Esto ha dejado a Bucaramanga atrapada en un sistema de transporte ineficiente que no avanza.
¿Dónde estaba la bancada opositora santandereana cuando se discutía el Conpes que destinó $15 billones para las vías del país?
¿Bloqueando todo en el Congreso? ¿Saboteando las reformas laboral, de salud y pensional que sí beneficiaban al pueblo santandereano?
Ahora vienen con discursos de “solidaridad” y “defensa del pueblo”, cuando han sido sus peores enemigos. No se disfracen de aliados: cuando el pueblo los necesitó, ustedes eligieron el saboteo.
Este 26 de octubre, no te dejes engañar por las viejas prácticas políticas.
Participa en la consulta del Pacto Histórico en Santander, una oportunidad para fortalecer las políticas del cambio y evitar que los clanes de la politiquería tradicional sigan gobernando el departamento. Santander merece progreso, no clientelismo.