
El día de ayer, el Congreso colombiano fue escenario de una serie de hechos que, según la congresista Mafe Carrascal, revelan una operación política orquestada para sabotear la reforma laboral impulsada por el gobierno del presidente Gustavo Petro, así como la Consulta Popular que pretendía restituir derechos laborales perdidos por los trabajadores.
A través de una denuncia publicada en redes sociales, Carrascal señaló varios eventos irregulares que marcaron el rumbo del debate legislativo.
El orden del día
El primer hecho que denuncia la representante es la tardía divulgación del orden del día por parte del presidente del Senado, Efraín Cepeda, quien lo envió cerca de las 11 de la noche del día anterior. A la mañana siguiente, la senadora Isabel Zuleta fue una de las primeras en llegar al recinto y radicó una proposición para modificar dicho orden.
Sin embargo, fue rechazada con el argumento de que la senadora opositora Paloma Valencia ya había presentado una propuesta sustitutiva, pese a que no se encontraba presente en el recinto. Esta fue recibida por correo electrónico, lo cual, según Carrascal, no es la práctica habitual y evidencia una estrategia previamente acordada.
Este hecho desató una serie de maniobras políticas que, en opinión de la congresista Carrascal, estaban claramente diseñadas para enredar y desviar el trámite de la reforma laboral.
Según ella, la oposición, encabezada por senadoras como Paloma Valencia y Angélica Lozano, actuó de manera coordinada y estratégica para frenar el proceso legislativo, deslegitimar la propuesta de Consulta Popular y eventualmente reorientar el contenido de la reforma hacia intereses distintos a los del pueblo trabajador.
El papel de Angélica y Claudia
La senadora Angélica Lozano, esposa de la candidata presidencial Claudia López, fue una de las figuras más cuestionadas en esta denuncia. Carrascal acusa a Lozano de haberse subido tardíamente al debate, justo un día antes de que se discutiera la Consulta Popular.
A pesar de haber impulsado una reforma alternativa que incluía apenas algunos puntos políticamente rentables, Lozano manifestó en el debate del martes su rechazo a la consulta, alegando que era costosa y que servía de plataforma política para el presidente Petro.
Horas después, el senador Efraín Cepeda decidió trasladar el trámite de la reforma a la Comisión Cuarta, precisamente donde Lozano tiene presencia.
Esto encendió las alarmas en varios sectores políticos, que comenzaron a preguntarse si había un acuerdo tácito o explícito entre Lozano y sectores de la oposición para capturar el proceso legislativo, debilitar la reforma laboral y presentarse como protagonistas de una versión “light” de la misma con fines electorales.
La alianza con Pinto
Mafe Carrascal también señala la alianza entre Angélica Lozano y el senador Miguel Ángel Pinto, un declarado opositor tanto de la consulta como de la reforma laboral del gobierno.
Pinto presentó una ponencia de una “mini reforma” respaldada por el Partido Liberal, en la que incluyó varias de las mismas propuestas impulsadas por Lozano.
Esta coincidencia refuerza la hipótesis de una estrategia conjunta para neutralizar la iniciativa original del gobierno y sustituirla con una propuesta menos ambiciosa y más favorable a ciertos intereses políticos.
Lozano se ausentó a la hora de votar
El presidente Gustavo Petro también se pronunció sobre estos hechos, acusando a Lozano de haberse ausentado estratégicamente durante la votación clave, lo cual facilitó el rechazo de la Consulta Popular.
Para Petro, esta ausencia no fue casual, sino parte de una táctica diseñada para obstaculizar una decisión democrática que permitiera a la ciudadanía pronunciarse directamente sobre los cambios a la legislación laboral.
A pesar de haber compartido un vídeo en el que instaba al Congreso a no “hacerle conejo a Colombia”, muchos interpretaron el mensaje de Lozano como irónico y poco comprometido.
Mientras tanto, el debate de fondo continúa:
¿Está la dupla Lozano-López buscando obtener beneficios electorales con una reforma remendada, o están siendo utilizadas por sectores opositores para finalmente hundir el proyecto laboral y bloquear la consulta popular?
Lo que parece claro es que detrás de los discursos y maniobras legislativas, hay una lucha de poder que podría definir no solo el futuro de la reforma laboral, sino también el rumbo político del país.