
Luego de que la periodista Gabriela Frías, de CNN en Español, intentara ridiculizar la visita del presidente colombiano Gustavo Petro a China con una pregunta cargada de sarcasmo y un preocupante desconocimiento, la polémica estalló en redes sociales y medios alternativos.
Frías, con una actitud que más parecía una burla que una verdadera inquietud periodística, se preguntó:
“¿Alguien entendió de qué trenes habla el presidente colombiano Gustavo Petro?
¿Qué significa lo que dijo?”.
Lejos de aportar claridad, su comentario reflejó una preocupante falta de información sobre un proyecto geoestratégico de gran importancia para Colombia y la región.
Se lo explico: la idea, es conceptualmente sencilla, pero representa un enorme desafío desde el punto de vista ingenieril.
— GUSTAVO GONZALEZ GONZALEZ (@tavo2366) May 14, 2025
El proyecto del tren interoceánico propuesto por el gobierno de Gustavo Petro consiste en una infraestructura férrea de entre 200 y 270 km que conectaría el… https://t.co/m7huxH4JsS
La respuesta de Gustavo González
La respuesta no se hizo esperar. Gustavo González, analista político e influencer con creciente visibilidad en el ámbito latinoamericano, desmontó el comentario de Frías de forma clara, didáctica y contundente.
“Se lo explico: la idea, es conceptualmente sencilla, pero representa un enorme desafío desde el punto de vista ingenieril”, comenzó diciendo, marcando el tono de una explicación que dejó en evidencia el vacío informativo en el que se mueven ciertos sectores del periodismo internacional.
González explicó que el proyecto del tren interoceánico impulsado por el gobierno de Gustavo Petro consiste en una infraestructura férrea de entre 200 y 270 kilómetros de longitud que conectaría el océano Pacífico con el Atlántico, atravesando el departamento del Chocó, una de las regiones más olvidadas pero estratégicamente más relevantes de Colombia.
El objetivo es ofrecer una alternativa terrestre al Canal de Panamá, cuya operatividad se ha visto afectada por la disminución de los niveles de agua debido al cambio climático.
Más allá de la obra física, el proyecto implica también la creación de puertos especializados en cada extremo del corredor y la generación de empleo e inversión en una región históricamente marginada.
Colombia, con esta iniciativa, aspira a convertirse en un nodo logístico de relevancia en el comercio mundial, atrayendo inversión extranjera y posicionándose como actor clave en las rutas de intercambio interoceánico.
Pero qué es lo que preocupa?
“Es fácil de entender, difícil de realizar”, señaló González. “Lo que realmente preocupa es que mientras China abre sus oídos para escuchar estas ideas, la prensa de Estados Unidos se burla y/o no las entiende”.
Y con esa frase, dejó en evidencia una dicotomía reveladora: mientras en Oriente se exploran seriamente las posibilidades de cooperación y desarrollo, en Occidente, ciertos sectores mediáticos prefieren el ridículo fácil antes que el análisis informado.
La intervención de González culminó con una sentencia dirigida no solo a Gabriela Frías, sino a un segmento más amplio de periodistas que, por ideología o por negligencia, desestiman propuestas innovadoras simplemente porque rompen con los paradigmas tradicionales.
“Lo peor es burlarse de ideas que el mundo ya discute en serio. El tren no une continentes, conecta océanos. Y el ‘cerebro planetario’ es integración digital, no ciencia ficción. La realidad es que Colombia necesita ponerse al día, no seguir atrapada en el chiste fácil.”
Lo de fondo
El episodio no solo expone la ligereza con la que algunos medios abordan temas complejos, sino también la necesidad de un periodismo más informado, responsable y respetuoso frente a los proyectos de desarrollo de los países latinoamericanos.
La iniciativa del tren interoceánico no es un capricho ni una ilusión, sino una apuesta por un modelo de integración y progreso que, aunque ambicioso, merece ser debatido con altura y sin prejuicios. En tiempos donde el mundo redefine sus rutas logísticas y sus alianzas estratégicas, burlarse de estas ideas no solo es ignorancia: es una forma peligrosa de quedarse atrás.