Para que dejen de desinformar como lo vienen haciendo. La manipulación de la información en torno al sistema de salud ha generado una ola de confusión y temor entre la ciudadanía. Es hora de esclarecer los hechos y desmontar las mentiras que algunos sectores han difundido de manera irresponsable.
Uno de los principales argumentos falsos que han circulado recientemente es que el gobierno mantiene una deuda con las Entidades Promotoras de Salud (EPS).
Sin embargo, los datos oficiales contradicen categóricamente esta afirmación.
🚨🚨🚨Para que dejen de desinformar como lo vienen haciendo
— Vicente Calvo (@vcalvot) March 23, 2025
ℹ️ℹ️Actualizando este dato:ℹ️ℹ️
✅Las EPS ya cobraron los presupuestos máximos de 2025 hasta marzo incluido; la deuda por este factor es 0. Este primer trimestre se cancelaron más de 1.5 billones por este concepto,… https://t.co/9Er93o3oRU
A la fecha, la Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud (ADRES) ha girado 21.5 billones de pesos correspondientes a los meses de enero, febrero y marzo de 2025 por concepto de la Unidad de Pago por Capitación (UPC).
Es importante destacar que aún falta un tramo del último giro de marzo, que históricamente se paga en la última semana del mes en el régimen contributivo.
Otro punto crucial es el manejo de los presupuestos máximos.
A pesar de los intentos por desinformar, la realidad es que las EPS ya cobraron los presupuestos máximos de 2025 hasta marzo incluido.
Es decir, no hay ninguna deuda pendiente por este concepto. Durante el primer trimestre del año, se han cancelado más de 1.5 billones de pesos, cuando ciertos actores aseguraban erróneamente que solo se contaban con 500 mil millones. Esto demuestra, una vez más, la clara intención de ciertos sectores por distorsionar la realidad.
Respecto a la deuda pendiente de los presupuestos máximos de 2022, el panorama también es transparente.
Durante marzo, se cancelaron 200 mil millones de pesos y solo quedan pendientes 419 mil millones, los cuales se pagarán en abril y mayo.
Es fundamental aclarar que esta deuda es asumida por el Ministerio de Hacienda y cuenta con un compromiso de pago definido. Esto significa que no hay ninguna incertidumbre sobre el cumplimiento de estas obligaciones y que el gobierno ha tomado medidas claras para sanear cualquier rezago en los pagos previos.
En conclusión, la ADRES no debe absolutamente nada a las EPS al día de hoy.
La narrativa de los medios tradicionales y de los políticos amigos de las corruptas EPS que el gobierno retiene recursos o adeuda sumas millonarias es una falacia promovida con fines políticos y económicos.
Pero la situación toma un giro aún más preocupante cuando se examinan las deudas que sí existen dentro del sistema de salud.
A pesar de que el Estado ha cumplido cabalmente con sus compromisos, las EPS acumulan una deuda superior a los 25 billones de pesos. Este monto incluye más de 4 billones que deben a los operadores farmacéuticos, como lo señala la reciente carta de Audifarma.
La pregunta que surge es:
¿Qué ha pasado con las reservas técnicas que, desde 2014, estas entidades están obligadas por ley a mantener?
Según las cifras actuales, faltarían más de 21 billones de pesos, lo que indica una administración deficiente o, en el peor de los casos, un uso indebido de los recursos.
La transparencia es esencial en un sistema de salud que afecta a millones de ciudadanos.
Es inaceptable que mientras el Estado cumple con sus responsabilidades financieras, las EPS no solo omitan su obligación de garantizar servicios de calidad, sino que además propaguen información falsa para encubrir su gestión deficiente.
Los datos son claros: el problema no está en el flujo de recursos estatales, sino en la manera en que las EPS administran los fondos que reciben.
La desinformación no solo erosiona la confianza en el sistema, sino que también pone en riesgo la estabilidad del acceso a la salud de la población. Es crucial que los ciudadanos exijan respuestas concretas a las EPS sobre el destino de los recursos que han recibido durante años.
El debate sobre el sistema de salud debe estar basado en hechos, no en manipulaciones interesadas.
La responsabilidad de todos, desde los medios de comunicación hasta las propias EPS, es transmitir información veraz y garantizar que las decisiones se tomen con base en la realidad y no en falacias diseñadas para proteger intereses particulares.
La crisis del sistema de salud no radica en la falta de pagos por parte del Estado, sino en la incapacidad o falta de voluntad de las EPS para cumplir con sus obligaciones.
El llamado es a la transparencia, la rendición de cuentas y el cese inmediato de la desinformación. Es momento de centrarnos en soluciones reales y garantizar que los recursos lleguen a donde realmente se necesitan: la atención de la población.
