El reclamo del activista de redes sociales Gustavo González a la periodista Paola Herrera, de la revista Cambio, pone en evidencia preocupaciones sobre la calidad y ética del periodismo en Colombia.
En su crítica, González se enfoca en dos aspectos centrales: la falta de verificación rigurosa sobre la existencia de un desequilibrio contractual entre el consorcio liderado por David Cerón y la empresa Urrá, y la publicación de una fotografía de Cerón y su esposa en la Casa de Nariño sin investigar los protocolos que permitieron su acceso.
El contexto del reclamo
El artículo publicado por Paola Herrera aborda un tema de interés público: una supuesta conexión entre Nicolás Alcocer, hijo del presidente Gustavo Petro, y David Cerón, representante de un consorcio que estaría buscando un reconocimiento por un supuesto desequilibrio contractual ante Urrá.
Según González, el enfoque de Herrera estuvo dirigido exclusivamente a señalar la amistad entre Alcocer y Cerón, sin profundizar en la validez del reclamo contractual que sustentaba la controversia.
Esto, según el activista, refleja una aproximación superficial que privilegia el sensacionalismo sobre la investigación rigurosa.
González cuestiona directamente la confiabilidad de Urrá como fuente, dado que es parte interesada en la disputa. Además, señala que, de acuerdo con la información proporcionada, no hubo un análisis técnico o independiente sobre si realmente existía el desequilibrio contractual mencionado.
Este tipo de análisis, argumenta, es esencial para proporcionar una visión objetiva del caso y evitar juicios de valor que puedan distorsionar la percepción pública.
La importancia de la verificación independiente
Un punto central en el reclamo de González es la ausencia de un peritaje o evaluación por parte de expertos independientes en el tema contractual.
Este elemento es clave para garantizar el equilibrio en la cobertura periodística de conflictos legales o financieros de esta naturaleza. En lugar de presentar pruebas claras o un análisis fundamentado, el artículo de Herrera parece haber basado su narrativa en suposiciones y declaraciones de actores con intereses contrapuestos.
La ausencia de esta verificación no solo pone en entredicho la imparcialidad del reportaje, sino que también abre la puerta a interpretaciones sesgadas. En un contexto en el que la confianza en los medios de comunicación está siendo cuestionada, una investigación incompleta puede erosionar aún más la credibilidad del periodismo como pilar democrático.
La fotografía en la Casa de Nariño
Otro elemento del reclamo de González es la publicación de una fotografía de David Cerón y su esposa en la Casa de Nariño. Según el activista, Herrera no profundizó en las circunstancias de esta imagen.
Preguntas clave, como los protocolos que permitieron su acceso, si se trató de una visita institucional o personal, o si fueron invitados por alguna autoridad, quedaron sin respuesta en el artículo.
Esta falta de información deja abierta la posibilidad de que la publicación tuviera un propósito más sensacionalista que informativo, ya que la imagen parece haberse utilizado como un elemento visual para reforzar una narrativa que sugiere conexiones políticas sin evidencia sólida.
Falta de respuestas por parte de la periodista
El reclamo de González no es menor, pues apunta directamente a un problema fundamental en el periodismo actual: el equilibrio entre la rapidez en publicar contenidos atractivos para redes sociales y la responsabilidad de garantizar la precisión y profundidad de la información.
Según lo señalado, Herrera no fue capaz de responder a las críticas planteadas por González, lo que refuerza la percepción de que la investigación careció de rigor.
En un entorno mediático donde la competencia por la atención del público es feroz, existe una tendencia creciente a priorizar contenido que genere interacciones en redes sociales, incluso a costa de sacrificar estándares periodísticos.
Este caso pone de manifiesto los riesgos de esta dinámica, ya que puede socavar la confianza de los lectores y desviar la atención de los temas verdaderamente relevantes.
Problemas importantes en la práctica periodística en Colombia
El reclamo de Gustavo González destaca problemas importantes en la práctica periodística en Colombia, específicamente en lo relacionado con la verificación de información y la profundidad de las investigaciones.
La crítica pone de relieve la necesidad de un periodismo más responsable, que priorice el análisis riguroso y evite caer en el sensacionalismo.
En este caso, la falta de respuestas claras por parte de Paola Herrera frente a las preguntas planteadas refuerza la percepción de que el artículo de Cambio no cumplió con los estándares esperados. Este tipo de debate es crucial para fomentar una prensa más sólida y confiable en el país.
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