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Will Martínez entrevista a Víctor ‘Rey’ Reyes.

(Especial para Barrancabermeja Virtual).

Para hoy  —y continuando en con los viernes dedicados a los artistas barranqueños— el licenciado Will Martínez dialoga con el acordeonero barranqueño, Víctor ‘Rey’ Reyes, considerado como uno de los mejores intérpretes del acordeón vallenata en Barrancabermeja.  Su profesionalismo y conocimiento del instrumento lo ha llevado a ser elegido Rey Vallenato del Festival de Barrancabermeja en 1991 y Rey de Reyes en el mismo Festival celebrado en el año 2003.

Nacido en Barrancabermeja, ha recorrido el país entero con su acordeón en el pecho, dando muestras de la ejecución  del instrumento a un alto nivel.

Víctor Reyes se enmarcó en la línea de la especialidad del vallenato Binomio de Oro y rápidamente se ganó el reconocimiento de los seguidores de la música de la costa norte colombiana.

La entrevista.

WILL MARTINEZ: Querido amigo, poco se sabía de su virtuosismo en la interpretación del acordeón en Barrancabermeja, ¿fue usted más reconocido por fuera de Barranca que en su propia tierra natal?

VICTOR REYES: Es cierto.  Cuando salí de mi tierra natal pocos sabían de mí en el campo musical, mucho después mis paisanos en Barrancabermeja vinieron a saber de Víctor ‘Rey’ Reyes como acordeonero profesional.

WM:   Tengo entendido que Víctor empezó a estudiar la música y en especial el acordeón a muy temprana edad, ¿cómo fue ese recorrido inicialmente?

VR: Soy estudioso de la música de acordeón vallenata.  Soy melómano desde muy niño,  cuando pude tener un acordeón para aprender a ejecutarla ya tenía la suficiente información teórica sobre el instrumento.   Si algo me ha favorecido en el aprendizaje ha sido ‘escuchar’… ‘escuchar’… ‘escuchar’… ‘escuchar’.

WM: ¿Además del acordeón interpreta otro instrumento musical?

VR: Los instrumentos que más me llamaron la atención son la caja vallenata, las congas y el bajo.  Le cuento que primero fui cajero, después conguero, luego guacharaquero y coristas (risas risas)… y posteriormente me dediqué al bajo (bass) por lo que decidí comprarle una guitarra a un amigo y le quité la 5a y la 6a cuerda y así practicaba, pues tenía en mi memoria el tumbao, el sabor y la pulsación de todos los bajistas de la época.

WM: ¿Tuvo usted algún referente musical que le sirviera de inspiración?

VR: Los instrumentos que yo tocaba los aprendí con música del Binomio de Oro de las épocas de Israel Romero y Rafael Orozco, que eran en esa época la única agrupación musical innovadora y de mayor proyección por ese tiempo.

WM: ¿Pero en qué momento se decide definitivamente por el acordeón?

VR: Cuando andaba de ‘afiebrado’ con el bajo, mi atención quedó capturada por el acordeón.  Puedo decirle con toda seguridad que el acordeón transformó mi vida de manera sustancial.  He sido exigente no solo con migo sino también con los compañeros de turno y así he tenido la satisfacción a lo largo de mi vida de formar excelentes músicos en todas las áreas.

WM: Uno siempre en estos procesos de formación musical les agradece a personas que le ayudaron a iniciar en el aprendizaje del instrumento… ¿a quienes les agradece usted?

VR: Tuve la oportunidad de contar con el apoyo de quienes hoy día siguen siendo mis amigos de toda la vida.  Aprovecho este espacio que me da para agradecerles. Debo mencionar a Alirio Resarte, al Poly Oviedo, a Santana Pérez que fueron los que, inicialmente, me guiaron musicalmente.  Tuvieron la paciencia de soportarme como persona y como estudiante.  Tengo que agradecer también al cieguito Chepe Guilombo en la ciudad de Neiva (Huila) porque siempre me permitió ensayar y de paso resolvía mis inquietudes musicales.

Will, yo desde muy niño viví convencido que era músico, yo creo que eso nace con uno. Lo mismo pasa actualmente con mi nieto Víctor Simón (risas risas), tiene 4 añitos y ya dice que es músico.

Yo de niño no era el más adelantado pero si el que mejor atención prestaba al instrumento, no me perdía hasta el más mínimo detalle. Cuando cogía un instrumento casi que ya sabía cómo se tocaba (risas risas).

WM: Ya que toca el tema de su nieto al que se quieres mucho  ¿qué recuerda Víctor Reyes de su niñez?

VR: Bueno Will, mi infancia fue sencilla, modesta pero fui feliz.  Tenía una familia unida por el amor y la solidaridad.  Eso sí, llevamos rejo también (risas risas) porque así se formaban los hombres de bien de nuestra época. Con la familia íbamos de un lugar a otro a donde por circunstancias de la vida nos tocaba vivir, sabíamos que era buscando el bienestar para la familia. 

Sin embargo, cuando papá nos llevó a vivir a Barbacoas (Antioquia) ahí si le hablamos y le dijimos que queríamos estar en un lugar en donde las calles tuvieran bombillos (risas risas), entonces nos devolvimos a nuestra amada Barrancabermeja, pero a los cuatro meses murió mi madre en un parto y se fue la bebé con ella, este acontecimiento doloroso nos desestabilizó un poco como familia, pues papá al tiempo tendría nueva compañera y esto cambiaría las cosas en nuestro entorno familiar. 

Al poco tiempo nos fuimos para Aguachica (Cesar) y jamás pensamos que las cosas terminarían en tragedia familiar; a mi padre lo mataron el 4 mayo de 1980, ahí comenzamos a dispersarnos, fue difícil permanecer unidos, pero mi papá nos dejó la enseñanza que para salir adelante en la vida debíamos ser por encima de todo honrados, por esos nos dedicamos a trabajar con base en lo que nos había enseñado, es decir en jardinería, poda de árboles, botar basuras, hacer mandados, así nos ganábamos la vida, hasta que un día dije: ¡No más! y decidí buscar los amigos del conjunto para que me enseñaran interpretar música vallenata.

WM: ¿Cómo fueron esas épocas?

VR: Fui y busqué a Alirio Resarte, allí cada uno de sus músicos me indicaba detalles básicos con los que aprendí a tocar la caja y otros instrumentos.  Prácticamente con la desaparición de mis padres a tan corta edad hago de amigos como Alirio Resarte y otros más una nueva familia.

WM: ¿Cómo se dieron las cosas en esta etapa de estar tocando de aquí para allá; en qué momento aparece su familia, su esposa y sus hijos?

VR: En 1989 —antes de radicarme en Medellín— conocí a Idálides Velásquez nos enamoramos perdidamente y nos fuimos bajo la promesa de matrimonio que aún está en veremos (risas risas).  Poco tiempo después nació nuestro primer hijo Samith Orángel y un año y medio después nació la hoy doctora Loraine Estephany.  Los dos son paisitas.  De ahí volvimos temporalmente a Barrancabermeja pues los planes eran radicarnos en Bucaramanga porque yo para esa época estaba en fórmula con Amín Martínez.

WM: ¿Y qué pasó entonces?

VR: Sobre esos planes tuvimos que hacer un cambio muy de frente tras el llamado de Miguel Morales que era el llamado sucesor del inmortal Rafael Orozco (q.e.p.d.), estilo que yo manejaba a la perfección, entonces nos radicamos en Valledupar.  Inicialmente vivimos en la casa de Miguel como por un mes, tiempo suficiente para conocer a su familia, un hogar muy cálido lleno de cariño y atenciones.

WM: ¿Ya siendo Víctor Reyes un acordeoneros formado que pasa por su cabeza en esos momentos?

VR: Cuando me sentí acordeonero profesional me fui a Bogotá, eso fue en 1986 buscando nuevos horizontes.  En la capital conocí al cantante fallecido Jesús Manuel con quien conformamos la agrupación musical Arco Iris.  Nos vestíamos con ropa de colores (risas risas), jugábamos a ser el Binomio de Oro, nos volvimos expertos en ese estilo de vallenato, por eso nos aceptaron para grabar un LP que no surtió más efecto que darnos a conocer porque a los pocos meses de haber publicado nuestro trabajo discográfico a mi cantante Jesús Manuel lo llamó el maestro Ismael Rudas para conformar la dupla musical Los Parranderos … Yo no daba un voto para que les fuera bien para que él volviera a trabajar conmigo (risas risas), pero nada, se pegaron a nivel nacional con el tema ‘Directo al corazón’ y yo decidí radicarme en Medellín vinculándome con los Gigantes del Vallenato con el cantante Luís Miguel Fuentes y grabamos el éxito ‘Otro día será’.  

Seguidamente una disquera de las más prestigiosas de Colombia me firma como artista exclusivo y me pusieron a grabar como acordeonero invitado con los Chiches del Vallenato (Amín Martínez), con ellos grabé el éxito ‘Para que amar’.  Para ese entonces ya me había ‘codeado’ con famosos artistas de la farándula vallenata y en 1992 me llama Miguel Morales a hacer su fórmula musical, entonces llegaron a mi vida éxitos musicales como ‘Acompáñame’ y ‘Dos sentimientos’, entre otros.

WM: ¿En esa época usted ya empezaba a ser reconocido a nivel nacional?

VR: Claro Will, ya en ese momento se escuchaban —de boca de los más reconocidos y respetados acordeoneros de todos los tiempos— opiniones que resaltaban mi nombre y mi carrera no solo como acordeonero si no también como arreglista y director.

WM:    Cuando Miguel Morales se separa de Omar Geles y de la agrupación Los Diablitos, llama a Víctor Reyes para conformar su propio conjunto Vallenato… ¿sintió en ese momento que usted era el más afortunado a sabiendas de que en Valledupar y sus alrededores también había muy buenos acordeonistas? …  ¿cómo fue esa reacción?

VR: Comenzaron los celos por parte de los acordeoneros de la zona provinciana que soñaban con ese puesto     mientras se dilataba el tiempo porque la disquera que manejaba a Miguel aún no aceptaba la separación de Los Diablitos.   Entonces Miguel comenzó a estudiar la posibilidad de que yo me debatiera ese lugar de privilegio con otros opcionados y anunciaron que en el marco de un evento organizado por una estación radial de Valledupar

Miguel Morales presentaría a el más opcionado hasta ese momento, esto para que Valledupar decidiera si era Víctor ‘Rey’ Reyes o debería Miguel abrir una convocatoria para elegir entre varios acordeonistas… Ahí sentí que me estaban sacando diplomáticamente, pero el día del evento le pedí a Dios y a las ánimas de mis padres con tanto fervor, que no me quedó la menor duda que me escucharon.  Ese día en tarima en Valledupar mostré fluidez total, engranaje perfecto,  fue una noche para ‘alquilar balcón’, la plaza Alfonso López de Valledupar atiborrada de gente, esa noche —creo— nadie estaba en su casa, había gente hasta en el campanario de la iglesia (risas risas) y en un momento decisivo me cayó una lluvia de aplausos y arengas donde toda Valledupar por unanimidad le decía a Miguel que su nuevo acordeonero era yo, Víctor Rey Reyes.

WM: ¿Tuvo que haber sido una noche espectacular?

VR: Claro Will, hubo muchas lágrimas de felicidad, esa noche salí de la plaza Alfonso López escoltado con un mundo gente que querían fotos conmigo.

De pronto apareció un señor y me llevó a su camioneta escoltado por el Ejército y camino a la casa de Miguel Morales me dijo: —«mucho gusto hermano, soy Joaco Guillén y estoy totalmente a su disposición… ¿a dónde quiere que lo lleve?»  (risas risas). No lo podía creer. Y así muchos personajes que yo admiraba fueron apareciendo en mi carrera musical diciéndome que estaban a mis órdenes.

WM: Nosotros los músicos tenemos siempre guardadas anécdotas que nos hacen revivir el pasado… cuéntenos algunas historias vividas en su carrera musical.

VR: En mis 20 años que viví en la ciudad de Valledupar me sucedieron cosas bonitas que marcaron mi vida y mi historia. Por ejemplo, yo iba a misa un domingo y terminaba de padrino de muchos niños (risas risas). Dejé muchos ahijados en el Valle de esa forma.

WM: ¿Víctor y usted conoció personalmente a Diomedes Díaz?

VR: Claro que sí.  Recuerdo la vez que me mando a llamar Diomedes, resulta que El Cacique le compró una casa a 2 de sus hijos que tenía con una muchacha de Bucaramanga y Diomedes estaba visitando la casa, entonces alguien le dijo que en esa casa el último inquilino, que vivió arrendado allí, fue el acordeonero Víctor ‘Rey’ Reyes y le dijeron que yo vivía una cuadra más abajo.  Diomedes me mandó a llamar porque quería conocerme y yo súper feliz de la vida me vestí como si fuera para un concierto de la época, es decir con ‘brillantina’ y toda la vaina… me eché casi medio frasco de agua de colonia Jean Marie Farina (risas risas) y cuando llegué a donde Diomedes lo encontré en jean, suéter y zapatos sin medias, así como era él, descomplicado.

WM: ¿Y qué pasó?

VR: Sentí corronchera y quise devolverme para mi casa a cambiarme de ropa y entonces Diomedes me dijo a todo pulmón: —«si te vas a cambiar de ropa te quitas un poquito de colonia también»— (risas risas)

WM: ¿Siendo una de sus mejores etapas de la música la vivida con Miguel Morales, con que otros artistas ha conformado unión y que viene para Víctor Reyes en la actualidad?

VR: Luego de que pasara la etapa con Miguel Morales y grabé con Jorge Luís Ortiz volví con Jesús Manuel.  También grabé con Combinación Vallenata, con Jean Carlos Centeno, Farid Ortiz, Hebert Vargas, Israel Romero, Alex Manga y Alejando Palacios, entre otros.

Grabé 3 CD con Gaby García que venia del Binomio de Oro y además hice 2 producciones para las Diosas del Vallenato.  Me reencontré de nuevo con Miguel Morales en el año 2000 y aqui vamos en un nuevo proyecto con mi cantante Martín Suárez.

WM: ¿Qué nuevo tiene musicalmente hoy?

VR: Estamos estrenando un sencillo de dos canciones tituladas: Ni se te ocurra y Fundingue y Pachanga.

WM: Ya para finalizar, ¿cree usted que a Barrancabermeja le ha faltado tenerlo más en cuenta a usted como  artista, especialmente tratándose de un personaje que ha puesto en alto el nombre de la ciudad?

VR: Así es Will, no es un secreto y ni tampoco un reclamo, pero así me he sentido y cada vez mas de seguido. Muchos en Barranca no me conocen personalmente, pero la verdad es que si no salgo de Barranca quizás no hubiera pasado nada conmigo. Son las contradicciones que se presentan en la vida.

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BARRANCABERMEJA VIRTUAL, entrevista realizada por Will Martínez al acordeonero barranqueño, Víctor ‘Rey’ Reyes el día 22 de julio de 2016.   Copyright (®)

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