Colombia tendrá un nuevo jugador en el mercado del cemento. Se trata de la multinacional TCL, (Trinidad Cement Limited), que acaba de importar, desde su centro de producción en Trinidad, (zona del mar Caribe), la primera carga de cemento para procesarla en la ciudad de Barrancabermeja, donde se instalará la planta de transformación.
Son las primeras 300 toneladas de cemento tipo G, un producto que por sus condiciones de resistencia y durabilidad es el más apropiado para el procedimiento de sellado durante la perforación petrolera.
La compañía iniciará las ventas en nuestro país en las próximas semanas.
“Esta primera importación a Colombia de cemento petrolero marca TCL, es un paso importante en la estrategia de expandir nuestras fronteras. Para TCL el ingreso al mercado colombiano representa, además, poder ofrecer a nuestros clientes diferenciación de producto tanto en calidad como en precio”, enfatizó Andrés Peña Vieira, Gerente de Negocios Estratégicos de la compañía para Latinoamérica.
Agregó que la estrategia está soportada, también, en la ventaja de empezar a actuar como proveedor local desde Barrancabermeja, donde la inversión inicial alcanza los $ 600 millones de pesos, dentro de un paquete de inversiones que viene siendo ejecutado por la compañía desde el 2.013 y que comprende un proyecto similar en los Llanos Orientales para el segundo semestre del presente año.
La Trinidad Cement es una compañía consolidada en el mercado caribeño.
TCL produce 3,3 millones de toneladas anuales de cemento desde sus tres plantas en el Caribe.
Tiene 60 años de historia en el mercado caribeño, donde opera como líder.
TCL comenzó la producción de cemento Tipo G hace 20 años, y cerró el año 2013 con una facturación de 301,3 millones de dólares. El grupo en su conjunto genera cerca de 1.200 empleos directos.
“Creemos firmemente en el crecimiento del sector petrolero en Colombia, razón por la cual confiamos en el crecimiento sostenible de las ventas y por ende de nuestra operación en el país”, puntualizó Peña Vieira.
La compañía es dueña de aproximadamente 120 hectáreas de reservas de piedra caliza que, basada en las actuales tasas de extracción anual, confirmó su duración por cientos de años.