(En Santander, la controvertida EPS dejó mas de 400.000 afiliados).
El superintendente nacional de Salud, Gustavo Morales Cobo, anunció la liquidación de la EPS Solsalud, entidad controlada por el grupo del ex congresista Luís Alberto Gil Castillo. El funcionario, quien aclaró que sobre la entidad pesaba desde hace 14 meses una medida de intervención forzosa administrativa, sostuvo que “los lamentables hechos de los últimos días ponen en evidencia que Solsalud podría haber incurrido en conductas que vulneran el derecho a la salud, como impedir u obstaculizar la atención inicial de urgencias y poner en riesgo la vida de las personas de especial protección constitucional.
Este tipo de conductas conllevan a la liquidación y en consecuencia a la revocatoria de la licencia de funcionamiento”.
De este modo, Morales Cobo hizo referencia al caso de la niña Paula Sofía Lesmes, quien falleció el lunes en el Hospital Santa Clara, de Bogotá, donde arribó por complicaciones respiratorias graves, causadas por una neumonía, derivada de una bronquiolitis.
Los padres de la pequeña, quien nació aquejada por una cardiopatía congénita e hipotiroidismo, cuentan que el 9 de febrero le fue ordenada una cirugía cardiovascular para garantizar su sobrevivencia.
No obstante, el procedimiento fue negado por la EPS en múltiples oportunidades. De hecho, desconoció un fallo de tutela que le ordenaba la autorización de la cirugía.
La salud de Sofía, quien además tenía una colostomía a causa de una obstrucción intestinal desde su nacimiento, empeoró el 24 de abril por cuenta de una bronquiolitis, que le costó la vida.
El superintendente de salud aseguró que la liquidación de la EPS no afecta las investigaciones disciplinarias y penales derivadas del caso de Paula Sofía.
Historial de problemas.
Para Morales Cobo, el caso de la bebé es el último de una serie de razones que justifican la liquidación.
Entre ellas enumeró el no pago de sus obligaciones con la red prestadora de servicios de salud, la falta de confiabilidad de sus estados financieros, los reiterados incumplimientos a las órdenes de la Superintendencia, el desconocimiento de las normas sobre contratación con las Empresas Sociales del Estado y un margen de solvencia negativo.
“Después de sucesivas prórrogas, y pasados cerca de 14 meses desde la decisión inicial de intervención para administrar, esta Superintendencia constata que Solsalud no está en capacidad, dentro de un término razonable, de superar la mayoría de las circunstancias que motivaron la intervención. En particular, se ha verificado que los indicadores financieros que le permitirían permanecer en el Sistema General de Seguridad Social en Salud no se han cumplido, al punto de que, tanto en el régimen contributivo como en el régimen subsidiado, continúa con margen de solvencia y patrimonio mínimo negativos”, sostiene el organismo de control.
En ese orden de ideas decidió este jueves cambiar la medida de intervención forzosa para administrar, y ordenar la intervención forzosa para liquidar.
Solsalud, que cuenta con 1,12 millones de afiliados en el régimen subsidiado y 140.000 en el contributivo, en 22 regiones del país, estaba intervenida hacía 14 meses.
La Supersalud aseguró que pondrá en marcha las medidas necesarias para garantizar la continuidad en la prestación del servicio a 1.187.000 afiliados de la EPS.
Sin embargo, dijo que estos tienen 45 días para escoger libremente la EPS a la que quieran trasladarse, pues de lo contrario serán asignados en bloques a otras aseguradoras.
