En las últimas horas se ha conocido que el alcalde de Barrancabermeja, Elkin Bueno Altahona, estudia seriamente la posibilidad de prohibir, de manera permanente, el uso del parrillero hombre, (todo ciudadano de sexo masculino), en las motocicletas que transiten por el casco urbano de la ciudad, en desarrollo del nuevo Decreto de Movilidad que entrará a regir a partir del próximo mes de mayo y en respuesta a los altos niveles de inseguridad que se viven actualmente en el puerto petrolero. El secretario de Gobierno, Juan de Dios Castilla Amell, ha dicho que la medida es posible instaurarla bajo la potestad que el gobierno nacional delega en los alcaldes cuando existen problemas de orden público.
«No queremos pan y circo, queremos soluciones», dicen motociclistas.
Sin embargo, una cosa es lo que piensa la primera autoridad del municipio y otra muy diferente los motociclistas en la ciudad.
Según se pudo consultar la opinión de varios motociclistas quienes manifestaron que se trata de «medidas tomadas a la ligera, que afectan no solo a los que utilizan las motocicletas, como fuente de trabajo, sino para los propietarios que día a día se desplazan por ellas».
«Es falta de ingenio», dice otro motociclista consultado por este medio, «la cuestión de la seguridad se soluciona reforzando la seguridad y generando políticas sociales… ¿entonces, si los actos de delincuencia se realizan en taxi, en burro o en bicicleta entonces también se prohíben atentando los derechos constitucionales de los ciudadanos?, se preguntaba el ciudadano.
Más opiniones en contra.
«Yo tengo 4 hijos varones y dos de ellos tienen moto, uno trabaja en la plaza de Torcoroma y aunque quisiera llevar a su hermano al SENA no lo puede hacer, puesto que estaría prohibido que él fuera de pasajero», así lo manifestó Doña Carmenza, una habitante del barrio Cincuentenario que está convencida que la medida de prohibir el parrillero hombre no es la solución del problema.
«Alcalde, siga pensando que con gastar el dinero en fiestas y celebraciones los problemas importantes van a dejar de estar ahi. No queremos pan y circo, queremos soluciones», dijo finalmente un conductor visiblemente enfurecido por la medida.
