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Las desnacionalización de Ecopetrol.

polo(Por: Rafael León Padilla).
 
«Extranjeros, tras la refinería de Barrancabermeja», dice el titular de El Espectador del lunes 30 de julio, en su página 9. «También se buscará la financiación internacional de Puerto Bahía» en la isla de Barú, agrega el informe del periódico. «Vender, vender, vender y entregar al precio que sea el patrimonio nacional», parece ser la consigna de quienes se consideran a sí mismos como «los dueños» de este país.

Ecopetrol S.A., (antes empresa de todos los colombianos a través del Estado), ha privatizado ya el 11,51% de su propiedad y se propone avanzar en este proceso de despojo.
 
Hoy, entre los veinte mayores accionistas privados, se encuentran varias empresas extranjeras: I shares MSCI Emerging Markets Index Fund, Abu Dhabi Investment Authority, Blackrock Institutional Trust Company N.A., Virtus Emerging Markets Opportunities Fund, Fidelity Inv.Trust Latin America Fund, SSGA MSCI Colombia Index Non Lending QP Common Trust.
 
Sus acciones en mayo 31 de 2012, todavía minoritarias, suman ya el doble de lo reportado en enero de 2011 para propietarios extranjeros.
 
Pero la venta de acciones no es el único camino: el caso de Reficar S.A., (refinería de Cartagena), marcó la ruta. Después de una extraña negociación en 2006 con la firma Glencore, Ecopetrol cedió la propiedad del 51% de la refinería de Cartagena por el camino de la admisión de ese socio, el cual aportaría el recurso de inversión para el llamado Plan Maestro de Cartagena bajo la condición de la escisión de la empresa y la creación de una nueva, de régimen privado, de la cual ellos serían los socios mayoritarios.
 
En 2009 se revirtió el negocio pero dejó como fruto esa empresa «privada» cuyo único propietario es Ecopetrol.
 
Valga aclarar que entonces, el Plan Maestro representaba una inversión de US $ 806 millones mientras Ecopetrol presentó en 2006 una utilidad neta de US $ 1.800 millones, más del doble de lo entonces requerido.
 
El negocio de hoy pinta igual de extraño: se habla de la inversión extranjera requerida para construir el Muelle de Carga Líquida en Barú, por el orden de US $ 250 millones, de los cuales Pacific Rubiales aportaría US$ 140 millones y para el resto se buscan inversionistas extranjeros.
 
El objetivo primordial es que Puerto Bahía sirva de sitio de embarque del crudo colombiano, con 3.200.000 toneladas de capacidad de almacenamiento. Debe anotarse que para el año 2011 Ecopetrol S.A. reportó una utilidad neta de US $ 8.600 millones, 34 veces más que lo requerido por el proyecto. Nuevamente aflora la extrañeza, para llamarla con suavidad, ante la decisión de dejar la infraestructura petrolera, antes la de refinación y ahora la del transporte, en manos de inversionistas extranjeros.
 
Han pasado ya muchos años desde el momento aquel cuando los trabajadores afiliados a la USO, acompañados por la población de Barrancabermeja, dieron la pelea para concretar la reversión de la concesión de Mares, que al fin se logró en 1951.
 
Menos años hace que la refinería de Barrancabermeja pasó a ser operada por manos colombianas (1961) y que la explotación, el transporte, la refinación, la petroquímica y la distribución estaban todos en manos de la empresa de los colombianos.
 
El proceso ahora se revierte y volvemos a la época de la Troco, la Andian y la Standard Oil. Seguramente será necesario, de nuevo, dar la pelea para rescatar nuestro patrimonio de la voracidad de los inversionistas extranjeros y sus intermediarios locales.
 
Colombia debe seguir el ejemplo de Bolivia, que nacionalizo sus hidrocarburos y en 6 años, ha recibido más 3.000 millones de dólares adicionales.
 
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RAFAEL ENRIQUE LEON PADILLA es un dirigente sindical de la ciudad de Cartagena, miembro de la CUT y del Polo Democrático en esa ciudad.
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