Si hay un candidato que se ha caracterizado por ser agresivo con sus opositores ha sido Jonathan Vásquez. Este controvertido político barranqueño lleva “en campaña” más de 8 meses despotricando por todos los barrios de la ciudad de sus adversarios en la contienda electoral.
Para el controversial candidato, el que no apoya su campaña, lo convierte, automáticamente, «a un personaje público en un corrupto” y a un periodista o influencer en las redes sociales, que esté por fuera de su movimiento, en un «lavaperros de la corrupción».
Dice que «va a combatir la corrupción» pero se rodea de verdaderos “clanes” politiqueros que, históricamente, han hecho mucho daño en los sitios donde han gobernado, pero, para el candidato Jonathan Vásquez, pertenecer a su campaña «los santifica» y los convierte en verdaderos adalides de la lucha contra la corrupción, mientras que no estar en su campaña convierte a su opositor en «corrupto». Esa es la lógica que este polémico candidato nos quiere imponer en la ciudad.
Esto si no lo dice Vicky Dávila. Su familia el «Clan Gnecco» está dispuesto a manejar el millonario presupuesto de Barrancabermeja que pasó ahora a ser «Distrito Especial» con el precandidato a la Alcaldía Jonathan Vásquez que apoya al hoy Senador Gnecco. https://t.co/a2FOe11WoW
— Fabiola Condesa de Cuchicute? (@FABIOLAROJASV) July 1, 2019
Al inicio de su campaña, en un acto de soberbia y prepotencia, cuando los márgenes de aceptación rayaban en un 45% de favorabilidad a su nombre —quizás por ser el único candidato en disputa en ese momento— pagó una agresiva y costosa campaña de promoción a unas “supuestas” demandas a ciertos personajes de la vida pública local, porque según el mismo Jonathan, «estaba cansado de las críticas que a diario le hacían», hoy poco o nada se sabe del futuro de esas demandas.
Jonathan en su afán de agredir a opositores quizás en una de sus habituales equivocaciones, por atacar al Partido Liberal, olvido que su papá, el exconcejal y excandidato a la alcaldía Óscar Iván Vásquez, hizo parte de ese partido durante un buen tiempo.
Invito a mis lectores a que vean al papá de Jonathan, orgulloso con su camisa roja de «cachiporro». Estas imágenes que valen más que 1.000 palabras https://t.co/kOjiXfHf6k pic.twitter.com/ydZynaROq7
— Barrancaberm Virtual (@BcaVirtual) August 20, 2019
El afán de agredir de Jonathan es tan evidente, contra sus contradictores, que ha utilizado la agresión y el desprestigio como respuesta a inquietudes ciudadanas que jamás ha respondido, por ejemplo, temas como la financiación de su campaña, los inversionistas que lo rodean, su relación con el Clan Gnecco, con Mario Camacho y con los contratistas más influyentes del gobierno actual NO han tenido respuesta.
Los únicos periodistas que sirven son los que hacen parte de la nómina de su campaña a los cuales los invita, públicamente, a que lo defiendan en redes sociales, los demás son «lavaperros de la corrupción».
La campaña de Jonathan Vásquez responde con agresiones hacia sus críticos, incluso, el mismo candidato promociona videos donde insulta y descalifica a sus críticos, pero no responde jamás a las denuncias sobre actos irregulares que le señalan.
Tenemos conocimiento de amenazas y censura para los medios que se han atrevido a denunciar las irregularidades de su campaña de parte del mismo candidato en redes sociales y en WhatsApp, hecho que atenta contra la libertad de expresión, como una violación de derechos humanos, esto siendo aun candidato, no nos queremos imaginar cómo será gobernando.
Algo que debe tener claro Jonathan Vásquez es que denunciar la corrupción de una campaña, el tráfico de avales, denunciar las malas compañías, las violaciones a la ley electoral, el derroche de dinero, llamar la atención sobre las contradicciones y el desconocimiento que puede tener un candidato sobre lo público, desenmascarar sus mentiras, en fin hacer periodismo político, no se hace por ser lavaperros de nadie corrupto, sino porque no nos gusta que alguien, con ese comportamiento y esas malas compañías pueda a llegar a gobernar nuestra ciudad.
Un «pacto de no agresión» debe partir de medidas efectivas para consolidar una unidad local, donde se renuncie a privilegios y se gobierne con todos, donde los órganos de control estén en manos de sus opositores y donde el equipo de trabajo de gobierno sea estrictamente seleccionado entre los más calificados y honestos.
Informe especial sobre la forma como improvisa y cambia de opinión Jonathan Vásquez con el tema ambiental https://barrancabermejavirtual.net/2019/09/05/los-3-videos/
Publicado por Barrancabermeja Virtual en Viernes, 6 de septiembre de 2019
Pero, proponer «treguas» mientras pasan las elecciones es solo «politiquería barata» de un candidato que comete muchos errores, que se rodea mal y que no conoce su propio programa de gobierno y demuestra improvisación a diario situaciones que generan criticas ciudadanas que le restan y lo alejan de triunfo.
Pensar en una «tregua” —solo mientras pasan las elecciones— solo le conviene al candidato de marras y no a la ciudad.
La «tregua» es después de elecciones, pero basado en acuerdos transparentes y claros de cara a la comunidad.
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