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Su nombre es Jaime Barba Rincón, el único sacerdote que ha logrado ser Contralor y Alcalde de Barrancabermeja.

barba(Perfiles históricos / Colección Barrancabermeja 90 años).
 
Jaime Barba Rincón ha sido el único ciudadano que en los 90 años de vida municipal de Barrancabermeja fue Contralor y Alcalde municipal y quien luego de prestar sus servicios profesionales durante muchos años a la administración pública desde diferentes posiciones, decide ser sacerdote católico, (su caso es único en nuestra ciudad).  Nacido en el municipio de Puerto Wilches en el año de 1950, en la actualidad tiene 62 años de edad y es, sin duda, un protagonista de la historia de Barrancabermeja.

JAIME BARBA es hijo de don Cástulo Barba Surmay y doña Teodolina Rincón (ambos nacidos en Simití, Bolívar). A la edad de 5 años, es decir en 1955, llega a la ciudad de Barrancabermeja a cursar la primaria en la llamada Concentración Palmira, (hoy Colegio INTECOBA). Culminó su bachillerato en el Colegio Diego Hernández de Gallegos y sus estudios universitarios en Bogotá, Bucaramanga y Brasil.
 
Jaime Barba Rincón es Economista egresado de la Universidad de la Salle y la Gran Colombia en Bogotá. Su primer cargo fue en una entidad privada, Director de Cafaba de 1974 a 1975, posteriormente fue Director de Planeación Municipal de Barrancabermeja en 1976, luego Primer suplente de Horacio Serpa tras ser elegido Concejal en 1977.
 
En 1978 fue nombrado secretario de Hacienda Municipal y en 1979 Director de Planeación Departamental, posteriormente en 1980 fue gerente de la Empresa Licorera de Santander
y en 1982 fue nombrado Alcalde de Barrancabermeja.
 
Cuenta el hoy sacerdote Jaime Barba que siendo Alcalde de Barrancabermeja tomó la decisión más difícil, cuando un comandante de la Policía se negó a dispersar una protesta de la Unión Sindical Obrera. «Le quité el radio y le dije a un teniente: Le habla el Alcalde y le ordeno detener la marcha».
 
Eso le costó el puesto al comandante de la Policía y al entonces alcalde Barba ser atacado por un sindicalista, que con una cadena de bicicleta le rompió la cara.  Dice que el incidente lo acercó más a Dios, porque mientras permanecía encerrado y protegido por dos escoltas, siguió estudiando la Biblia. Por eso la idea de ser cura volvió a rondarlo.
 
Al dejar la Alcaldía en 1983, sus convicciones religiosas lo distanciaron del Frente de Izquierda Liberal Auténtico (Fila), movimiento de Serpa, y en 1985 culminó sus estudios de Derecho en la Universidad Autónoma de Bucaramanga, UNAB, donde fue docente.
 
En 1992, cuando se la pasaba de los tribunales a la casa y de la casa a la iglesia, le propusieron que aspirara a la Contraloría de Barrancabermeja. Entre los años 1992 a 1995 fue Contralor Municipal de Barrancabermeja.
 
Asegura que en el aire de la política siempre habrá un ‘sinsabor’, porque «uno llega con muchos ideales de ver la política como un servicio a la comunidad y se encuentra que en el camino eso no se da.
 
«Algunas personas llegan no con el ánimo de servir sino con otros intereses, entonces esos ideales se quedan ahí; mientras en la práctica no se cumplen, eso genera una cierta frustración en el quehacer político».
 
Después litigó por muchos años al tiempo que ejercía labores de pastoral social penitenciaria, asistiendo dos veces por semana a los reclusos del municipio en actividades pastorales y acompañamiento en la liturgia.
 
Entre los años 1999 a 2000 se hizo miembro del Equipo Parroquial de Animación Pastoral EPAP, visitando enfermos, comenzando su proceso de formación en diaconado permanente. Por esa época se gradúa de Teólogo en el Instituto Internacional de Teología, anexo a la Universidad Javeriana y tras culminar sus estudios fue nombrado Diácono.
 
Jaime Barba Rincón se ordenó sacerdote en Barrancabermeja el 9 de septiembre del año 2006, exactamente 24 años después de haber sido alcalde de nuestra ciudad. Arraigado a su condición de fe en la iglesia Católica, pues desde muy chico sentía la atracción por la liturgia y el evangelio, este hombre de 62 años de edad manifiesta que en su trayectoria de vida ha visto la obra de la ‘Ley Divina’; la misma que decidió seguir cuando el obispo de Barrancabermeja Monseñor Jaime Prieto Amaya, lo ordenó como sacerdote.
 
Actualmente vive en la casa cural de la Catedral Inmaculada y está convencido de que desde su nacimiento, Dios le había escrito que su misión en la tierra era la de servir a la comunidad.
 
 
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JAIME BARBA RINCON, Perfiles históricos, Colección Barrancabermeja 90 Años.
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