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Barranqueños con alto riesgo de padecer diabetes por comer harinas y grasas, consumir alcohol y no hacer ejercicios.

diabetes¿Se ha sorprendido últimamente porque a un conocido suyo le amputaron las piernas por culpa de la diabetes? … ¿Tiene un poco mas de 40 años de edad y su rendimiento sexual no es el mismo de antes? … ¡Cuidado con la diabetes! … Una de las causas del incremento en el número de diabéticos tiene que ver con el desconocimiento que hay alrededor del tema. La llamada diabetes Tipo II, en la mayoría de los casos, es asintomática, por lo que sólo puede diagnosticarse mediante un análisis de sangre. Los especialistas recomiendan a todos los adultos hacerse un chequeo general una vez al año con el fin de diagnosticar tempranamente algún tipo de alteración en el metabolismo del cuerpo, antes de que sea demasiado tarde.

No cabe la menor duda que causa en el incremento de la diabetes son los malos habitos de alimentación y la falta de actividad física. La ingesta de alcohol y harinas de absorción rápida (panes), así como el desorden en los horarios de alimentación y el sedentarismo, entre otros, contribuyen para que el cuerpo no pueda mantener los niveles adecuados de azúcar en la sangre.

¿Qué es la Diabetes Mellitus?
La diabetes mellitus es un trastorno metabólico que se manifiesta por unos niveles de glucosa en sangre (glucemia) por encima de los límites normales.
 
Si no se trata adecuadamente, estos niveles alcanzan valores excesivamente altos, dando lugar a las complicaciones agudas o crónicas de la diabetes.

¿Cuáles son sus causas?
La glucosa es un azúcar que proviene de los alimentos que comemos, circula por la sangre y es utilizada por el organismo para obtener la energía necesaria para desarrollar cualquier tipo de trabajo.
 
La causa de la diabetes es una anomalía en la producción o el funcionamiento de la insulina por el páncreas.
 
La insulina es una hormona que fabrica el páncreas, cuya misión es facilitar el paso de los azúcares de la sangre a las células.
 
Cuando no hay insulina como en los diabéticos jóvenes (Tipo 1), o no funciona correctamente, como ocurre en los adultos (Tipo 2), el azúcar no pasa de la sangre a los órganos y el funcionamiento es deficiente. Al tiempo, el azúcar se acumula en la sangre en cantidades superiores a las normales, apareciendo hiperglucemia. Cuando la glucosa en sangre es superior a 180 mg, el organismo no puede retenerla, por lo que la elimina por la orina: Glucosuria.
 
En un paciente mal controlado o no tratado aparecerá hiperglucemia y glucosuria.

La causa más frecuente de la Diabetes Mellitus es la producción insuficiente de Insulina por el páncreas. La falta de insulina provoca hiperglucemia y glucosuria.

¿Cómo se detecta la Diabetes?
El estudio de diabetes se realiza mediante la medición de la glucosa en sangre y en ayunas (glucemia basal) y se recomienda en las siguientes circunstancias:
 
•En todos los individuos mayores de 45 años, y repetir cada 3 años mientras sea normal.
•En población más joven cuando existan factores de riesgo.
•Cuando aparezcan síntomas o signos que sugieran diabetes:
•poliuria (orinar mucho).
•polifagia (aumento del apetito).
•polidipsia (beber mucho por sed).
•pérdida de peso.
•retinopatía.
•proteinuria.
•infecciones urinarias de repetición.
•infecciones cutáneas de repetición,…
•Cuando el nivel de glucosa plasmática en ayunas está entre 110 y 125, hay que repetir la glucemia y si persiste, realizar un test de Tolerancia Oral (75g de glucosa disuelta en 300ml de agua que se ha de tomar en 3-5 minutos).
•Pacientes con antecedentes de Hipertensión arterial o trastornos del colesterol.

¿Por qué es un factor de riesgo cardiovascular tan relevante?
 
Tanto si la producción de insulina es insuficiente como si existe una resistencia a su acción, la glucosa se acumula en la sangre (lo que se denomina hiperglucemia), daña progresivamente los vasos sanguíneos (arterias y venas) y acelera el proceso de arteriosclerosis aumentando el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular: angina, infarto agudo de miocardio (así como sus complicaciones y la mortalidad posterior al infarto) y la muerte cardiaca súbita. El riesgo cardiovascular de una persona diabética de padecer un evento cardiovascular se iguala al de una persona no diabética que haya tenido un infarto.
 
También incrementa la posibilidad de enfermedad cerebrovascular o afectación de las arterias periféricas. Para entrar en el cerebro la glucosa no necesita insulina, ya que penetra directamente desde la sangre. Mantener unos niveles constantes de glucosa en la sangre (entre 60-110 mg/dl) evita que se produzcan daños a nivel del sistema nervioso.
 
La diabetes puede dañar diferentes órganos: a los ojos, con disminución progresiva de visión que puede desembocar en ceguera; a los riñones, con pérdida creciente de la función renal que puede terminar en diálisis; al sistema nervioso periférico con alteración de la sensibilidades de los miembros inferiores, lo que supone un grave riesgo de úlceras y amputaciones; al sistema nervioso autonómico con alteraciones digestivas, urinarias y de la esfera sexual (impotencia) y a las arterias de las extremidades inferiores con riesgo de amputaciones.

¿Cómo aparece la diabetes?
Para comprender mejor el concepto de diabetes tenemos que explicar más extensamente qué son la glucosa y la insulina:

Glucosa:
Es una forma de azúcar que constituye la principal fuente de energía para el cuerpo humano y que se obtiene a través de los alimentos. Cuando llegan al tubo digestivo, los alimentos contienen básicamente hidratos de carbono, grasas y proteínas; estos hidratos de carbono son los que dan lugar a la glucosa.

Insulina:
Es una hormona que se encarga de recoger la glucosa y almacenarla en el hígado, los músculos y el tejido adiposo. Para entrar en las células, la glucosa necesita de la insulina que se produce en el páncreas cuando se comen alimentos que contienen hidratos de carbono. Sin embargo, para que la insulina sea efectiva deben cumplirse dos condiciones:
 
1. Que el páncreas produzca insulina en cantidad suficiente.
2. Que las células sean capaces de detectar la insulina y respondan permitiendo su acción.
 
Además de la insulina, el páncreas produce otra hormona llamada glucagón, que ejerce el efecto contrario. El glucagón se fabrica en situaciones de ayuno y tiene la misión de movilizar las reservas de glucosa almacenadas por la insulina para que las células puedan utilizarlas cuando lo precisen.
 
¿Qué grupos de población tienen más riesgo de padecer la diabetes?
Se aconseja realizar un estudio de prediabetes a todos los adultos con sobrepeso (índice de masa corporal mayor de 25 k/m2) y con otro de estos factores de riesgo adicional:
 
•Sedentarismo.
•Familiares de primer grado con diabetes.
•Mujeres con diagnostico previo de diabetes gestacional o que tuvieron un niño que nació con peso elevado (más de 4 k).
•Hipertensos, es decir, con presión arterial por encima de 140/90 mmHg o tratados con fármacos antihipertensivos.
•Alteraciones en el colesterol: HDL menor de 35 mg/dl y/o triglicéridos por encima de 250 mg/dl.
•Mujeres diagnosticadas de ovario poliquístico.
•Alteraciones de la glucosa en ayunas o intolerancia a la glucosa en una determinación anterior.
•Otras condiciones clínicas asociadas con resistencia a la insulina.
•Antecedentes de enfermedad cardiovascular.

Tratamiento de la diabetes:
En el caso de la diabetes de tipo 1, el tratamiento es siempre la administración de insulina de por vida.
 
En la diabetes tipo 2, en general, se puede empezar por un programa de dieta y ejercicio cardiosaludables. Si esto no basta, es posible que el médico recomiende tomar antidiabéticos orales. Cuando los fármacos tampoco son suficientes, será necesario añadir insulina.

Dieta cardiosaludable:
La ingesta de grasas saturadas ha de ser inferior al 7 por ciento del total de calorías.
 
El aceite de oliva tiene que ser la grasa predominante.
 
Disminuir o eliminar las grasas de origen animal: mantequilla, crema de leche, tocino, etc. Es preferible sustituirlas por el consumo de pescado.
 
Las carnes, pescados y huevos son ricos en proteínas y también contienen grasas, pero no hidratos de carbono.
 
Comer poco y varias veces al día, evitando comidas copiosas y los azúcares de absorción rápida que elevan bruscamente los niveles de glucosa en la sangre.

Ejercicio cardiosaludable:
La actividad física controla los niveles de glucemia en sangre, reduce el sobrepeso, mejora la calidad de vida del paciente y evita las posibles complicaciones que puedan surgir por el desarrollo de la enfermedad. El ejercicio físico ideal para la mayoría de los diabéticos es caminar, correr o montar en bicicleta. En caso de neuropatía o pie diabético, evitar ejercicios con riesgo de traumatismo.

Antidiabéticos orales:
Sólo son útiles en la diabetes tipo 2. Cuando con la alimentación y el ejercicio no es suficiente para controlar este tipo de diabetes, se recurre a diferentes fármacos que ayudan a que el páncreas produzca más insulina o a que actúe mejor la que produce por sí mismo.

Insulina:
Es el pilar del tratamiento de la diabetes tipo 1, pero también forma parte del tratamiento de la diabetes tipo 2.
 
La insulina se debe administrar mediante una inyección subcutánea. Existen diferentes tipos de insulina que se diferencian fundamentalmente en el tiempo que tardan en hacer efecto y su duración (ultrarrápida, rápida, intermedia y lenta).
 
Con las diferentes pautas y tipos de insulina se intenta imitar lo que hace un páncreas de una persona sin diabetes. Las insulinas rápida y ultrarrápida se utilizan en cada comida para imitar el pico de insulina que produce el páncreas y asimilar los nutrientes ingeridos. Las insulinas lentas y ultralentas intentan imitar la secreción basal del páncreas (es la insulina que produce entre comidas o por la noche para mantener estables los niveles de glucosa en sangre).

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