Vale recordar la decisión que anunció el expresidente Álvaro Uribe Vélez en su primer Consejo Comunal en Bucaramanga. Los hechos sucedieron en el Club del Comercio. Allí, el propietario de un diario local, a nombre de las gentes de le región solicitó al Presidente Uribe el concurso de la Nación para la ejecución de 2 de las vías necesarias de conexión de Bucaramanga a la red vial nacional e internacional: La vía por el Alto del Escorial, hacia la frontera con Venezuela y la Super Vía al Magdalena Medio. El entonces Presidente Uribe, (soberbio), de un plumazo, eliminó esas dos alternativas que tanto tiempo habían estado planeando los santandereanos y se las cambió por 2 peajes y una montaña de promesas de vías de doble calzada. «La vía a Barrancabermeja seguirá por el mismo trazado» y Punto. Entonces los centenares de cortesanos locales aplaudieron, ante el estupor de unos pocos que ya sabían lo que se nos venía por cuenta de la falla geológica.
Hay veces que vale la pena recurrir a la memoria, precisamente como ahora que se ha destruido la vía Barrancabermeja / Buramanga y que por esa falla se tendrán que gastar inimaginables cantidades de dinero solamente como para medio permitir el paso por la carretera.
Hoy, vemos que nos quedamos si lo uno y sin lo otro. Quedamos viendo un chispero. Y ni aunque lo hubiesen reelegido por tercera o cuarta vez, él (Uribe), nunca habría dado a la región algo distinto del «caramelo» que nos suministró su ministro Andrés Uriel Gallego.
