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Alcalde de Barrancabermeja y director del Inderba podrían estar empujando al Gobernador de Santander en daño fiscal.

(Informe Especial)

 

Las sugerencias del alcalde de Barrancabermeja, (cargadas de sospechas), podrían estarle acarreando serios problemas al gobernador de Santander, Richard Aguilar. Todo por cuenta de la forma como «caprichosamente» (quizás con afán protagónico), el burgomaestre local ha manejado la construcción de la primera fase del proyecto del nuevo estadio de fútbol Daniel Villa Zapata, escenario deportivo que el ex gobernador, Horacio Serpa y el ex alcalde Carlos Contreras dejaron listo, a finales del año 2011, con un presupuesto totalmente asegurado de $ 40.000 millones de pesos.

 

Cuando todo el mundo pensaba que las obras iban a avanzar rápido y pronto la ciudad iría a contar con un excelente y moderno templo deportivo, aparecen en escena los señores, Elkin Bueno (Alcalde Municipal) y Orlando Russo (director del INDERBA) a «ponerle palos en la rueda» a la ejecución de la obra a tal punto que por cuenta de modificar el proyecto inicialmente aprobado por la UIS (Universidad Industrial de Santander), no sólo han atrasado el inicio de los trabajos, sino que tienen en serios problemas al actual gobernador de Santander, Richard Aguilar, a quien por cuenta de las «modificaciones» en la obra podrían abirle una investigación por daño fiscal.

 

Esta historia comienza porque Horacio Serpa Uribe, (precisamente, el gobernador de Santander que más obras le ha dejado a Barrancabermeja en sus 90 años de vida municipal), decidió construir un nuevo estadio de fútbol para el puerto petrolero.

 

El Daniel Villa Zapata, nuestro tradicional estadio de fútbol, había sido inaugurado en el año de 1955, (hace 58 años), y pese a haber contando con algunas modificaciones y reparaciones a lo largo de su existencia, necesitaba de una transformación acorde con el progreso arquitectónico que se viene dando en la ciudad.

 

Entonces, Horacio Serpa reunió la suma de $ 25 mil millones de pesos para el inicio del proyecto, después de gestionar recursos y concebir el que sería el nuevo templo deportivo de los barranqueños.

 

 

Aún así, $ 25 mil millones de pesos no eran suficientes para la culminación de la obra, por lo que el alcalde de Barrancabermeja de esa época, Carlos Contreras, aportó (del presupuesto municipal) una partida adicional de $ 10 mil millones de pesos, para un total de $ 35 mil millones.

 

 

 

El 19 de septiembre de 2011, el Concejo Municipal de la época aprobó el proyecto de acuerdo # 013, mediante el cual el ente edilicio le dio la facultad al alcalde, Carlos Conteras López, para que realizara un crédito por $ 15 mil millones, $ 10 mil millones de los cuales iban a ser utilizados por la Administración Local para cofinanciar las obras de reconstrucción del escenario deportivo.

 

Así las cosas, la Gobernación de Santander respondía por los $ 25 mil millones (que ya había asegurado Horacio Serpa) y la Alcaldía por $ 10 mil millones, lo que significó que al finalizar el año 2011, la obra quedó adjudicada y completamente financiada, por lo que se esperaba iban a concluirla, para satisfacción de los hinchas, en 18 meses, es decir, aproximadamente en el mes de junio de 2013.

 

¡ Pero Oh sorpresa !

 

El 1 de enero de 2012 se posesiona como alcalde de Barrancabermeja, Elkin Bueno Altahona y designa al comunicador social, Orlando Russo Díaz, como director del Instituto del Deporte INDERBA … y ahí comenzaron «los palos metidos en la rueda» que, practicamente, dilataron, alargaron y por supuesto retrasaron la entrega de la obra.

 

Tratando de buscar la escogencia de un nuevo contratista para la ejecución de la millonaria obra (ya lista con el billete puesto sobre la mesa), y de paso ganar un protagonismo en torno a la construcción del nuevo estadio (opacando de paso la gestión de liderazgo de Horacio Serpa en la construcción del nuevo estadio), el alcalde Elkin Bueno y su subalterno Orlando Russo no solo empezaron a enjuiciar y vituperar lo realizado hasta el momento, pese a que ellos dos (Bueno Altahona y Russo Díaz) ya habían tenido la oportunidad de dirigir los destinos deportivos de Barrancabermeja y jamás se habían interesado por el estadio Daniel Villa Zapata, sino que, además de ñapa, le exigieron al gobernador de Santander, Richard Aguilar Villa que suspendiera temporalmente la obra, mientras «se cambiaban los diseños».

 

 

 

 

Entonces, comenzaron los ataques a lo diseñado y aprobado por la UIS: «que el nuevo estadio de Barrancabermeja debía tener una pista atlética diseñada bajos los estándares de la IAAF y el COI», cuando la gran mayoria de los estadios en el mundo, (incluso los usados en la Copa Mundial de Fútbol de Sudáfica 2010) no cuentan con pista atlética y cuyas construcciones, en muchos casos, han generado polémica entre arquitectos y diseñadores en el mundo, porque impiden una buena visibilidad al campo de juego en perjuicio de los aficionados que asisten a los estadios solo a presenciar fútbol. Igual sucede en Argentina y México donde la gran mayoria de los estadios no tienen estas pistas.

 

Los diseños aprobados por la Universidad Industrial de Santander UIS para el nuevo estadio barranqueño, tiene asiganda una pista de atletismo de 6 carriles, en su PRIMERA FASE que, posteriormente, con el tiempo podía ser ampliada si las circunstancias así lo ameritan.

 

Pero, los ataques de la nueva administración municipal no pararon ahí y de nuevo arremetieron contra la obra, argumentando que «el nuevo estadio debió tener capacidad para 25 mil personas», pese a que todas las ciudades colombianas intermedias similares a Barrancabermeja cuentan con estadios con capacidad entre los 8.000 y 14.000 espectadores.

 

Por solo citar algunos ejemplos, estos son los aforos de los estadios ubicados en ciudades intermedias similares en número de habitantes y aficionados con Barrancabermeja.

 

1) Estadio Alberto Grisales de Rionegro (Antioquia) tiene capacidad para 14.000 espectadores.
2) Estadio Metropolitano de Itagüí (Antioquia) tiene capacidad para 12.000 espectadores.
3) Estadio Armando Maestre Pavajeau de Valledupar (Cesar) tiene capacidad para 10.000 espectadores.
4) Estadio Municipal de Montería (Córdoba) tiene capacidad para 8.000 espectadores.
5) Estadio Metropolitano de Techo Bogotá tiene capacidad para 7.800, equipos donde juegan los equipos La Equidad y Bogotá F.C. de la capital del país, ciudad con 7 millones de habitantes.

 

25.000 personas, es el aforo que tiene actualmente el estadio Alfonso López de Bucaramanga que atiende la demanda de un área metropolitana de ciudades conformadas por la propia Bucaramanga, además de Floridablanca, Girón, Piedecuesta y Lebrija, que suman mas de 1 millón de habitantes, cuando nuestra ciudad (Barrancabermeja) solo alcanza a los 300.000 habitantes equivalentes al número de ciudadanos de ciudades intermedias como Rionegro, Itagüí, Valledupar y Montería, con estadios medianos.

 

Pero, pese a todo, el nuevo estadio de fútbol de Barrancabermeja tienen unas bases en concreto programadas para una futura ampliación que soportaría a unos 25.000 espectadores, que se dará cuando la ciudad crezca en número de habitantes y, por supuesto, de aficionados.

 

Gobernador de Santander, Richard Aguilar, en posibles líos por demora en entrega del nuevo estadio

 

Sin embargo, lo grave en el desarrollo de este contrato que tiene en incertidumbre la culminación del nuevo estadio de fútbol para Barrancabermeja, está el hecho de que por cuenta de las demoras y los caprichosos cambios de diseños, estos podrían generarle al gobernador de Santander, Richard Aguilar, investigaciones disciplinarias por presuntos daños fiscales al patrimonio público, debido a que ya la propia Administración Departamental de Santander ha manifestado que tendrá que hacer algunos recortes a la inversión original programada por el gobierno de Horacio Serpa, entre ellas una estructura metálica (techo) contemplada en el contrato inicial para que «NO SE INSTALE», avaluado en $ 4.300 millones de pesos, recursos que se han ido gastando en los llamados «ajustes a los diseños» surgidos de «respetuosas sugerencias» de los señores Bueno Altahona y Russo Díaz, empecinados a toda costa en la construcción de una pista atlética de 8 carrilles y no permitir la programada de 6 carriles que venía originalmente en la obra en su PRIMERA FASE.

 

 

 

Es decir que, por cuenta de los estudios «sobre si conviene o no una pista atlética de 8 carrilles para el nuevo estadio de Barrancabermeja», piesan privar a los aficionados barranqueños de contar con una estructura metálica que va a servir de techo, precisamente, en una ciudad con climas que superan, muchas veces, los 40 grados centígrados y cuyos aficionados no tienen por qué soportar tamaña incomodidad

 

Por todas las anteriores consideraciones, la comunidad barranqueña clama a gritos a los doctores Richard Aguilar, Elkin Bueno y Orlando Russo, que culminen las obras del nuevo estadio de fútbol de Barrancabermeja antes de que terminen «gastándose» todo el dinero que ya fue asignado a la obra y que la fanaticada del Alianza Petrolera está pidiendo insistemente para así tener de vuelta al equipo, ahora en la Primera División del Fútbol Profesional Colombiano.

 

Qué pena con Barrancabermeja, mientras algunos de sus hijos luchan por ella e invierten en ella … otros solo se limitan a «ponerle palos a la rueda» de su desarrollo.

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