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¿Qué pasa con Cormagdalena?

cormaPor: Pedro Severiche Acosta.

El pasado miércoles 6 de abril, en la ciudad de Bogotá, no hubo quórum en la reunión de junta directiva de Cormagdalena (Corporación Autónoma del Río Grande de La Magdalena) y con ello dos situaciones quedaron en el aire. Veamos: Una, la permanencia del actual director de la entidad, doctor Juan Gonzalo Botero Botero y la incertidumbre de no tener presupuesto oficial aprobado para la ejecución de inversiones y gastos de funcionamiento de la entidad creada por la Constitución Política de Colombia, y cuya sede principal está en Barrancabermeja. Dos, todo indica que hay una disputa burocrática por lo alto por la dirección ejecutiva de la Corporación.

Hace unos meses el propio ministro de Transporte, Germán Cardona, le pidió a Botero que renunciara a su cargo para adelantar una reingeniería a Cormagdalena.
 
Botero no renunció y antes por el contrario se mostró en desacuerdo con una nueva reestructuración administrativa de la entidad.
 
Argumentó el ejecutivo que Cormagdalena tiene una de las plantas de personal más reducidas en la estructura del gobierno nacional.
 
Dijo además que ya Cormagdalena había sido reestructurada y que su funcionamiento no demandaba más de un 2 por ciento de su presupuesto general.
 
Gestión de Botero.
Vale dar un vistazo a lo que hasta ahora ha sido la gestión de Botero al frente de Cormagdalena. Este profesional, quien en el pasado ocupara el cargo de Viceministro de Agricultura, llegó a la dirección de la Corporación en reemplazo de Horacio Arroyave Soto, de quien se dijo era cuota política del exsenador Mario Uribe, primo del expresidente y dirigente antioqueño hoy condenado por parapolítica.
 
Botero subió a la dirección luego de ejercer como subdirector de la entidad en Magangué, de donde es oriundo. Él es un conocedor profundo del río Magdalena, gracias a la experiencia que ha adquirido como funcionario de Cormagdalena, pero también por su dedicación profesional. Su desempeño es reconocido por el grueso de los alcaldes de la ribera del Magdalena que ven en él a uno de sus mejores aliados.
 
Este funcionario dio un paso importante al lograr que el gobierno chino se interesara en adelantar en conjunto con el gobierno colombiano el llamado Plan Maestro del Río Magdalena, proyecto que se encuentra frenado por cuestiones meramente diplomáticas, pero que de darse sería la segunda oportunidad sobre la tierra del Río Magdalena.
 
Para la ciudad, Botero muestra como ejecutorias: el muelle multimodal, la navegabilidad hasta Puerto Berrío, construcción de la terminal Yuma; y ha anunciado su decisión de construir en asocio con al Alcaldía de Barrancabermeja el Malecón en el muelle de esta ciudad, al igual que un moderno auditorio en la misma terminal Yuma, para transformar de manera definitiva la parte antigua de la ciudad.
 
El problema de Botero.
Con la pasada ola invernal a Botero se le vino el mundo encima, por circunstancias en las que él nada tuvo que ver. Por ejemplo, la voluminosa contratación (por urgencia manifiesta) que le dejó Arroyave Soto y de las que se beneficiaron familiares de políticos, entre ellos, el esposo de la senadora por el departamento de Bolívar Piedad Zucardy. Esa contratación está hoy bajo la lupa de los órganos de control y de la propia Fiscalía General de la Nación.
 
La fuerza arrolladora del invierno se llevó por delante millonarias inversiones en el río Magdalena que fueron adjudicadas en la pasada administración, pero que Botero debió salir a dar explicaciones en su condición de titular de la Corporación.
 
Además de lo arriba señalado, vino luego el tema de la modificación al sistema de regalías propuesto por el gobierno nacional, hecho que Botero mostró a la opinión pública como la muerte de Cormagdalena, como quiera que la fuente principal de financiación de la entidad proviene del Fondo Nacional de Regalías, fondo que desaparece con la modificación constitucional de las regalías a punto de aprobarse en segunda vuelta.
 
Al gobierno como que no le gustó que uno de sus funcionarios haya salido a criticar sus iniciativas y menos ésta que es una de sus más preciadas.
 
Por esas motivaciones, a Botero le quieren mover la silla, pero no sólo eso, su puesto es un trofeo político si se tiene en cuenta que Cormagdalena es una especie de ministerio en razón a su cobertura y a su presupuesto.
 
En su defensa, Botero sólo se ha tenido como respaldo a dos senadores, o por lo menos esos son a quienes les ha reconocido el ejecutivo su apoyo. Se trata del senador de Norte de Santander, Guillermo Mora (partido de la U) e Iván Name del Atlántico (partido Verde). Al parecer estas dos golondrinas han hecho el verano de mantener a Juan Gonzalo Botero en su silla, aunque se vislumbra que ello no será hasta más allá del 2011.
 
Incertidumbre.
En este mar proceloso de incertidumbres, el barco de Cormagdalena navega a la deriva oficial. Al no tener presupuesto aprobado para la vigencia de 2011, todo allí está paralizado. Entretanto, en las altas esferas del Estado se da la puja por este botín burocrático.
 
De buena fuente hemos sabido que el partido liberal ya tiene candidato para suceder a Botero. Se trataría de un diplomático de Colombia en Centroamérica, quien ya tendría lista la documentación para su posesión.
 
El argumento de los liberales para quedarse con el puesto tiene que ver con la figura del gobernador de Santander Horacio Serpa Uribe (miembro de la junta directiva de Cormagdalena). Se dice que Serpa fue el padre putativo de Cormagdalena en la Asamblea Nacional Constituyente de la entidad y qué mejor que honrar a él, a su departamento y al partido liberal poniendo al frente de la Corporación a uno de los suyos. ¡Amanecerá y veremos!.

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